Por Jean-Pierre García
Desde Cannes en exclusiva
Se esperaba mucho de “Atlantique”,· dirigida por Mati Diop (Senegal). la primera película dirigida por una mujer africana y seleccionada en Competencia en Cannes. Pero no alcanzó las expectativas y nos perdimos en una mezcla confusa de géneros cinematográficos.
Todo empieza de modo muy convincente, mediante una propuesta casi documental nos presenta el mundo obrero que construye los rascacielos que empiezan a conquistar el paisaje de Dakar, la gran urbe de Senegal, en África del Oeste. Los obreros son jóvenes y trabajan duro. Pero el empresario ya no les paga desde tres meses y sus familias ya no pueden sobrevivir. Souleymane, uno de estos jóvenes sale rápido de este trabajo, salta en un transporte colectivo que lo lleva a un suburbio de Dakar. En una escena muy fuerte, Mati Diop nos permite descubrir el mundo ruidoso y agresivo para cualquier ser humano de esa gran urbe. En un barrio popular y caótico, Souleymane tiene cita con Ada, la chica que quiere, ella sonríe mientras él parece muy tenso. Esta pareja parece lista para contarnos la eterna historia de Romeo y Julieta ; más aún porque Ada sabe que su familia quiere casarla en un par de semanas con Omar, joven de familia enriquecida en negocios internacionales.
Tienen cita por la noche pero Ada no va a encontrar a su enamorado. Todas las chicas del barrio están desesperadas pues muchos de « sus hombres » se preparan para salir en barcos pesqueros para Europa, pues necesitan dinero y sus salarios no son bien pagados.
La película da una vuelta, entramos en otro género de corte social con el tema de la migración y de sus dramas (los hombres se ahogan en el mar), y luego de corte fantástico con la vuelta de los fantasmas de los desaparecidos. Además, la creencia en estos fantasmas toca también a las chicas que salen de noche y empiezan a agredir al empresario que no ha pagado a sus obreros y de hecho afectó a sus mujeres.
Es tan confusa la película que es importante tratar de hablar un poco de la historia para aclarar un poco estas criticas.
Hay momentos de puro cine, brillante, ideas de puesta en escena originales pero el guión al final resulta flojo y la película se va en picada por todas partes. ¡Que lastima! Como muchos primeros largometrajes, la directora —como muchos otros directores— quiere decirlo todo y con los detalles se pierde la historia.
Esperemos que Mati Diop tenga una segunda oportunidad y elija un historia mas apretada para dar consistencia a su propuesta cinematográfica.