Por Leticia Carrillo


Amparito Arozamena, actriz de cine, teatro y televisión con participación en más de 120 películas, falleció en la Ciudad de México este jueves 30 de abril a la edad de 92 años, a causa de un paro cardíaco.


El viernes 1º de mayo, sus restos fueron cremados y depositados en una urna en la Iglesia de Santo Tomás Moro. Cabe recordar que desde 2006 Arozamena padecía de insuficiencia renal crónica, insuficiencia cardíaca y presión alta.


La actriz, famosa por su papel de La Tarántula en la serie cómica Los Beverly de Peralvillo, inició su carrera artística en el teatro de revista a los cinco años y a los trece, incursionó por primera vez en el cine en la producción chilena La calle de los sueños, de Jorge Diano (1929).


Recientemente había recibido por parte de la ANDA la medalla que lleva su nombre y que fue instituida para celebrar a intérpretes con 75 años de carrera ininterrumpida, como fue su caso.


En 2004, el Festival Internacional de Cine Expresión en Corto, le rindió un homenaje junto a Silvia Pinal en el que ambas fueron consideradas como “pilares del cine mexicano”.


Amparo Arozamena nació el 24 de agosto de 1916, hija del actor Eduardo “Nanché” Arozamena y la tiplé o soprano Clemencia Sánchez. Con la compañía teatral de su hermano Juan viajó por México, Cuba y España para después fundar la suya, al lado de sus hermanas Luisa y Guadalupe.


Su primera participación en el cine mexicano se dio en 1933 en Almas encontradas, de Raphael J. Sevilla. En la pantalla grande alternó con cómicos de la como Cantinflas, Resortes y Mauricio Garcés o galanes como Pedro Infante, Jorge Negrete y Pedro Armendáriz.


Su vena cómica fue explotada por los directores Chano Urueta, Fernando Cortés, Renés Cardona, Tito Davison y Agustín Delgado.


De las películas en las que participó destacan Cuando los padres se quedan solos, de Juan Bustillo Oro; Al son del mambo, de Chano Urueta; Dos hijos desobedientes, de Jaime Salvador; Gallo corriente, gallo valiente, de Jaime Salvador; Las hijas de don Laureano, de Gilberto Martínez Solares; Sobre el muerto las coronas, de José Díaz Morales y La divina garza, de Humberto Gómez Landero.


Qué familia tan cotorra, de Fernando Cortés fue la adaptación fílmica de la popular emisión Los Beverly de Peralvillo, mientras que su último trabajo en cine fue en Reclusorio III (1998) con el también fallecido director Ismael Rodríguez, realizador de los más grandes éxitos de Pedro Infante.


Le sobreviven sus sobrinas, la escritora de telenovelas Marissa Garrido y la actriz Amparo Garrido.