Por Manuel Cruz
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Acapulco. Todos amamos a Silvia Pinal. Esa fue la consigna el día de ayer, que exceptuando la función matutina de la excelente “Quebranto” y el peculiar estreno de “Tierra de Sangre” (o que sucede al hacer un episodio de Game of Thrones a la mexicana) consistió en un homenaje a Silvia Pinal, ícono del cine mexicano, colaboradora frecuente de Buñuel, actriz que continua trabajando después de tantos años (“Tercera llamada”, una de sus cintas más recientes, forma parte del festival y será reseñada posteriormente) y… por alguna razón misteriosa, probablemente fuera de su control, nos dejó sin comer por media hora, precisamente en un banquete puesto en su honor por el festival (con manteles de un verde reminisciente a los hospitales de telenovela).
Por un buen rato, el actor Fernando Allende y un grupo de mariachis procedieron a cantar serenatas, siendo relevados por José Antonio López Tercero, fascinante actor de comedia musical, y demás personajes. Pero el momento más notable fue la intervención de los meseros del hotel, uniéndose a la serie de canciones, algunas más románticas, y otras un poco suicidas.
Para la noche, se presentó la cinta “Tierra de Sangre”, el resultado de hacer una gran película con temas de fantasía, un enorme presupuesto, parlamentos en inglés (sigo sin entender porqué) y la presencia estelar de José María de Tavira y Aislinn Derbez. ¿El resultado? Más adelante…
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