Por Hugo Lara Chávez

Edward Scissorhands (John Deep), una especie de Frankestein contemporáneo, es la creación de un viejo inventor quien vive en un castillo a las afueras de una apacible ciudad estadunidense. Sin embargo, la perfección de Edward no puede ser concluida porque su creador muere antes de ponerle las manos. Edward queda confinado en el lúgubre castillo, y vive sólo ahí sin mayor esparcimiento que podar los arbustos del jardín para hacer verdaderas esculturas, hasta que es descubierto por la fracasada vendedora de Avon, Pegg Boggs (Diane Wiest), quien conmovida por la soledad del misterioso muchacho, lo lleva a vivir con su familia. El nuevo personaje despierta en los vecinos inicialmente mucho interés y curiosidad, lo que lo convierte en el personaje central del barrio, aunque no por mucho tiempo, pues los malos entendidos lo llevan a ser atacado y perseguido. La situación se complica cuando Edward se enamora de la hermosa Kim (Wynona Ryder), la hija de Pegg.

El joven director Tim Burton (“Beetlejuice, el superfnatasma”, 1987 y “Batman”, 1989) se ha venido a erigir en uno de los nuevos valores del cine fantástico estadunidense. Con una gran capacidad para narrar una bella y emotiva historia, Burton y su gionista Caroline Thompson, son al mismo tiempo, severos críoticos del “american way of life”. La historia está delimitada por la confrontación de dos mundos: el mágico e inocente con aspecto macabro de Edward; y el macabro con aspecto de una armoniosa realidad: la caricaturización del realismo depredador de la sociedad de consumo a donde Edward es llevado.

De acuerdo a ello, sólo basta un pequeño incidente para que la cotidianiudad se altere y se torne en su polo opuesto, invocando temporalmente a la locura que se esconde en esa “normalidad”. La filtración de la fantasía en un mundo absurdamente real sufre lo predecible: es repelido. Burton demuestra su talento para el género, formal y narrativamente, afinando un estilo ya de por sí sólido.

“El joven manos de Tijeras” (“Edwatrd Scissorhands”, EU 1990) Director: Tim Burton. Productor: Nenise Dinovi y Tim Burton. Guión: Caroline Thoompson. Música: Danny Elfman. Efectos: Stan Winston. Edición: Richard Halsey. Diseñador de producción: Bo Welch. Foto: Stefan Czapsaky. Con: John Deep, Wynona Ryder, Diane Wiest, Vincent Price, Kathy Bak4e3r, Antony Michael Hall. Dist:

Por Hugo Lara Chávez

Investigador, escritor y cineasta, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Artes (2023). Egresado de la Licenciatura en Comunicación por la Universidad Iberoamericana. Ha producido el largometraje Ojos que no ven (2022), además de dirigir, escribir y producir el largometraje Cuando los hijos regresan (2017) y el cortometraje Cuatro minutos (2021). Fue productor de la serie televisiva La calle, el aula y la pantalla (2012), entre otros. Como autor y coautor ha publicado los libros Pancho Villa en el cine (2023), Zapata en el cine (2019) en calidad de coordinador, Dos amantes furtivos: cine y teatro mexicanos (2016), Ciudad de cine (2011), *Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-2011* (2011), Cine y revolución (2010) como editor, y Cine antropológico mexicano (2009). En el ámbito curatorial, fue curador de la exposición La Ciudad del Cine (2008) y co-curadór de Cine y Revolución presentada en el Antiguo Colegio de San Ildefonso (2010).En el ámbito periodístico, ha desarrollado crítica de cine, investigación y difusión cinematográfica en diferentes espacios. Desde 2002 dirige el portal de cine CorreCamara.com. Es votante invitado para The Golden Globes 2025.