Es un acercamiento íntimo a las familias de aquellos que se han ido a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Un retrato de nostalgia, espera, identidad, memoria; pero sobre todo, de los sueños y el amor. Una exploración sobre la cotidianidad de la ausencia que genera la migración.


Las cosas simples…
Historias de los que se quedan.


Se habla mucho de la migración, asunto de primer orden en México; pero sabemos muy poco de lo que ocurre en los lugares en donde viven las familias de los que se fueron al otro lado.


Algo profundo cambia en las ciudades, en los pueblos, en las comunidades y familias de las personas que se quedan. Nadie habla de esto.


¿Qué pasa con ellos?
¿Cómo se transforma la familia una vez truncada?
¿Qué ocurre en la comunidad llena de padres sin hijos, hijos sin padres y esposas sin esposos?
¿Qué pasa en los pueblos sin jóvenes, sin la mitad de su gente?


Los que se quedan habla de esta problemática silenciosa pero real en todo México. Es un película que no está basada en la entrevista sino principalmente en el registro de la cotidianidad, siempre llena de situaciones extraordinarias. Este formato discreto e intimista permitió retratar el día a día de las personas, el juego, los hijos, el hogar, los miedos y también sus sueños y esperanzas derivados de la vida misma.


Los que se quedan cuenta”el otro lado” de la historia.


LOS PERSONAJES.


En Los que se quedan, cada historia representa un caso distinto; la razón de la partida y los cambios en las familias o en las comunidades son diferentes. Sin embargo, todas las historias hablan de lo mismo: la soledad, la esperanza, los sueños, la espera, la ausencia. Nos hablan del campo sin trabajar y de las casas abandonadas; de las tradiciones y fiestas, de las casas que se construyen gracias a las remesas; de las relaciones por teléfono y del amor de lejos; de lo que representa Estados Unidos en la imaginación de los que se quedan y de lo que es México en la realidad de su corazón.


Los que se quedan sigue a once personajes reales en diferentes regiones del país:


– Maricela y Evelyn.Una mujer joven de Yucatán con cuatro hijos y cuyo esposo está en Estados Unidos desde hace tres años. El marido insiste en que emprendan el viaje para alcanzarlo allá. Evelyn, la hija mayor, se prepara para hacer su primera comunión mientras es testigo de las decisiones, dudas y miedos de sus padres.


Es mucho aguantar estar sin esposo le digo a él. Son tantas cosas que te pasan como mujer sola con hijos. Aquí me han venido a golpear la puerta, a burlarse porque estoy sola, eso es lo que yo ya no aguanto. Eso es lo que le digo a él: …aguantar todo eso sin ti… no , Maricela, Yucatán.


– Pascual y Juanita. Una pareja mayor de campesinos que vive en una barranca de la Sierra Norte de Puebla. Tres de sus ocho hijos están en Estados Unidos desde hace 8 años. Al tiempo que cuidan los ajos que uno de elllos les dejó para que los sembraran, recuerdan su juventud y construyen los cimientos de la casa de sus sueños con el dinero que mandan los hijos y esperan…


Le digo a Marcos, mi hijo, que cuando se fue mi pelo era negro y ahorita mi cabeza ya parece como el volcán de Orizaba. Pues pensamos en que ya estamos viejos y ya no vamos a volver a nuestra juventud, pensar en nuestros hijos, eso es lo que pienso a veces, me siento ahí, agarro mi costura, cociendo y pensando en que mis hijos están lejos…, Juanita, Puebla.


– Rodolfo y Yaremi. En Jalisco, una adolescente de quince años recuerda cómo su padre se fue cuando ella tenía 7 años. Ahora él acaba de volver. Ninguno de los de los dos es ya el mismo. Yaremi, alumna destacada de tercero de secundaria, no le gusta ser tratada como la niña que dejó de ser y vive con la angustia de que su padre vuelva a dejarlas. A Rodolfo le gustaría quedarse con su familia pero todo depende de la cosecha de sus pepinos, y del tiempo.


Mi papá sólo acabó a terminar la primaria, mi mamá no alcanzó a terminar. Dice que no quiere que seamos como ellos. Él dice que seamos alguien en la vida.Yaremi, Tizapán, Jalisco.


– Gloria y Gerardo. Una pareja de Félix Ireta, Michoacán que ha vivido muchas veces la separación por la migración. Gerardo conoce casi todos los oficios del migrante. Gloria sueña con que su familia esté completa mientras él cree que la única manera de prosperar es trabajando del otro lado. Gloria espera a su tercer hijo y Gerardo volverá nuevamente después del bautizo.


Ya me voy hijo eh!, ey! ¿No te vas a despertar mijo, eh?, ahí se cuidan, hay cuidan la vaca, le echan a los animales, órale pues, sigan dormidos, Gerardo, Michoacán.


– José Elías. Un veterinario de Zacatecas cuyos hermanos, cuñados y amigos, emigraron. Aplicando las “sencillas reglas del hogar” José Elías ha construido un proyecto de vida alrededor de su esposa, sus hijos, sus quesos y su clínica veterinaria. Para José Elías la opción no es irse y cotidianamente ocupa sus días en buscar razones para quedarse.p>Hasta eso que si tengo muchas propuestas de ir a trabajar, cuadras de caballos y…pero no, si aquí nos va más o menos bien para qué vamos tan lejos. Si alguien te quiere sonsacar: “¡ah chinga!, yo tengo mi jale. Cuando te falta algo, te falta algo, pero, pues ahí aguantando, aguantando, queriendo hacer algo, José Elías, Zacatecas.


– Raquel. Una mujer chamula de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, madre de dos hijos. Haciendo collares de cuentas, recuerda, el día en que hace cinco años se convirtió en viuda de un joven migrante.


Fue un día domingo, me habló por teléfono como las 4 o 5 de la tarde, me dijo que estaba bien y que ya tenía ganas de venir, porque extrañaba a la familia. Bueno,¿por qué no regresas? le dije, es que aquí no hay mucho trabajo, además no tengo dinero”, me dijo.No importa…¡regrésate!le dije, y él no quiso.Raquel, Chiapas.


– Francisco. Un carismático charro de Zacatecas que vivió 23 años en Estados Unidos. Regresó a comprar el rancho donde nació y a compartir los últimos tres años de vida de su padre.


Toda la gente de mi generación, los que se quedaron no tienen nada y todos los demás se fueron, Francisco Ruedas, Monte Escobedo, Zacatecas.