Por Lía Rueda
A lo largo de nuestras vidas, nos encontramos navegando entre encuentros y desencuentros, sin tener certeza de qué nos deparará el destino. ¿Acaso no nos hemos preguntado alguna vez, o experimentado ese inquietante “deja vu”, sintiendo que “esto ya lo viví”? Incluso los más escépticos han considerado los “y si…” de las decisiones no tomadas. El tiempo, implacable, exige que decidamos rápido. Así nos introduce “Vidas Pasadas” (Past Lives, 2023), una película dirigida por Celine Song, protagonizada por Greta Lee y Yoo Teo.
Esta película toca el alma de quien la ve, planteando la pregunta: ¿Existen las almas gemelas? Los sueños y aspiraciones personales guían nuestras decisiones y el camino a seguir. Nora y Hae Sung, amigos desde la infancia, son separados por el destino cuando la familia de Nora emigra de Corea del Sur a Nueva York, dejando a Hae Sung atrás. Doce años más tarde, un reencuentro casual a través de una red social vuelve a unir sus vidas, desencadenando una serie de eventos donde el amor persiste en sus mentes y corazones, a pesar de los desafíos y la distancia.
“Vidas Pasadas” explora la idea de que el amor es una frecuencia mágica, aunque a veces el tiempo parezca jugar en nuestra contra. Nos enfrenta a la cruel ironía de encontrar a la persona ideal en el momento menos oportuno. La película nos invita a reflexionar sobre las complicaciones de cuestionarnos demasiado, sugiriendo que, en ocasiones, la vida puede ser un sueño inalcanzable.
Con su excelente narrativa, impresionante fotografía, música envolvente, actuaciones memorables y una dirección impecable, “Vidas Pasadas” se consagra como una obra cinematográfica inolvidable, que nos hace cuestionar la profundidad de nuestras conexiones y el verdadero significado del destino.
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