Fotos y texto por Lía Rueda
¿Despertar o morir? Esa es la premisa de la obra “El Despertar del Zombi”, para la cual no existe ni el tiempo ni el espacio. Un adolescente encerrado en su cuarto jugando videojuegos es un tanto desesperante, lo carcome por dentro, ya que los de alrededor suyo no pueden participar y ellos ya no escuchan, no comen, no hablan, no existe el tiempo, solo están poseídos por un aparato, completamente zombies o muertos en vida.
Se comen y matan unos a otros, zombies sicarios, no dudo que su cerebro afecte a todas sus neuronas, influencia del sistema nervioso, pensamiento y emociones pasajeras causando un estrés interno afectando el hipotálamo y el tálamo; torturándose el alma, miedos, depresión, frustraciones, inseguridades, trastornos, ansiedad, soledad, ego, hiperactividad, problemas, caprichos, memorias, desamor, pánico, traumas, bullying y estrés. Haciendo un esfuerzo para controlar ese dolor o placer que tiene al jugar esos video juegos, desiquilibrio mental por completo, estrés crónico, cuando debería estar en estado de alerta, un humano que no es humano, debe tocar fondo para poder salir de ese mundo alucinante y virtual.
¿Realidad o ficción?
Entre juegos de resident evil, zombie night, la isla de los zombies, la última esperanza que tiene es morir jugando brains, estar en este juego te ponen una advertencia que puedes llegar a la muerte, no tienes la menor idea de cuánto tiempo llevas allí encerrado, ni qué día es. Liberando por completo el cortisol. No conoces a nadie, no tienes vida social, se siente Iron man entre música de Black Sabbath, Michael Jackson y otras de los ochenta.
También se vuelve sordos, cuando llega la calma entre aquellas galaxias o planetas, ya tienes delirio de persecución que ni te llamen ni te busquen, estás muerto en vida, dudas de tu propia existencia, no sabes si realmente estás muerto o estás en el mismo juego reviviendo, pero escuchas voces del más allá, cosas sin sentido, no quieres pertenecer a uno de ellos, pero estas encerrado en un cuarto sin salida, pasan los días, no sabes si la larva te habla y te cuestiona si aun eres humano o zombie, él mismo juego quiere que permanezcas dentro para siempre y llevarte al abismo, como cualquier otro joven zombie.
También, entre tantos muertos, son involucrados los desaparecidos de Ayotzinapa, los 43 estudiantes que no han aparecido ¿A dónde se los llevaron? Se los llevaron vivos y los quieren vivos de regreso, pero las autoridades ni el gobierno hacen algo para su justicia y quienes menos se valoran son los de la tercera edad. No hay límites en los juegos, cada vez quieres más y más. Te pierdes y es difícil salir de ahí, ¿ Podrá despertar el zombie de aquel Paraíso o del Infierno en que está viviendo? Quizá un tratamiento psicológico…
En una pandemia llena de incertidumbre ¿Será que lo llevó a encerrarse en esas cuatro paredes para poder salir de su realidad o de su mente? Sin duda alguna, completamente entregado a un escenario lleno de luces y efectos especiales con una dirección y actuación impecable por Esteban Castellanos, perfectamente bien coordinado el diseño de luces, sonoro, escenografía, exclusivo diseño de vestuario y excelente maquillaje destacada por la talentosa Alma Curiel que está en la producción ejecutiva, asistente de dirección, diseño gráfico y fotografía. La construcción de artefactos por Rafael Curiel, la asistencia de la producción por el actor David Illescas, por la compañía de Los Pinches Chamacos podrán ver cada uno de los elementos del montaje hechos a mano con luces robóticas, leds y lasser con circuitos electrónicos muy elaborados, al igual el vestuario con piezas de reclados y piezas ortopédicas en este gran monólogo de Javier Malpica.
Que el teatro te sorprenda y despiertes tu conciencia.
Corta Temporada del 12 de febrero al 13 de marzo en el Centro Cultural Helénico en el Foro 4 Espacio Alternativo. Avenida Revolución 1500 Col. Guadalupe Inn Cdmx. www.helenico.gob.mx
Funciones: Sabádos 9 pm y domingos 8 pm
Duración: 70 minutos
Público: + 12