Por Hugo Lara
Desde Morelia

Los largometrajes documentales “Niña sola” y “Maricarmen” abrieron la sección competitiva de largometraje documental mexicano de la 17 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Son dos propuestas que van en caminos muy diferentes, aunque tienen en común que se asoman a universos femeninos con sus propias características y perspectivas.

“Niña sola” del realizador Javier Ávil, está centrado en los feminicidios vistos a través del caso de Cinthia, una joven de 19 años asesinada en uno de los barrios marginales de Tijuana. Su historia es revisado en este documental, quien, estando en su propia casa, no quedó a salvo de la violencia de género. El caso se recontruye mediante el testimonio de su madre y su hermana, Arcelia y Bertha respectivamente,  quienes dan cuenta de la vida de Cinthia, sus relaciones, noviazgos y amistades, hasta ser víctima de Omar, el ex amante de su propio madre, quien hasta la fecha sigue impune.

Los testimonios se presentan principalmente en voz en off, mientras se retratan aspectos de la rutina cotidiana de las mujeres, casi como presencias fantasmales sumidas en su dolor, mientras en otros tramos se observan las calles populosas de Tijuana o el barrio proletario, con sus rincones vandalizados y sucios. La hermana además  narra la violencia física que ha recibido por parte de su violento marido. El relato desgrana la relación tóxica de tantos años que Arcelia sostuvo con Omar, el acoso y la violencia de éste, y los trágicos efectos que esto tuvo sobre sus hijas y ella misma, quienes viven con miedo y paranoia.

A pesar de su inicio divagante, a la mitad del metraje logra mayor cohesión y al final se convierte en un registro que da cuenta de la gravedad del tema de la violencia de género en México, en particular en sus zonas y clases marginales. Los testimonios son muy dramáticos, que dan cuenta no sólo de la forma en que se gesta el crimen, sino de la in operancia y ineficacia de la policía y las autoridades, que criminalizan a las víctimas. Arecelia y su familia intentan rehacer su vida, sin dejar de reclamar una justicia que parece inasible.

Por su parte, “Maricarmen”, dirigido por Sergio Morkin, está inspirado en la autobiografía de Maricarmen Graue “Mirar Mirándome”. Maricarmen es una chelista ciega, de edad madura, cuya vida es ejemplo de resiliencia, por su actitud creativa, su capacidad para enfrentar su discapacidad en una ciudad caótica y con frecuencia agresiva. Maricarmen narra desde su perspectiva, en voz off, sus sensaciones y las impresiones de su cotidianidad, que hace totalmente independiente (vive sola) mientras se desplaza por el metro o las calles. Igualmente, se le retrata durante las clases de chelo que brinda a diferentes jóvenes (incluso en un taller en la Sierra Mixe). 

Con humor y calidez, Maricarmen permite adentrarnos en su vida íntima, admirar su sensibilidad artística (pues también llega a experimentar con la pintura) y entender el proceso de su ceguera, a raíz de un galucoma congénito que la afectó desde la infancia y que  la llevó a perder el ojo derecho desde los siete años y usar prótesis  de vidrio.

Igualmente, el documental es apoyado con los testimonios de su madre, Carmen Huesca, que complementa esta semblanza íntima de una persona que gracias a la música y los sonidos, sale adelante en un mundo gobernado por las imágenes.

La narración desemboca en un diálogo hija-madre, a partir de una relación marcada por la traumática experiencia de la ceguera, pero que se ha curado con amor y comprensión. “Maricarmen” es un documental realizado con sensibilidad y honesta admiración por la protagonista de la cinta.

 

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.