Algunas voces de la comunidad cinematográfica y de algunos analistas de la cultura mexicana, como Humberto Musacchio o Heriberto Yepes, han criticado una serie de nombramientos al frente de instituciones del ámbito del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, donde se han impuesto personas ajenas al cargo que desempeñarán. Uno de ellos es el caso de Danuta de la Garza, nueva secretaria ejecutiva de Fidecine a partir del 1 de julio, en sustitución de Víctor Ugalde, quien ocupó el cargo desde la creación del Fideicomiso en 2001.


Según información de Conaculta, Danuta de la Garza ha trabajado en instituciones como el Cenart, Editorial Santillana, Televisa y Televisión Mexiquense. Tiene estudios en planeación estratégica de las artes; procuración y administración de fondos; políticas y gestión cultural; y mecenazgo en el campo de las artes escénicas, así como en promoción y difusión de espectáculos escénicos. Sin embargo, en su curriculum no figura ninguna experiencia en el ámbito cinematográfico.


En una nota de La Jornada de Juan José Olivares (12 de junio 2009) Ugalde explicó que su renuncia obedecía a “presiones y por el entorpecimiento burocrático que provocan funcionarios de la Secretaría de Hacienda en la producción de proyectos de cine nacional”. Más adelante, señalaba la misma nota: “En el Fidecine hay una calificación democrática e incluyente. Algunas cintas son exitosas, otras no, pero con 30 por ciento de las películas apoyadas por nuestro fideicomiso se ha recuperado 60 por ciento de la taquilla”.


Ugalde también recordó que uno de los requisitos de su sucesor debe ser su trayectoria y reocnocimiento en la industria cinematográfica, algo que no cumple Danuta de la Garza. “El artículo octavo del contrato de constitución de ese fideicomiso, autorizado por Hacienda, dicta que el ocupante del puesto de secretario ejecutivo debe ‘ser una persona de reconocida trayectoria, experiencia y conocimiento de la industria del cine nacional’. En tanto, Ugalde espera que “nombren a una gente de cine, porque si no, se puede convertir en un estorbo más, en un funcionario más”.


Este fideicomiso se creó en el año 2001 y a la fecha los recursos que ha destinado al fomento de la industria cinematográfica suman 662 millones de pesos. El FIDECINE ha apoyado la producción de 106 largometrajes, lo que representa el 30 por ciento de la producción nacional y el 40 por ciento de la producción apoyada por el Estado en el periodo 2002-2008.


Ha generado una derrama económica de 2,000 millones de pesos en la industria. El promedio de participación del FIDECINE en una película es de 6 millones de pesos, y el costo promedio de los proyectos que financia es de 19 millones de pesos. El 55 por ciento de las películas apoyadas han sido óperas primas.


En materia de exhibición se han estrenado en el país 58 películas apoyadas por este fondo, reportando una asistencia de 33.4 millones de espectadores. Algunas de las películas apoyadas por este fondo han sido: El violín; Amar a morir; Sin ton ni Sonia; Temporada de patos; Un día sin mexicanos; Matando cabos; Km 31; Una película de huevos; Arráncame la vida; Bajo la sal; Nicotina; Conejo en la Luna; Rosario Tijeras; El búfalo de la noche; Morirse en domingo; El viaje de la Nonna; Malos hábitos; La leyenda de la Nahuala; La misma luna, e Imaginum.