.Por Leticia Carrillo


Gerardo Naranjo dijo en entrevista exclusiva con Correcamara.com que con Voy a explotar el reto es trascender la nacionalidad así como hablarle a los jóvenes mexicanos. Asimismo, dijo rebelarse contra el triunfalismo que él percibe en eventos como el Festival Internacional de Cine en Guadalajara ya que considera que el cine mexicano se encuentra en una profunda crisis, respecto a su público.


Correcamara: Gerardo ¿qué sientes de que Voy a explotar esté compitiendo en dos categorías en el festival?


GERARDO NARANJO: Siempre he estado en contra de las etiquetas de si eres iberoamericano, latinoamericano o mundial, lo que podría parecer un sinsentido de estar en dos categorías me parece bien pues no creo en las etiquetas, no está bien ponerlas, hay películas buenas y películas malas. Precisamente el gran reto es trascender el origen y hablarle a la gente en general.


CC: Pero, al parecer tú si has logrado esto, has cosechado muchos premios en distintos lugares muy distintos incluso, hace poco Voy a explotar se vendió a Rusia.


GN: Me dijeron que la vendieron a Rusia y en muchos otros países. En verano abrimos en Estados Unidos, en Canadá ya se distribuyó y en Francia también vamos a estar a inicios del verano pero para mí el gran reto es llegarle al joven mexicano que cree que las películas mexicanas no son entretenidas, lo más importante es llegarle al público mexicano, arrebatarle a Rebelde (grupo musical pop surgido de una telenovela), a las telenovelas y al entretenimiento descerebrado un poquito de espectadores.


CC: ¿Por eso está propuesta de estos dos jóvenes que se salen de su casa y se rebelan contra el mundo?


GN: Sí, en apariencia podría parecer una película como las otras; una pareja escapando, es un tema que se ha tratado muchas veces pero yo quisiera pensar que si alguien se mete al cine y ve Voy a explotar podrá darse cuenta que no es otra película más sino que es una cinta muy personal, muy íntima, que tiene un punto de vista muy definitivo, que intenta ser una carta personal, de odio a los adultos conservadores, una carta de amor a las chicas, una carta que dice que vale estar confundido y creerse que está uno solo en la vida.


CC: Entonces ¿Voy a explotar es una película autobiográfica?


GN: Sí, definitivo. Yo crecí en Guanajuato, donde se hizo la película. Crecí conflictuado, con problemas, me peleaba con todos. Es autobiográfica en el sentido de los impulsos porque yo nunca tuve una pistola y estuve disparando a todos, tampoco tenía una bella chica a mi lado pero esa es una de las libertades que la ficción nos da, poder ponernos a una bella heroína que nos acompañe, que es más consecuente y más valiente que uno mismo.


CC: Actualmente ¿te encuentras en contra de los adultos conservadores?


GN: Sí, la gran tragedia es levantarme, mirarme al espejo y ver que soy un día más grande. La verdad es que me gustaría conservar el espíritu infantil y vivir la vida de manera irresponsable y emocionándome porque para mi la muerte es la cotidianeidad, la falta de interés por las cosas.


CC: Primero con Drama/Mex y ahora con Voy a explotar tu nombre y presencia en el panorama del cine mexicano ha ido creciendo ¿esto no implica tomar responsabilidades de adulto?


GN: Sí y eso algo a lo que me rebelo, mi lugar siempre ha sido en la periferia, he estado haciendo las cosas por afuera, a mi manera y ha sido propósito, no era que hubiera intentado entrar a un círculo y no me dejaran, yo tomé la decisión de hacerlo así.


Ahora estamos entrando a un territorio que es más peligroso, estamos en Guadalajara que es la industria y a los Arieles, es mi primera vez en ambos pero creo que el juego se pone más interesante pues el reto es mi independencia y seguir siendo yo dentro de este supuesto entrar a la industria que no me siento parte y nunca lo seré, espero.


CC: ¿Cuáles son tus expectativas dentro de ella?


GN: El seguir siendo una persona que no está de acuerdo porque tenemos muchas cosas por arreglar y no hablo como sociedad, sino simplemente no entrar al carril de la productividad. Seguir siendo personal, cuestionando todo, tratar de no ser adulto, ese es el último objetivo.


CC: ¿El siguiente proyecto lo harás de ésta manera, independiente?


GN: Es que tengo muchos proyectos, yo empecé un poco tarde mi carrera, mi primera película la hice a los 28 años, tengo muchos proyectos sin filmar y muchos que quisiera hacer, no sé cual va a ser el que sigue, supongo que el que me emocione más una vez que terminé de sacar Voy a explotar. Y sí, mi último objetivo es no perder la primera idea de por qué estoy haciendo cine que es para sentirme vivo, entonces no me gustaría realizarlo para hacer dinero o comprar un Rolls Royce.


CC: ¿Qué piensas del Festival de Guadalajara?


GN: Que es un arma de dos filos, por un lado es una experiencia muy bonita ver a gente que viene a apoyar el cine y al mismo me parece que es la industria y tiene muchos bemoles, no creo en esta idea de triunfalismo, que todo mundo tiene la idea de: “ya la hicimos”.


Me rebelo ante eso, creo que no la hemos hecho porque no tenemos público, tenemos que ganarnos al público, y que estamos en una profunda crisis en el cine mexicano donde las películas tienen que gastar muchísimo dinero en publicidad y si no tienes publicidad no puedes vender. La verdadera batalla está allá afuera con la gente que no quiere ver películas porque piensa que son aburridas.


CC: ¿Cómo hacer para que el público regrese a ver nuestras películas?


Tiene que ver con la educación, con el tipo de películas que hagamos los directores. El director te va a decir que al público no le interesan cosas de calidad y el público te va a decir que los directores no hacen películas interesantes.


Tiene que ver con una cultura donde hace mucho dejamos de ver las calles donde vivimos, las chicas que nos gustan, los chicos que nos gustan, nuestras vidas en la pantalla. Nos separamos, nuestra vida se separó de las películas que vemos. Siento que empezó una esquizofrenia donde comenzamos a creer que somos Pretty woman y Julia Roberts y que nos identificamos con eso.


En el momento en que la gente vaya al cine e identifique su realidad en la pantalla, ese día algo va a hacer click y empezará un nuevo estilo de cine nacional que hable a la gente. Los esfuerzos actuales en el cine han sido muy dispares, creo que por eso no tenemos identidad, porque como generación, como país o como sociedad no hemos visto nuestras historias en la pantalla.


Es de importancia nacional crear esta identidad y pienso que a los políticos no les ha de preocupar tanto pero a la sociedad debería interesarle crearla y saber que algún día que tengamos un cine sano, interesante y multifacético que no sea solo género y arte, ese día la sociedad será más segura de sí misma. Es mi teoría.