Por Hugo Lara
“Café” (2014) es el segundo largometraje documental de Hatuey Viveros (México, 1974), egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica y quien anteriormente había presentado “Mi universo en minúsculas” (2010). Ganadora del premio Kukulkán de la sección de competencia Plataforma Mexicana dentro del recién concluido Riviera Maya Film Festival (RMFF), “Café” es una película de corte etnográfico, centrado en una familia indígena nahua que vive en la Sierra de Puebla, en las inmediaciones de Cuetzalan.
El filme de Viveros narra el ciclo comprendido a partir del sepelio del padre de familia hasta su primer aniversario luctuoso. En este trayecto, seguimos a su viuda Teresa y a sus hijos Jorge y Chayo que se enfrentan a nuevos desafíos de la vida: en el caso de él, lograr titularse como abogado con honores, y el de Chayo, a sus 16 años, resolver un embarazo involuntario.
En la tradición del documental mexicano sobre el mundo indígena que ha tenido notables exponentes como Nicolás Echevarría (“Judea: Semana Santa entre los coras” de 1973; o “Hikure-tame, peregrinación del peyote” de 1975), “Café” es un filme construido sosegadamente, que busca capturar algunos detalle íntimos de la vida, la rutina y la atmósfera de esta familia nahua, mientras conversan en su lengua indígena, acuden al mercado, cocinan o caminan por las inmediaciones de Cuetzalan o su comunidad San Miguel Tzinacapan, en medio del espectacular paisaje montañés y sus peculiares sonidos.
Narrado de forma lineal, algo convencional con un ritmo lento y contemplativo —en un estilo naturalista que el crítico Jorge Ayala Blanco bautizó como “cine del abismo” o “cine extremo”— la cámara a cargo del propio Viveros se embelesa con la belleza del paisaje o con ciertos elementos que aparecen con reiteración, como los guajolotes. También se deslizan algunas reflexiones en torno a la pobreza o el aislamiento de estas humildes comunidades, sin caer en el chantaje o la denuncia tremendista.
En un país como México donde suele perderse de vista la gran diversidad y multiculturalidad que representan las comunidades indígenas, “Café” resulta un filme pertinente y necesario, de impecable factura y de una buena carga poética. Cabe advertir que es un filme que hay que disfrutar con paciencia, sobre todo aquellos espectadores poco habituados a ver documentales.
Café (2014)
Director: Hatuey Viveros Lavielle. Guión: Mónica Revilla y Hatuey Viveros. Producción: Carlos Hernández Vázquez, Hatuey Viveros Lavielle. Compañías Productoras: FOPROCINE, IMCINE, Aldea Cine. Fotografía: Hatuey Viveros Lavielle. Edición: Pedro G. García. Sonido: Axel Muñoz Barba, Pablo Fernández. Reparto: Jorge Hernández, Rosario Hernández, Teresa Desión