Por Jean-Pierre Garcia*
En exclusiva de Cannes
“La Bella y la Manada” fue un libro antes de ser una película, publicado en Francia por una chica que tuvo que tomar el camino del exilio porque su historia le hizo imposible quedarse en su país sin ser insultada en cada cruce de calles. Esta chica fue violada por dos policías que la sorprendieron besándose con un amigo en un coche. Los agentes sacaron al joven del carro y un tercer policía fue con él a sacar dinero del cajero automático para cobrar la multa, mientras los otros violaban a la mujer. Ella acusó a los policías y el juicio dividió a Túnez: mucha gente decía que era la culpable, mientras una fracción menor apoyó la denuncia de este ultraje.
La directora Kaouther Ben Hania ha presentado “La Bella y la Manada” (“La Belle et la Meute”) dentro de la sección Una Cierta Mirada de Cannes, su tercer largometraje después de los excelentes “Le Challat de Tunis” (2015) y “Zeineb n’aime pas la neige” (2016). COn esta obra, Kaouther confirma su gran interés por los casos sociales y las crónicas locales. En diez plano-secuencias adapta la directora esta historia y nos permite, a lo largo de una noche, descubrir de modo profundo la cara oscura de su país.
La joven Meryem (Mariam Al Ferjani) se prepara para ir a un baile, vive en una pensión para chicas, la vemos riendo con sus alegres amigas. Durante este baile conoce a un joven, Youssef (Ghanem Zrelli), con quien sale a la calle para besarse. Andan por la playa cercana. En el plano siguiente la vemos huir como loca, Youssef la sigue corriendo hasta que se paran y la convence de ir a un hospital para que la curen y le den un certificado precisando que fue violada. Todo esto antes de ir a la comisaria para presentar una denuncia.
El filme nos introduce entonces en la locura y lo difícil que es pedir justicia y conseguirla en un sistema corrompido e inhumano, pues nadie quiere cuidar de ella. Otro plano secuencia y otro más, donde los policías fingen tomar registro de su declaración y al final lo envían al distrito policial del lugar donde fue violada. La noche pasa, ya es muy tarde para entrar a su pensión (pues sus puertas cierran a las 10 de la noche). Vuelve a la comisaría, otros oficiales llegan y entonces ella reconoce a sus dos violadores. Huye una vez más y se esconde, maltratada por los policías que la llaman puta, todos o casi todos.
Cada plano-secuencia es un episodio de horror, por las acciones y por los diálogos. La joven Meryem es filmada en planos muy cercanos mientras se precipita en este abismo tan cruel de la mente machista personificada de modo simbólico por esos policías.
La realización alterna los planos con colores azules de las paredes y de la luz artificial. Esta luz traduce muy bien el cautiverio mental en el que Meryem está siendo atrapada. En otros momentos, la dirección porpone un cierta teatralidad que da fuerza al drama.
La directora nos dice de modo sutil que Meryem no fue violada una vez sino toda la noche. Después de los aspectos físicos de la violación de Meryem, los policías van a someterla mediante las múltiples cadenas de la violación psicológica. En “La Bella y la Manada” se percibe un trabajo de guión y puesta en escena adecuado al trágico drama que vive esta joven mujer, en el que además la dirección de actores es igualmente perfecta.
Túnez ha sido, desde años y a pesar de su delicada situación política-social, uno de los países de África del Norte con un cine independiente de gran calidad. Esto lo que confirma su nueva generación de cineastas. Esperamos que la película de Kaouther Ben Hania encuenre un distribuidor en México y que se exhiba por toda la República.
“La Belle et la Meute” (La Bella y la Manada) de Kaouther Ben Hania
Tunisia, 2017, 100minutos
Selecion oficial : Un Certain Regard
* Jean-Pierre García es crítico e historiador de cine, fundó y dirigió el Festival Internacional de Cine de Amiens, Francia, de 1980 a 2011. Organizó varias retrospectivas y homenajes al cine mexicano y participó en el libro “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos mexicanos!. En 1996, creó el Fondo de Apoyo a Desarrollo de Guiones del Festival de Amiens. Ha sido integrante y presidente de varios jurados internacionales en Europa, África, Asia y América Latina. Es experto en políticas de financiamiento y apoyos a cines del hemisferio sur.