Por Andrés Bayona

En “Sonidos del Corazón” (Hearts Beat Loud. 2018), un viudo (Nick Offerman), quien es dueño de una tienda de vinilos en Brooklyn, presiona a su hija (Kiersey Clemons) para que abandone sus planes profesionales y se dedique a brillar en una banda de rock. Esta idea surge después de que el padre compartiera un demo que grabó en Spotify, el cual causa sensación entre los usuarios de esa aplicación y demuestra que su hija tiene todo el potencial para brillar en la industria musical.

Brett Haley, director y libretista de “Sonidos del Corazón”, nos presenta una serie de situaciones flojas y una dinámica poco interesante entre Offerman y Clemons. Es un drama reciclado que pudo aprovechar su potencial para hacer más dinámica, alegre y divertida esta historia. La película ocurre durante el último verano de Sam (Clemons) en Nueva York, antes de iniciar sus estudios universitarios. Por razones inexplicables, Frank está anonadado por haber criado a una hija, cuya pasión está más enfocada en los libros de medicina que en el piano. Sin embargo, las verdaderas pasiones de Sam no lo detienen para convencerla de tirar ese sueño por la borda, de sacar adelante a la banda y de revivir los viejos tiempos de su padre.

Pero ¿realmente vale la pena sacrificar los planes académicos por este sueño? El negocio de discos de Frank no va nada bien. Por ello, Leslie (Toni Collette), quien le renta el departamento a Frank, decide apoyarlo, así como su amigo, Dave (Ted Danson), quien trabaja en un bar. Mientras tanto, Sam inicia un romance de verano con una artista llamada Rose (Sasha Lane).

Es así como Frank aprovecha para pedirle a su hija inspirarse en sus vivencias de adolescente para componer sus canciones. A pesar de sus buenas intenciones, “Sonidos del Corazón” no sabe por cuál vía irse. Presenta diferentes momentos de conflicto entre los personajes, pero ninguno logra desarrollarse en profundidad. Frank tiene a una madre (Blythe Danner), cuya salud sigue en deterioro; echa a perder su relación con Leslie; no está seguro de poder pagar la universidad de Sam. La suma de estos problemas, sin duda, explica la obsesión de asegurarse de que Sam postergue la universidad y se vaya de gira musical con él. Sin embargo, la manera como se desarrollan las historias no genera mayor interés ya que estos personajes son poco creíbles y, honestamente, aburridos.

“Sonidos del Corazón” no logra conectar o ir más allá de lo evidente. Sigue siendo una cinta acerca de una hija y su padre, quienes empiezan una banda juntos. Ésta pudo ser una conmovedora comedia con situaciones mejor estructuradas. En cambio, la película de Haley opera como un drama amargo con algunos momentos que lo harán sonreír. Sabemos que la música puede llegar a deprimirnos, pero la comedia siempre debe hacernos reír.

Título original: Hearts Beat Loud: 97 minutos. Dirección: Brett Haley. Guion: Brett Haley y Marc Basch. Música: Keegan DeWitt. Fotografía: Eric Lin. Reparto: Nick Offerman, Kiersey Clemons, Ted Danson, Sasha Lane, Blythe Danner y Toni Collette.