Por Hugo Lara Chávez
George Fauré (Gerard Depardieu) y Brönte Parrish (Andie MacDowell), sin haberse visto antes contraen matrimonio sólo por motivos coincidentes: él es un inmigrante francés que necesita conseguir su permiso de residente (“greencard”); ella es una horticulturista apasionada que le ha echado el ojo a un departamento-invernadero, pero para rentarlo necesita cumplir el principal requisito: estar casada. George y Brönte son personajes antagónicos (él es un poco vulgar y tosco; ella, la neoyorkina delicada), factor que sirve para condimentar y complicar la situación cuando, debido a una investigación del Servicio de Inmigración, se ven obligados a convivir juntos para inventar una coartada y para que a la vista de Inmigración, su matrimonio tenga credibilidad.
“Matrimonio por conveniencia” es una comedia. Con esta película hace su debut en Hollywood el actor más famoso en la actualidad en Francia, Gerard Depardieu. Por su parte, después del sonoro éxito de “La sociedad de los poetas muertos”, el cineasta de origen australiano Peter Weir, quien en su haber tiene películas como Gallipolli” (1981) y “Testigo en peligro (1985), sigue en un tono suave y convencional, pero lograr una divertida película que basa su estructura en la alterada fórmula “boy-meet girl”.
El director aprovecha el carácter antagónico de sus personajes y las enredadas situaciones para redondear ciertos momentos (la secuencia en una azotea donde George y Bronte se han de fotografiar es destacable).
“Matrimonio por conveniencia” (“Greencard”, EU 1990) Dirección: Peter Weir. Con: Gérard De`pardieru, Andie MacDowell, Greg Eldman. Guión: Peter Weir. Producción: Edward S. Feldman. Música: Hans Zimmer. Foto: Geoffrey Simpson. VIdeo: Videovisa.

