Por Hugo Lara Chávez

Con “Un monstruo de mil cabezas” (2015), Rodrigo Plá (Montevideo, Uruguay, 1968) se confirma como uno de los directores más consistentes del cine mexicano de los años recientes. Sus filmes exhiben rigor y originalidad tanto en la intención narrativa como en los aspectos estilísticos de la realización, ya vistos en su debut en “La zona” (2007), a la que siguieron “Desierto adentro” (2008) y “La demora” (2012). En todos sus trabajos, Plá se ha beneficiado del guion de Laura Santullo (Montevideo, 1970), su esposa, lo que los convierte en un tándem creativo digno de llamar la atención.

Después de exhibirse en algunos festivales importantes con buena acogida, “Un monstruo de mil cabezas” es un filme intenso y bien articulado. Sonia Bonet (Jana Raluy), una mujer madura, tiene que hacerse cargo de la enfermedad de su esposo afectado gravemente de cáncer. Sin embargo, recibe la negativa de parte de su compañía de seguro de autorizar un tratamiento muy costoso. Convencida de tener los argumentos a su favor, visita acompañada de su hijo Darío (Sebastián Aguirre) al doctor Villalba (Hugo Albores), quien firmó la negativa. En su oficina, Villalba la evade pero ella lo sigue hasta su casa para convencerlo y, cuando él nuevamente se niega a ayudarla,  Sonia lo amenaza con un arma. Así comienza una jornada desesperada que lleva a la mujer junto a su hijo adolescente a recorrer la ciudad y más allá, para forzar a los directivos del seguro a salvar a su esposo.

Uno de los principales valores de “Un monstruo de mil cabezas” (2015) es precisamente el guión, basado en una novela de Santullo que se publicó recientemente. En la narración se juega con distintos puntos de vista de variados personajes para ensamblar la trama, lo que funciona para generar contrapuntos y rompimientos que estiran la tensión o la desahogan con ingenio.  La desesperación es el motor que mueve al personaje protagonistas, interpretada estupendamente por Jana Raluy, que da vida a una mujer enérgica y resuelta en un “día de furia”, aludiendo al filme “Falling Down” (1993) de Joel Schumacher. En este caso, la mujer lucha contra un sistema corporativo burocratizado e inhumano, un “monstruo de mil cabezas” representado por los ejecutivos a los que va sometiendo uno por uno, hasta llegar a una situación límite. En la desesperación de la mujer también se asoma la determinación del cariño hacia su esposo (al que por cierto nunca vemos en pantalla), hacia su familia, hacia su hijo, así como la vulnerabilidad de su aparente estabilidad. Y en esta crónica vertiginosa sobre una mujer común luchando contra el sistema, el director deja ver su sensibilidad e inteligencia para aportarle la ternura necesaria a su personaje.

El guión está basado en una novela de Laura Santullo que se publicó recientemente

Plá filma “Un monstruo de mil cabezas” con un tono en el que se permite cierto humor, siempre con sobriedad y elegancia, apoyado visualmente en la dirección de arte de Bárbara Enríquez y Alejandro García que aplican una paleta de colores de gamas verdes y ocres, así como en el gran trabajo del fotógrafo Odei Zabaleta, quien utiliza en planos recurrentes los reflejos en los vidrios, así como otros recursos originales, como el punto de vista de alguien que espía. El director también emplea elementos sonoros, como los partidos de futbol, para generar una sensación de lo cotidiano mientras se desarrolla su trama frenética y absurda, tan absurda como es la realidad misma. En este sentido, hay varias escenas bien logradas que demuestran esa mirada hacia la realidad absurda, como la que transcurre en el club deportivo o en la casa del doctor Sandoval (Emilio Echevarría). Igualmente, vale la pena observar el aporte que hace el conjunto actoral además de la protagonista, como el joven Salvador Aguirre, así como de las breves apariciones de Daniel Giménez Cacho, Harold Torres, Marisol Centeno y otros.

“Un monstruo de mil cabezas” es una película que gustó a la crítica y al público en los diferentes festivales donde se ha exhibido y puede refrendar esta tendencia ahora que llega a las salas comerciales.

Un monstruo de mil cabezas

Dirección: Rodrigo Plá; Guión: Laura Santullo; Producción: Buenaventura, Rodrigo Plá, Rodrigo, Sandino Saravia Vinay; Fotografia: Odei Zabaleta; Edición: Miguel Schverdfinger; Música: Jacobo Lieberman, Leonardo Heiblum; Reparto: Jana Raluy (Sonia Bonet), Sebastián Aguirre (Darío), Hugo Albores (doctor Villalba), Nora Huerta (Lilia), Daniel Giménez Cacho (Nicolás Pietro), Emilio Echevarría (Sandoval), Ilya Cazés (Notaio), Noé Hernández (Guardia notturna), Verónica Falcón (Lorena Morgan); Úrsula Pruneda, Harold Torres, Marco Antonio Aguirre, Marisol Centeno, Ivan Cortes.  Duración: 76’

 

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.