Por Andrés Bayona

En la aterradora y efectiva “Un lugar En Silencio” (A Quiet Place, 2018), los humanos no tienen que sentir temor por los asesinos en serie, ni a los fantasmas asiáticos o a las presencias demoniacas. Esta vez a quien deben huirle es a monstruos alienígenos con la particularidad de que son literalmente ciegos. El problema es que si hacen ruido, por más mínimo que sea, activan el audaz y sensible mecanismo auditivo de estas feroces criaturas, quienes usan el sonido como un medio efectivo para aniquilar a sus presas. 

John Krasinski dirigió, co-escribió y actuó en “Un Lugar En Silencio”. Su esposa, detrás de cámaras, Emily Blunt, también interpreta a su pareja en la cinta. En la historia, esta familia, además de vivir en alerta permanentemente y de cuidar cada paso que dan para, precisamente, no hacer ningún tipo de ruido que los ponga en peligro, tiene varios puntos a su favor. Viven en una granja a las afueras de Nueva York en donde subsisten de sus cosechas. El padre (Krasinski) tiene habilidades extraordinarias de supervivencia, desde ingenios recursivos para pescar sin ser detectado y la instalación de cámaras de seguridad en su casa, hasta un elaborado sistema de iluminación para alertar el peligro en la zona. Una de sus hijas, Regan (Millicent Simmonds), es sorda y por ello toda la familia sabe hablar en lenguaje de señas. Y acá hago un paréntesis para resaltar la actuación de Simmonds, quien es sorda en la vida real, y es increíblemente brillante en esta cinta.

A pesar de asociar a Krasinski con series como “The Office”, además cintas como “It’s Complicated” y “Dreamgirls”, su trabajo como director en esta película es impresionante y lo solidifica como un artista con la habilidad de crear escenas terroríficas, envolventes y lo suficientemente inteligentes como para afirmar que “Un Lugar En Silencio” es una de las películas de terror más efectivas en los últimos años.  

La última vez que recuerdo haber sentido y preocupado intensamente por los personajes en una película de terror, fue probablemente con “El Conjuro”. Algo similar me pasó con “Un Lugar En Silencio”, la cual considero una montaña rusa de emociones, suspenso y terror, cargado de adrenalina y mucha ansiedad. Y resalto estos elementos porque considero que le han dado un respiro al género de terror, el cual últimamente ha caído en lo vago, en lo inexplicable y en lo predecible.

A pesar de ser una narración libre de texto, ya que en su mayoría es por medio de lenguaje de señas, lo que hace efectiva a “Un Lugar En El Silencio” es la facilidad con la que el espectador se sumerge en la historia durante sus cortos 90 minutos, en los que vemos día a día la lucha de esta familia por su supervivencia.  Así mismo, la música compuesta por Marco Beltrami (también responsable de componer la música en las películas similares como “Scream”, “Vuelo Nocturno” y “The Faculty”) suministra mayor tensión, acorde con cada momento de la película y determinante en las cintas de terror.

En la primera mitad de “Un Lugar En Silencio” los personajes nos enseñan las reglas de supervivencia; en la segunda, ellos aprenden a implementar reglas nuevas y en la última llegamos a una explosión de emociones que nos termina dando una sensación de inmensa satisfacción por haber visto una cinta efectiva que resalta el factor humano por encima de los sustos predecibles e incompetentes.    

Título original: A Quiet Place.
Duración: 90 min.
Dirección: John Krasinski.
Guion: Bryan Woods, Scott Beck y John Krasinski.
Música: Marco Beltrami. 
Fotografía: Charlotte Bruus Christensen.  
Reparto: Emily Blunt, John Krasinski, Millicent Simmonds y Noah Jupe.