Por Luis Germán Sánchez Chávez y Leticia Carrillo
“Churubusco tiene uno de los mejores laboratorios de México” dijo en entrevista exclusiva para Correcamara.com el Ingeniero Rafael Leal Díaz, Gerente del Laboratorio de Fotoquímicos de los emblemáticos estudios de cine ubicados entre las avenidas Río Churubusco y Calzada de Tlalpan de la Ciudad de México.
“La Certificación Eastman Kodak, garantiza a los clientes de los Estudios que sus materiales serán manejados con los más altos estándares internacionales de manejo y seguridad. Y más recientemente, Kodak nos proporcionó el certificado Imagecare que asegura la calidad en el revelado y la impresión de imagen en 35 milímetros: es un reconocimiento un poco difícil de conseguir y muy pocos lo tienen” aseguró Leal Díaz.
Rafael Leal comenzó a trabajar el 9 de noviembre de 1943, dentro de los laboratorios. Para 1950, con la fusión de los Estudios Churubusco y los Azteca pasó a formar parte de la plantilla laboral de la nueva empresa en donde, a sus 80 años, sigue al frente de uno de sus departamentos principales.
El Ingeniero empezó como aprendiz, después ascendió a realizador, revelador, copiador, impresor, químico, hasta llegar a la Jefatura del laboratorio. Durante 10 años, de 1987 a 1997, se alejó de los Churubusco pero regresó como Gerente de Laboratorio, puesto que ocupa hasta la actualidad.
Rafael Leal expresó a Correcamara.com: “varios fotógrafos venían a platicar conmigo para solicitarme una asesoría sobre los filtros que había que llevar en la filmación. Jorge Stahl y yo trabajamos juntos en la película de El gallo de oro (Emilio Gómez Muriel, 1957), él quería que hiciera el terminado dorado, yo le hice pruebas en el laboratorio y dimos con el resultado que él quería”.
Daniel López, Jorge Stahl y Gabriel Figueroa, eran muy buenos fotógrafos según Leal Díaz y con los tres trabó una gran amistad. Aunque considera que Figueroa fue el mejor fotógrafo cinematográfico en México: “Gabriel era punto y aparte, además era muy bueno con las personas; le siguen Jorge Stahl, Dani López y Alex Phillips quien fotografió el filme Robinson Crusoe, la única película que se ha impreso a una sola luz pues estaba muy parejita su fotografía, no tenia cambios de exposición, fue una realización que yo le di a Phillips”.
El Gerente del Laboratorio Fotoquímico de los Estudios Churubusco relató que cuando empezó su carrera trabajaba ocho horas diarias, casi siempre en la noche. Las filmaciones duraban un promedio de uno o dos meses. Diario se revelaba el negativo (original) y se imprimía el positivo de los rushes, (material filmado en una jornada) luego se reunían en proyección con el director, el productor y el fotógrafo a revisarlos”.
Sin embargo, el Ingeniero indicó que había excepciones como las películas de Roberto Gavaldón que duraban hasta 10 semanas o el de una producción norteamericana en la que tuvo que laborar 24 horas al día pues durante la mañana el equipo de producción filmaba y por la noche él revelaba y elaboraba el reporte de la jornada: “pasé dos semanas encerrado en el laboratorio sin dormir hasta que troné, pero fue una experiencia muy agradable.”
Otro de los trabajos más difíciles para el Ingeniero fue para Mario Moreno: “las películas que hizo Cantinflas aquí me las encargaba el señor Gelman, su productor. Yo les tenía que reportar los negativos a él y a Mario Moreno, ellos eran muy exigentes pues si veían una manchita de cualquier tontería durante la proyección de prueba del revelado se molestaban mucho” concluyó Leal Díaz.
Rafael Leal ha participado en más de trescientas películas. La primera cinta que reveló fue La vida inútil de Pito Pérez (1944) de Miguel Contreras Torres; a partir de ahí participado en filmes como La sombra de Chucho el Roto (1945) de Alejandro Galindo; La tía Alejandra (1979), de Arturo Ripstein; Veneno para las hadas (1984), de Carlos Enrique Taboada; Un mundo raro (2001), de Armando Casas; y La ley de Herodes (1999), de Luis Estrada. También participó como asesor en películas extranjeras como Bandidas (Joachim Roenning y Espen Sandber, 2006) y Frida (Julye Taymor, 2002).