Por Hugo Lara
“Amor Eterno” (Un long dimanche de fiançailles/A very long engagment, 2004) está basada en la novela del popular escritor francés Sébastien Japrisot, convertido en guión por el propio director Jean Paul Jeaunet y por Guillaume Laurant. Es una película romántica y de época, ubicada durante la primera guerra mundial y la inmediata postguerra, en los primeros años veintes.
“Amor Eterno” narra la historia de cinco soldados franceses que son condenados a muerte por provocarse heridas con la idea de engañar a sus superiores para que los regresen a casa. Como son descubiertos, una corte marcial decide dejarlos a su suerte en la tierra de nadie, entre las trincheras francesas y alemanas, expuestos al fuego cruzado. Las primeras evidencias y testimonios dan por un hecho su muerte. Pero una de las novias de uno de estos soldados, Mathilde, precisamente encarnada por Audrey Tautau, una chica huérfana que vive con sus tíos, fantasiosa y tierna y que sufrió de polio en su infancia, se niega a creer el trágico desenlace de su amado, un joven despistado llamado Manech (Gaspard Ulliel), que conoce de su pueblo desde que eran niños.
Así que decide realizar una investigación de lo sucedido aquella tarde trágica para encontrar a su amado. Con la ayuda de un detective, de algunos testigos y de las novias y esposas de los otros cuatro soldados, Mathilde reconstruye un intrincado rompecabezas lleno de sorpresas e increíbles hallazgos que conducen al espectador por un laberinto muy emocionante y entretenido.
“Amor Eterno” reúne nuevamente al director Jean Pierre Jeunet y a la actriz Audrey Tautau, que trabajaron juntos por vez primera en la muy recordada cinta Amelie (2001), de mucho éxito en su momento y que convirtió a la Tautau en una celebridad del cine europeo.
Jean Pierre Jeanet es uno de los directores franceses más apreciados en el mundo. Sus películas como Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos, (que codirigió al lado de Marc Caro) son universos llenos de personajes y situaciones exóticas y muy imaginativas. Amor Eterno quizás se emparenta más con Amelie, no solo por el hecho de que Audrey Tautau encarna a las protagonistas de las dos cintas, sino porque son dos historias contadas desde el punto de vista de una heroína tremendamente humana y sensible, que vive en su propio mundo y sus fantasías y que de ahí toma fuerzas para enfrentarse a una dura realidad. También porque ambas historias son narradas en un tono agridulce, con abundante humor y ternura. Yo diría que además, en Amor Eterno, se desliza entre la historia romántica y el misterio, un sutil discurso antibelicista que cuestiona el ridículo entorno de las guerras.
En cuanto a la producción se trata definitivamente de una película redonda. La reconstrucción de época es muy buena, el diseño de la producción (Aline Bonetto) y la narrativa visual están armados con el estilo virtuoso del director Jeaunet y del fotógrafo Bruno Delbonnel (Amelie), la música es sensacional del neoyorkino Angelo Badalamenti (Mulholland Dr. 2001); los actores de cuadro de muy buen nivel, entre los cuales los seguidores del cine de Jeunet podrán identificar a Dominique Pinon, uno de los actores más socorridos por el director. Por ahí, además, los espectadores van a encontrar a Jodie Foster, con un pequeño pero colorido papel. En fin, es una producción que se enmarca dentro de la estrategia del cine francés de ubicarse como una opción para el público masivo frente al cine de Hollywood, basada en una estructura de género, en una narrativa clásica pero muy efectiva y con el estilo de un director muy creativo. Eso sí, la película que dura más de dos horas (134 min.) le va a exigir al espectador mucha atención, porque la trama está poblada de detalles y pistas que es necesario seguir con cuidado, porque si no se corre el riesgo de perder el hilo de la narración.
Cabría mencionar el detalle acerca de la polémica sobre la nacionalidad de esta película. Aunque Amor Eterno es a todas luces una película francesa, con actores frances, directo y todo, sin embargo, estuvo rodeada de una fuerte polémica acerca de su nacionalidad en virtud de que la Warner aportó una fuerte suma de capital a su producción y, por eso mismo, fue rechazada del festival de cannes como película francesa.
Nominada a los premios Oscar en las categorías de Best Achievement in Art Direction
(Aline Bonetto) y Best Achievement in Cinematography (Bruno Delbonnel)
Nominada a 12 premios César, de los cuales resultó ganadora de cinco de ellos: César Best Cinematography (Meilleure photographie), Best Costume Design (Meilleurs costumes) Madeline Fontaine; Best Production Design (Meilleurs décors) Best Supporting Actress (Meilleur second rôle féminin)
Marion Cotillard, Most Promising Actor (Meilleur jeune espoir masculin)
Gaspard Ulliel

