Por Leticia Carrillo
Tony Manero, (Fuga, 2005) dirigida por Pablo Larraín se presenta en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, en la Sección Oficial en Competencia de Largometraje Iberoamericano de Ficción, después de su paso por los festivales Cannes, Toronto, Santiago de Chile, Nueva York, Turín y Londres.
Enmarcada en el contexto de la dictadura militar en Chile (1973-1988), Tony Manero aborda la historia de Raúl Peralta, un cincuentón obsesionado por la figura del popular personaje interpretado por John Travolta en Saturday night fever (Fiebre de sábado por la noche). El deseo por darle vida a la realidad recreada en la película de John Badham, lleva a Peralta a cometer diversos crímenes.
¿Por qué conjuntar estos dos mundos tan distintos, el de Tony Manero de Saturday night fever y el del régimen dictatorial de Augusto Pinochet?
Porque permite hacer una reflexión acerca de los cambios culturales en un país como muchos de Latinoamérica y de cómo un personaje puede estar tan alineado en un entorno tan violento.
La música disco, con un elemento kitsch, pop, norteamericano y la realidad social de la dictadura militar en los años setenta y ochenta son dos tópicos que no se cruzan pero sí tienen elementos en común: el personaje de mi película cree que la realidad del personaje de Saturday night fever es una realidad posible para él, él cree, a través del baile, concretar sus anhelos, aunque esto sea un absurdo.
También es la metáfora del país que empieza a importar modelos culturales, con el golpe de Estado al presidente Allende, implanta un modelo socioeconómico capitalista y eso produce un desconcierto, un caos. Ese anhelo de la dictadura por parecerse a otra cultura es también el anhelo del personaje de mi película.
En Chile está operando una dictadura muy violenta e impune, comete crímenes sistemáticamente que no tienen ningún sentido. Es pura cobardía, puro ego, pura ambición lo que caracterizan a ese gobierno y a Raúl Peralta, el protagonista de Tony Manero.
¿Por qué escoger el personaje de John Travolta?
Tony Manero es un ícono cultural muy fuerte, rodeado de melcocha y que produce en Raúl Peralta una distorsión, una falta de claridad muy grande. Raúl Peralta se equivoca, tiene 30 años más que Tony Manero, no baila como él, ni tiene su pinta, aparte, vive en una dictadura feroz y no en EU.
¿Qué te atrajo del tema de la dictadura para tratarlo en Tony Manero?
Todo tiene un origen y ahora Chile es un país próspero, capitalista, seguro, tiene controlada la inflación, ha reducido sus índices de pobreza, es un país en vías de desarrollo. Pero eso se ha logrado pagando un costo muy alto.
Me pareció interesante el momento en que esta evolución inicia, es evitar darle una perspectiva burguesa al cine y al arte.
Me llamó la atención leer en un blog la opinión de una persona acerca de tu película. Decía que mientras el cine chileno siga escarbando sobre este tema, el cine de tu país se seguiría estancando ¿qué opinas de esto?
¡Que es un estupidez! Porque los países que olvidan sus errores, los repiten. Es un tema que no está solucionado, Chile es un país dividido, tiene 3 mil desaparecidos todavía, miles de militares libres en las calles y que hace dos años vio como murió Pinochet millonario y en completa impunidad.
En Chile el año pasado se estrenaron veintiún películas, de artes marciales, de zombies, comedias, u otras sumamente contemplativas. El cine de Chile es muy diverso, se me hace maravilloso eso, pero si a alguno de nosotros le interesa el tema y quiere regresar a tratarlo, me parece sumamente legítimo.
Alemania después de 50 años, todavía no resuelve su problema con la Segunda Guerra y lo sigue atendiendo. Cada país tendrá su herida e irá viendo como la sana.
Yo seguiré haciendo películas de temas que me parezcan relevantes y este tema es súper relevante, sobre todo ahora, en un país que se está desarrollando sobre un pasado que no está resuelto.
¿Qué opinas de la administración de Michelle Bachelet?
En los últimos 20 años Chile ha sido gobernado con muchísimos errores pero también con muchísimos aciertos. Chile es un país que vive en total democracia, en el que se puede se puede decir y hacer lo que uno quiera y eso me parece muy sano y muy bueno.
Es un país que se está dando cuenta de la importancia de su cultura, es un lugar bastante agradable que goza de una libertad muy grande para sus creadores, es muy interesante para trabajar estéticamente hablando.
No digo que sea ideal ni perfecto, tiene muchos defectos y miles de cosas que yo le cambiaría pero me parece que estamos bien y mientras haya una democracia sólida y la gente pueda expresarse libremente y que los que son elegidos hagan su trabajo con honestidad, cariño y potencia, yo voy a estar tranquilo.
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