Por Pedro Paunero

“Adorables revoltosas” (aka. Faldas revoltosas, Little Darlings, Ronald F. Maxwell,  1980), sorprende no sólo por su tema -los intentos de perder la virginidad, como una apuesta, por parte de dos chicas, en un campamento de verano-, sino por su lanzamiento temprano, que antecede, por casi dos años, a “Porky’s” (Bob Clark, 1981), el epítome de Comedia sexual adolescente -masculina, por supuesto-,  con la cual suele compararse.

Situada en el lado opuesto -literal y metafóricamente- a una cinta anterior, “Siete pecas” (Sieben Sommersprossen), de Herrmann Zschoche, del año 1978, ingenua película de Alemania del Este, también situada en un campamento veraniego, “Adorables revoltosas” trataba, sin escatimar en lo escatológico, en las amistades, pero sobre todo rivalidades, entre la linda y elegante Ferris (Tatum O’Neal), y la masculina -fuma cigarrillos y masca chicles- Ángel (Kristy McNichol), quienes disputan por la apuesta, y el resto de las chicas del campamento. Desde las primeras escenas escuchamos una forma de hablar cotidiana, vulgarmente realista, y abiertamente sexual, entre las muchachas.

Ángel, que ocupa ya un sitio en el autobús, impide que Ferris, vestida de conjunto sastre y boina, ocupe el asiento desocupado a su lado, y terminan peleándose a puño limpio y jalándose los pelos por el suelo. Las muchachas representan, pues, los extremos en la escala social. Ya en el campamento, Ferris muestra interés en el entrenador, Gary Callahan (Armand Assante), uno de los pocos adultos en el sitio. Las chicas roban una máquina expendedora de condones de un baño para hombres, y Ferris, en complicidad con algunas compañeras, finge no saber nadar para que Callahan le enseñe (en realidad, que la sostenga en sus brazos), en el agua, mientras Ángel se inclina por el sexy Randy (Matt Dillon), un motero de cabello largo y pantalones ajustados. Entre las tantas actividades que las adolescentes realizan está la de espiar, mediante prismáticos, el campamento masculino, al otro lado del lago, donde los chicos se bañan desnudos, y reciben visitas de sus padres. El de Ferris a punto de separarse, y Ángel la de su madre, a quien le pregunta cómo fue su primera vez, aunque este punto de la trama se abandone demasiado pronto, y se olvide a favor del desarrollo dramático de la historia de las rivales.

Ángel -cuyo lema es “no dejes que mi nombre te engañe”-, falla (es decir, se arrepiente) al momento de acostarse con Randy la primera vez, que la despacha enojado, llamándola inmadura, a la par que Ferris, equiparándose a la Julieta shakesperiana, visita a Callahan en su cabaña, con tan sólo una ligera bata encima, y finge padecer una enfermedad mortal, para morir haciendo el amor con el entrenador que, éticamente, la disuade.

Irónicamente, los intentos de perder la virginidad de Ángel con Randy -que sí tiene sexo con él en una segunda ocasión, pero prefiere guardarse la experiencia para ella-, resultan ser los más tiernos y honestos, en contraste con los de Ferris, que miente al resto de las chicas el haberse acostado con Callahan, para presumir entre ese grupo de pícaras, donde cada quien se asume experta en sexo y, seguramente, todas son vírgenes.

El lado cómico recae sobre Penélope (Jenn Thompson), la niña con sobrepeso del grupo, cuyas observaciones sobre la vida adulta y el ser ella misma resultan, en última instancia, agridulces, y el lado frívolo en Cinder (Krista Errickson), la modelo adolescente que incita a la apuesta, y asegura que la energía reprimida (léase sexual) de Ángel y Ferris, que jamás han tenido sexo, las mantiene en continuo conflicto.

Si comparamos el “realismo” de “Adorables revoltosas”, aun con sus tintes de comedia y sentimentalismo, con el de “El club de los cinco” (The Breakfast Club, 1985), la obra maestra del cine juvenil de John Hughes, “Adorables revoltosas” pierde en profundidad, pero gana en inmediatez.

Para saber más:

“La comedia sexual adolescente, un viaje a sus orígenes” por Pedro Paunero.
https://www.correcamara.com.mx/inicio/int.php?mod=noticias_detalle&id_noticia=6588

“«La fan» y «Siete pecas» : Cine, erotismo y erotomanía en la Alemania de la pre reunificación” por Pedro Paunero.
https://www.correcamara.com.mx/inicio/int.php?mod=noticias_detalle&id_noticia=7879

Por Pedro Paunero

Pedro Paunero. Tuxpan, Veracruz, 1973. Cuentista, novelista, ensayista y crítico de cine. Pionero del Steampunk y Weird West. Colabora con diversos medios nacionales e internacionales. Votante extranjero de los Golden Globe Awards desde 2022.