Por José Daniel Díaz
Noticine-CorreCamara.com

Madrid. El 25 aniversario de la entrega de los premios Goya resultó la muestra
palpable de los problemas internos que arastra la Academia. “Pa negre”
de Agustí Villaronga fue la vencedora absoluta al obtener 9 premios
incluyendo Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actriz (Nora Navas) y
Mejor Guión Adaptado. “También la lluvia” y “Balada triste de trompeta”
fueron las grandes olvidadas en esta edición donde apenas consiguieron
algunos Goyas menores.

Retransmitido en directo por TVE se echó en falta profesionales con
cierto bagaje cinematográfico. El despliegue de medios fue inversamente
proporcional al nivel de los periodistas acreditados por la cadena. La
Gala tampoco contribuyó a elevar el listón. Si el año pasado hablamos
de originalidad, frescura y unión en apenas 365 días el Teatro Real de
Madrid fue testigo de un show aburrido y sin gracia.

Alex de la
Iglesia, con cara de circunstancia al posar al lado de la ministra
González-Sinde, en su último discurso como presidente de la Academia no
evitó tocar algunos de los temas candentes que tanto alboroto han
creado en las últimas fechas. La famosa “Ley Sinde” era uno de ellas y
ya se encargaron algunos manifestantes de Anonymus a la entrada del
recinto de recordarlo. Pese a la enorme desunión que se respiraba en el
ambiente, Alex abogó por “caminar juntos en la diferencia y en la
divergencia”.

Recordó que “Internet es el presente, no el
futuro” y el negocio cinematográfico no puede vivir al margen de él.
Como suele ser habitual en sus discursos hizo autocrítica y no busco
responsables de los fracasos en la competencia americana o en la
piratería, a diferencia de su predecesora. Esta valentía contrastaba
con la mirada poco solidaria de la vicepresidenta y contrincante esa
noche Icíar Bollaín.

El maestro de ceremonias fue como el pasado
año el “showman” catalán Andreu Buenafuente, quien no contó con la
chispa de la pasada edición. Si bien tuvo algún comentario ocurrente
como el que dirigió a Javier Bardem cuando le dijo que “es una pena que
ya no optes al cheque-bebé”, la mayoría de los chistes eran previsibles
y sosos.

Por destacar algunos momentos que sí cambiaron el tono
gris de la ceremonia, es de alabar el arranque musical que inició Tosar
y siguieron Paco Leon, Asier Etxeandía y Fernando Guillén Cuervo entre
otros ó el divertido juego de actor-director que interpretaron Juanjo
Puigcorbé y Rosa María Sardá. Más allá de eso el resto de gags no
pasarán a la Historia.

Si nos centramos en los premiados, además
de destacar la apabullante victoria de “Pa negre”, es relevante
comentar la victoria ya prevista de Javier Bardem como Mejor Actor por
“Biutiful”, el reconocimiento a “Buried” con 3 estatuillas incluyendo
Mejor Guión, el Goya a Mejor Director Novel a David Pinillos por “Bon
appetit” y el olvido sufrido por las dos grandes favoritas “Balada
triste de trompeta” y “También la lluvia”.

Bajo la atenta mirada
de la ministra Angeles González Sinde la Gala de los Goya cerró de
nuevo sus puertas hasta el próximo año donde tendremos nuevo Presidente
y quién sabe si nueva filosofía. De momento lo que se mantendrá es el
cine español pero el trono hasta la próxima edición lo tendrá una
película catalana llamada “Pa negre”.