Renée Constanza Lara Encinas

“Madres Paralelas” (2020) es la última película del aclamado director español Pedro Almodóvar. Relata la historia de dos mujeres, por un lado, esta Janis (Penélope Cruz) una fotógrafa entrando a sus 40 años que además de disfrutar su trabajo también se encuentra en una búsqueda de desenterrar una de las fosas de desaparecidos que mantiene cierta angustia en su pueblo natal, fosa en la que se encuentran hombres capturados durante la guerra civil, incluyendo su abuelo. Por otro lado, Ana (Milena Smit) una joven adolescente que quedó embarazada por accidente. Tras coincidir en el mismo cuarto de hospital durante su embarazo y tener a su bebé el mismo día, la vida de estas dos madres se entrelazará para siempre de maneras en las que ellas no se podrían imaginar.

“Madres Paralelas” tiene una estructura narrativa bastante especial y diferente a lo que un público que suele ver películas más comerciales está acostumbrado. Son dos historias las que se cuentan a lo largo de la película: por un lado, se encuentra la trama de las madres, su relación entre ellas y el secreto que guarda Janis al descubrir que la hija que ha estado cuidando en realidad no es suya. Y por otro lado se encuentra la trama de la fosa y del proceso que se lleva a cabo para desenterrarla, incluyendo un tour por los recuerdos de los familiares de las víctimas.

Es una decisión interesante que el director haya contado las dos historias de esta manera, sin embargo, no logra relacionarlas completamente. La película inicia bastante bien con la trama de las fosas, y se presenta como una película que toma referencias de la Historia para narrar historias ficticias más normales. Sin embargo, a los 10 minutos todo eso parece olvidarse cuando inicia la trama de las mamás y de las bebés, la cual logra atrapar intensamente al público, pero ahora la película deja de mostrar ese tono histórico y se convierte en una película dramática e intrigante, donde el público se estresa por las decisiones de la protagonista y se pregunta sobre lo que hará a continuación. Todo esto, para que al final, durante los últimos 20 minutos, el conflicto de las madres se resuelva muy rápido y regresemos al plot de la fosa y de cómo finalmente, después de muchos años, los cuerpos de los desaparecidos regresen a sus familiares.

A pesar de lo anterior, “Madres Paralelas” mantiene el inconfundible estilo visual y narrativo de Pedro Almodóvar, siempre tratando historias melodramáticas, utilizando sus brillantes y excéntricas paletas de colores, y tratando la historia con un cierto en enfoque en la mirada femenina. En “Madres Paralelas” vale la pena destacar esta mirada, pues la relación que se construye entre las dos protagonistas, quienes además son completamente opuestas, se convierte en la base fundamental y en la dinámica más llamativa de la película. Se crea una relación turbulenta, que, a pesar de iniciar con una amistad sencilla y honesta, termina convirtiéndose en una relación amorosa pero llena de secretos. Igual vale la pena mencionar que ambas actrices se encargan muy bien de expresar ese viaje de emociones, por algo Penélope Cruz obtuvo una nominación al Oscar, pues además su personaje que es una mujer simpática, inteligente y amable, termina convirtiéndose en alguien que guarda secretos y que tortura así misma por hacerlo. Es una película entretenida e interesante.