El cine mexicano estrena estímulos para la distribución con reglas poco claras

Cine Mexicano SA

Por Juan Manuel Badillo

El estímulo para la distribución de cine mexicano forma parte de los 280 millones de pesos en apoyos que anunció el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) para apoyar proyectos en pintura, danza, creación literaria y musical. De los cuales se otorgarán 80 millones de pesos solamente para el cine nacional y hasta 2 millones de pesos por película que servirán para publicidad y distribución en salas de cine.

Las bases de dicho fondo se publicaron la primera semana de julio, pero se tardaron más de un año en redactar las reglas de operación, sin poder aclarar del todo las dudas sobre cómo y para qué se utilizará el dinero.

Existen, por ejemplo, dudas sobre si ese dinero de los impuestos servirá también para pagar la cuota por copias digitales (VPF), que beneficia principalmente a los exhibidores privados.

“No convendría, porque de lo que se trata es estimular la comunicación con el público y si ese dinero se diera para el VFP no serviría para eso”, dijo Víctor Ugalde, de la Sociedad Mexicana de Directores.

“Los dos millones son para incrementar propaganda, publicidad, promoción, y todos los gastos para el lanzamiento; en parte debe ser para hacer más copias pero colocándolas en la mayor parte de los estados”, agregó el líder del gremio de cineastas.

Los productores y hermanos Fernando y Billy Rovzar incursionarán en la distribución de películas y confesaron que aplicarán a los nuevos estímulos para lograrlo. “Después de Lucía” de Michel Franco, premiada en la sección Una cierta Mirada en Cannes, será el primer título de Lemon Distribución.

“Estamos preparando el business plan y si se va a hacer un levantamiento de fondos de recursos, el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) de hecho tiene un nuevo incentivo fiscal para distribución y vamos a hacer uso de eso y otros apoyos”, informó Billy Rovzar.

La nueva empresa moverá títulos nacionales y extranjeros, de arte y comerciales. “El cine de arte también puede ser taquillero”, aclaró.

“No creemos en las películas distribuidas con pocas copias y que solamente las vean unos cuantos”, indicó el joven empresario.