La Cebra: La Revolución se hizo… ¿a caballo?

Por Jaqueline Tavera Martínez

“Caballo prieto azabache, como olvidarte te debo la vida.
Cuando iban a fusilarme las fuerzas reales de Pancho Villa…
Caballo glorioso que diste la vida, por salvar a tu amo.”

Seguramente si se escucha este fragmento, sobre un corrido revolucionario, sería difícil imaginar que el caballo podría sustituirse por una cebra, pero Fernando León, en éste su primer largometraje, “La Cebra”, se aventura a contar una historia en la que no sólo el caballo es cambiado por un “caballo gringo”, sino que además cambia la concepción dramática de este período histórico por una comedia crítica.

SPOILERS: En medio de la Revolución Mexicana, Odón (Harold Torres) y Leandro (Jorge Adrian Espíndola) viajan en una cebra, confundiéndola con un caballo “gringo”, mientras buscan un bando al cual aliarse, si a los “Obregonistas” porque con ellos la paga es segura o a los “Villistas” en donde si encuentran algo se lo quedan. A partir de ahí los protagonistas pasan por divertidas situaciones que los llevan desde ser esclavos de mujeres hasta toparse con revolucionarios con nombres de los presidentes más recientes.

La película resulta una cómica sátira social con un mensaje contundente sobre  este período de la historia y su relación con la actualidad. “La Cebra” cuenta con interpretaciones más que acertadas, en donde también participan Jesús Ochoa como Álvaro Obregón, Humberto Elizondo como el General Quesada acompañado de su esposa Martha encarnada por Raquel Pankowsky, Leticia Huijara como una de las mujeres que hace a los protagonistas esclavos, entre otros. Destacan todo el ejército “quesadillista” y su “poder oculto” para ganar la Revolución.

Sin embargo, el peso de la película cae en los dos amigos en busca de un bando al cual unirse, no son héroes luchando por libertad a través de la Revolución sino, como dijo su protagonista Adrián Espíndola, “dos buitres sin rumbo”, con deseo de unirse al bando vencedor.  De esta manera su realizador desmitifica a los hombres de la Revolución e incluso a la misma historia, pues a pesar de tratarse de un largometraje donde los protagonistas buscan algo, sorteando peligros y enfrentando enemigos, lo hacen siempre desde una perspectiva irreverente.  

El film rompe con la idea dramática del México revolucionario. Gracias a situaciones absurdas y diálogos entretenidos la cinta logra divertir al público, hacerlo reír a carcajadas y burlarse, como buen mexicano, de sus desgracias.    También escrita por Fernando León, “La Cebra” recuerda a las cintas de Luis Estrada, con quien colaboró como guionista en “La ley de Herodes”, hace que su humorística crítica motive a la reflexión sobre política, historia y el verdadero rostro de los “héroes”.

La fotografía de Martín Boege y la puesta en escena hacen que la película transporte al México de la Revolución, con escenarios sencillos los protagonistas se encuentran en zonas áridas que crean la estética justa a la historia.

“La Cebra” ya se presentó en varios festivales como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara donde tuvo una buena recepción y su estreno en las pantallas nacionales será este 18 de enero. Su permanencia en las salas dependerá de la aceptación del público, por lo que su director pidió: “recomiéndenla si les gusta y si no recomiéndensela a sus enemigos, tendrán una pequeña venganza”.
Pero no es necesario recomendar a “La Cebra” por venganza, pues su historia bien desarrollada y el contexto en el que se sitúa la hacen una lograda comedia crítica que ojalá se hubiera estrenado en las celebraciones de la Revolución. 

Ficha técnica:

La Cebra. Dirección y guión: Fernando J. León Rodríguez.  Reparto: Harold Torres, Jorge Adrián Espíndola, Leticia Huijara, Humberto Elizondo, Raquel Pankowsky, Julian Villagrán y Jesús Ochoa. Fotografía: Martín Boege. Producción: Socorro Méndez.   2012. México. 

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Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.