Por Hugo Lara
Ryan Bingham (George Clooney) es un ejecutivo que viaja por todo Estados Unidos para encargarse de los despidos de variadas compañías. Tiene una metodología y una experiencia infalibles, que le permiten manejar con habilidad los ataques de ira o de depresión de sus víctimas. Sin embargo, lo que más le obsesiona a Ryan de su vida nómada es la posibilidad de acumular millas de sus viaje aéreos para conseguir una tarjeta de granito muy exclusiva, que sólo se le ha dado a siete personas en el mundo, aquellas que han logrado superar 10 millones de millas.
Su rutina se ve afectada cuando su jefe le anuncia que probarán un nuevo sistema de despidos, a través de computadoras, para lo cual tiene que entrenar a una empeñosa pero inexperta ejecutiva, Natalie Keener (Anna Kendrick), con quien debe realizar un viaje para capacitarla. Ryan también se enfrenta a un romance con otra ejecutiva que viaja tanto como él y que ha conocido en un aeropuerto, Alex Goran (Vera Farmiga), quien parece la horma exacta de sus zapatos. Ante ese escenario, Ryan se replantea su vida sin arraigo y comienza una transformación tocado por la idea de establecerse con alguien.
Esta es la trama de Up in the Air, filme dirigida por Jason Reitman, el responsable de Thank You for Smoking (2005) y del sonado éxito Juno (2007), titulada en México absurdamente Crecer, correr y tropezarse. Reitman es también el guionista del filme, junto con Sheldon Turner , basados en la novela de Walter Kirn.
Up in the Air responde con claridad al esquema del llamado cine independiente de Estados Unidos, un tipo de producción que desde hace varios años se ha vuelto sofisticada, y que suele contar con las actuaciones de al menos una gran estrella de Hollywood que quiere ponerse en la palestra como actor serio (y sobre todo en busca de premios), en este caso George Clooney.
El cine independiente en Estados Unidos, más que un modelo de producción de bajo presupuesto, que pretendía una búsqueda experimental estéticamente o bien que poseía una visión irreverente y contestataria de aquella sociedad —como solía ser en los años sesentas y setentas—, se ha vuelto en cambio un subgénero, un trademark con sus propios códigos narrativos: personajes solitarios, anómalos pero entrañables, música acústica, humor incómodo, dramas agridulces, ambientes comunes de la gente de a pie, el pintoresquismo de los gringos… En fin, todos esos infaltables que han acuñado, en la última década, filmes como Garden State (Zach Braff, 2004), Transamerica (Duncan Tucker, 2005), Little Miss Sunshine (Jonathan Dayton, Valerie Faris, 2006) y la ya mencionada Juno.
Más allá de eso, lejos están de ser filmes hechos con estrategia guerrillera, a contracorriente, con dinero prestado de la tía del director. Para darse una idea de lo que estamos hablando, Up in the Air, dentro de su modesta factura, tiene un presupuesto de 30 millones de dólares, es decir, podrían hacerse entre 10 y 15 filmes mexicanos con ese mismo dinero.
Como sea, Reitman es un especialista en este territorio. Sabe encontrar el tono adecuado, hacer sentir al público “la textura de la vida”, crear la atmósfera con carga melancólica en el que se desenvuelve el personaje de Clooney, darle peso a las sutilezas y a los detalles, que destaca en ciertas secuencias, como el momento en que el piloto que interpreta Sam Elliot, con su presencia patriarcal, hace entrega de la anhelada tarjeta exclusiva, en una escena con tintes de ensoñación. También Reitman sabe producir la química entre su portagonista y la actriz Vera Farmiga, que luce sobria y convincente, lo mismo que Anna Kendrick, que se desenvuelve con solvencia como una aprendiz que pasa de la frialdad al asombro sobre la crudeza de la vida. En el conjunto, vemos a un grupo de personajes que se desmoronan ante un cambio en sus existencias, personajes que transitan por el vacío y el egoísmo, pero que se abren una oportunidad para cambiar en un momento dado.
Up in the Air ha sido reconocida con varios premios en Estados Unidos y se encuentra entre las favoritas en seis categorías de los Oscares. Es una película interesante, aunque por momentos complaciente con las expectativas del espectador, hasta cierto punto conservador, pues no hay en el relato ningún riesgo auténtico desde el punto de vista de la dirección. No obstante, Up in the Air es una cinta representativa de Reitman quien se muestra agudo para los detalles y consistente entre sus anteriores filmes y éste, de suerte que parece que está conformando una verdadera filmografía de autor. A la Academia le gusta esto y seguramente le dará una recompensa.
UP IN THE AIR
(Estados Unidos 2.009, 108 Minutos)
Dirección: Jason Reitman. Guión: Jason Reitman y Sheldon Turner; sobre la novela de Walter Kirn. Fotografía: Eric Steelberg. Música original: Rolfe Kent. Edición: Dana E. Glauberman. Diseño de producción: Steve Saklad. Reparto: George Clooney, Vera Farmiga, Anna Kendrick, Jason Bateman,
Danny McBride, Melanie Lynskey, Amy Morton, Sam Elliott, J.K. Simmons,
Zach Galifianakis, Chris Lowell.