Fotos y texto por Lía Rueda

Un clásico de Tennessee Williams, el dramaturgo estadounidense que ganó el Premio Pulitzer de Teatro en 1948 por “Un Tranvía Llamado Deseo”, cobra nueva vida en una adaptación dirigida por el brillante Diego del Río. La pasión que Del Río tiene por el teatro se refleja en cada rincón de esta puesta en escena, creando una atmósfera única y vibrante. La obra es impecable de principio a fin.

La historia sigue a Blanche Du Bois (interpretada por Marina de Tavira), una mujer con profundos problemas existenciales que llega a Nueva Orleans para vivir con su hermana menor, Stella (interpretada por Astrid Mariel Romo), y su cuñado Stanley (interpretado por Rodrigo Virago). El matrimonio entre Stella y Stanley es una relación de codependencia y violencia que Blanche reconoce al instante. En su intento por convencer a su hermana de abandonar esta tóxica relación, la tensión, la pasión, el deseo y la obsesión alcanzan un clímax inevitable que nadie puede detener.

Las crisis existenciales son un tema atemporal, y esta obra permite al público identificarse con sus personajes. A través de ella, el espectador recibe un mensaje contundente: si estás atrapado en una relación destructiva, tal vez es hora de detenerse antes de ser consumido por ella.

“Un Tranvía Llamado Deseo” es una montaña rusa de emociones, donde la tristeza prevalece sobre la alegría y el placer, pero que se entrelazan en una puesta en escena memorable en dos actos. El drama exige un acto de magia que transforma las fantasías en una realidad cruda, donde una mujer luminosa y sensual renace buscando desesperadamente el amor. Blanche intenta seducir a su cuñado, pero es rechazada. ¿Logrará conquistarlo? ¿Podrá dejar atrás todo el sufrimiento del pasado? ¿Hasta dónde puede llegar el placer del deseo?

Marina de Tavira ofrece una interpretación impecable de Blanche Du Bois, entregándose en cuerpo y alma al personaje. Su actuación deja al espectador con un profundo deseo de soñar y experimentar la sensibilidad de este personaje, llevándolo a un desenlace inimaginable.

La escenografía, aunque minimalista, está magistralmente aprovechada, complementada por una bellísima iluminación y un vestuario que transporta al espectador a la época. La música, al ritmo del jazz y el blues, añade una capa de poesía teatral a la producción.

El elenco, compuesto por Marina de Tavira, Rodrigo Virago, Astrid Mariel Romo, Ana Clara Castañón K., Alejandro Morales, Mónica Jiménez, Federico Di Lorenzo, Diego Medel, Diego Santana y Patricia Vaca, brillan en cada escena.

“Un Tranvía Llamado Deseo” es una puesta en escena que nadie debe perderse. Tendrá una breve temporada del 3 de agosto al 1 de septiembre en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, con funciones los jueves, viernes, sábados y domingos a las 7 pm, y los miércoles 21 y 28 de agosto a las 7 pm. La duración es de 170 minutos.