•El director apuesta al desarrollo del personaje, al hacer cine independiente


Por Daniel Ramírez


Sergio Tovar Velarde presentó su ópera prima Mi último día en la
Cineteca Nacional. Lo acompañaron los actores Irán Castillo, Giovanna
Zacarías, Laura León, Marisol Centeno, Kristoff, así como el director
Julián Hernández (Rabioso sol, rabioso cielo) y el productor Roberto
Fiesco.

El
filme tenía  como título de trabajo  Aurora boreal, y se estrena el 15
de agosto. Tovar, el director, conversó con Correcamara.com sobre los
detalles de su película:

CORRECAMARA.COM ¿De qué trata el filme?


SERGIO TOVAR: Es la historia de Mariano, un joven que quiere suicidarse y para justificarlo, deja un video en el que expone sus razones, la película no es otra cosa más que el video, las imágenes que este joven va captando para construir el relato. Lo que vemos como espectadores es el relato de su suicidio.


CC: ¿Cómo fue el proceso de creación de Mi último día?


ST: Fue un proceso complicado, tuvo que ver con recordar mi infancia, mi adolescencia y recordar qué procesos estaba yo viviendo, porque yo pasaba por una época bastante oscura, muy depresiva y es una época que por fortuna pude superar, sin embargo esta película quería retomar ese momento de soledad, era importante retomar una historia que había quedado pendiente en mi vida.


CC: ¿Qué experiencia te ha dejado tu opera prima?


ST: Ha sido muy gratificante, muy satisfactorio, porque la película nos ha llevado a festivales muy importantes como el de San Sebastián en España, y a conocer países y gente. Además es una película muy mexicana porque retrata un México muy nuestro, que ni siquiera es el México folklórico, es el país de todos los días ubicado en 1994, un año que nos marcó en los aspectos político, económico, cultural y social. En este sentido me doy cuenta de lo universal que puede ser y que tan fácil una historia contada con honestidad y con amor sea vista y entendida por públicos de otros países.


CC:¿Cómo observas esta película dentro del panorama actual del cine mexicano?


ST: Es un ejemplo claro de que hay manera de hacer películas que ni siquiera tengan que ser de bajo presupuesto, sino películas que ni siquiera requieren más. No es una película que haya quedado corta en cuanto a recursos, más bien es una cinta que no requería más recursos de los que tuvo para contar la historia que necesitaba. En este sentido, es una búsqueda de hacer cine explorando historias, no aferrándonos a historias que requieren veinte millones de pesos para filmarse y que de pronto, como no los tenemos, o quedan mal filmadas o no las filmamos. 


CC:¿Cómo fue la realización en los aspectos técnicos?


ST: No descubro el hilo negro, no es que sea un hallazgo novedoso, ni extraordinariamente original, pero si nos plantea una película que está hecha dramáticamente por el personaje, y esto se vuelve interesante en cuanto a que no es el director quien arbitrariamente decide en donde poner la cámara, sino por el contario, uno juega a ser el personaje para poder de esa forma contar las historia desde los ojos de un chico de catorce años.


CC: ¿Qué planes tienes próximamente?  

ST:Estoy preparando un cortometraje que se titula Infinito y estoy preparando mi segundo largometraje que se llama la Danza de las salamandras.