Por Domingo Rojo

La investigadora Elisa Lozano es la coordinadora del libro “Manuel Fontanals. Escenógrafo del cine mexicano”, editado por la Filmoteca de la UNAM y que se presenta este fin de semana en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Es un libro que aborda la impresionante obra del arquitecto catalán que trabajó con Federico García Lorca y que, tras su exilio a raíz de la Guerra Civil española, llegó a México e intervino en la creación de variadas escenografías para el cine nacional desde la Época de Oro hasta los años setenta. Fontanals prácticamente trabajó con los más destacados directores del cine nacional y su legado es invaluable. El libro está integrado por artículos de diferentes especialistas como Eduardo de la Vega Alfaro, Rogelio Agrasánchez, Rafael Aviña, Xóchitl Fernández, Hugo Lara, Héctor Orozco y Álvaro Vázquez Mantecón, además de incluir un texto del cineasta Arturo Ripstein. Corre Cámara tuvo oportunidad de charlar con Lozano y esto fue lo que nos dijo.

Corre Cámara: ¿Qué te motivó a emprender este libro, “Manuel Fontanals. Escenógrafo del cine mexicano?

Elisa Lozano: La necesidad, básicamente. Te explico, hace algunos años escribí un artículo sobre Luis Moya, escenógrafo de la época de oro y padre del notable y muy querido Rodrigo Moya. Al buscar fuentes para hacerlo, detecté que, salvo un par de libros y dos números de la revista del CUEC dedicados a la dirección de arte, no había bibliografía sobre el tema.

Específicamente, sobre Manuel Fontanals, encontré un libro editado en España por la investigadora Rosa Peralta Gilabert, a quien cabe el mérito histórico de rescatar la figura del artista catalán, sobre todo como escenógrafo teatral en su país natal, y su paso por el cine mexicano, aunque de forma breve. Te confieso que esa situación me asombró, y a partir de entonces, decidí ordenar las fichas de escenógrafos que había reunido durante algún tiempo.

En el 2010, localicé a Leticia Fontanals para solicitarle revisar los materiales originales de su padre con motivo de la exposición “Cine y Revolución”, al explorar los valiosos materiales originales que ella resguarda, abrigué la idea de hacer un libro exclusivamente dedicado a la trayectoria cinematográfica de su padre. La idea se concretó el año pasado, gracias a Guadalupe Ferrer, directora de la Filmoteca que apoyó la edición del libro en el marco del al conmemorarse  conmemoró el 75º aniversario de la llegada masiva del exilio republicano español a México.

CC: ¿Quiénes participan y desde qué perspectiva?

EL: El libro abre con un hermoso texto de Arturo Ripstein sobre su relación con Fontanals desde su etapa infantil y juvenil, y, sobre todo, de su estrecha relación para diseñar la escenografía de “El castillo de la pureza”, la última película del primero,  “me permitiste retirarme con dignad”, le dice el catalán a Ripstein. Es un texto conmovedor. Continúa con los artículos de un equipo de especialistas de primera línea: Eduardo de la Vega Alfaro, Rogelio Agrasánchez, Rafael Aviña, Xóchitl Fernández, Hugo Lara, Héctor Orozco y Álvaro Vázquez Mantecón, quienes abordan distintas facetas del personaje. Con herramientas metodológicas propias, cada uno explora, por ejemplo, una década precisa, como el caso de Agrasánchez y Fernández, que  abordan el inicio de la carrera cinematográfica de Fontanals en México en los años treinta, así como sus influencias plásticas y estilo.

Rafael Aviña hace lo propio pero en los años sesenta, periodo que también explora Álvaro Vázquez, pero desde la especificidad del género de terror, en algunas películas que Fontanals filma con Miguel Morayta y Benito Alazraki , el título del artículo “Fontanals y el horro de los sesenta”, es más que elocuente de la dolorosa transición que padecieron los escenógrafos de la época de oro.

Por su parte, la afortunada mancuerna y aportaciones de Fontanals al cine de Emilio “Indio” Fernández, y Roberto Gavaldón, dos directores fundamentales en la historia del cine mexicano, es el tema que De la Vega y Orozco abordan a profundidad en sus artículos. 

Además de los textos, una novedad del libro es que se ilustra con stills provenientes de varios archivos, y con materiales originales –bocetos, planos, apuntes y cuadernillos¬ elaborados por Fontanals, un material inédito y especial, ya que son pocos los materiales de este tipo que han sobrevivido. A lo largo de la publicación, yo hago unas pequeñas notas que puntualizan ciertos aspectos que considero relevantes en la trayectoria cinematográfica de Fontanals, por ejemplo, la forma, estilo y materiales que utilizaba para realizar sus diseños, su sagacidad para el diseño tipográfico –visible en los letreros luminosos de bares y cabarets que aparecen en las películas en las que participa–  o su trabajo con Carlos Velo en Pedro Páramo, primera versión cinematográfica de la novela de Juan Rulfo, del que pudimos rescatar e identificar varios apuntes a lápiz..

El volumen cierra con broche de oro con el artículo de Hugo Lara “La morada del utopista”, quien centra su texto en la última etapa de la vida profesional de Fontanals, y su trabajo con los jóvenes directores:  Juan Ibáñez, Felipe Cazals y Arturo Rispstein, con quien filma “El castillo de la pureza”, es decir,  como un círculo perfecto, el libro abre y cierra con esa película emblemática, por la que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas le concede, de forma póstuma, el premio Ariel a Manuel Fontanals, quien falleció durante la producción de la misma.


CC: ¿Qué atributos destacarías de las escenografías de Fontanals en el cine nacional?

EL: Fontanals, quien tenía una sólida formación profesional en campos como la escenografía teatral, la arquitectura y las artes decorativas, era un camaleón capaz de diseñar desde escenografías “protagónicas” como lo explican a profundidad Agrasánchez y Fernández en su artículo, presentes, por ejemplo, en varias películas de Emilio “Indio” Fernández, como Las abandonas, con esa escalera espectacular, los palacetes  que habitan Dolores del Río) en “Bugambilia” o el Virrey (Eduardo Fajardo) en “Macario”, la espectacular casa de La diosa arrodillada con grandes ventanales, o la elegante mansión de “La culta dama”, por la que recibe el premio Ariel, en 1958, hasta las “sintéticas”, en las que por requerimientos del guión o por falta de presupuesto utiliza pocos elementos –un árbol, un fondo, una luz– , en una síntesis inusual en el cinema clásico nacional.

Otra característica esencial en la obra cinematográfica de Fontanals es que retoma elementos decorativos presentes en sus diseños arquitectónicos de la “vida real”, como él mismo decía. En sus películas, sin importar el género en cuestión, es frecuente por ejemplo, la presencia de las hornacinas en forma de concha, entre otros.

CC: ¿Cómo fue el proceso de investigación?

EL: Como todos, apasionantemente arduo y gratificante al final.

CC: ¿Cuáles hallazgos son los que disfrutaste más?

EL: Todo el proceso de investigación me encanta; la revisión hemerográfica, la selección iconográfica, las entrevistas a los amigos y familiares, pero, sin duda, acceder a los bocetos y diseños originales de Don Manolo, conocer su trazo, su gesto, e identificar a que película correspondían, fue muy placentero.

CC. ¿Consideras que el trabajo de Fontanals ha influido en generaciones posteriores a él, dentro del diseño de producción?

EL: Fontanals es una referencia obligada para cualquier director de arte serio del cine mexicano. En las entrevistas que he realizado a los más jóvenes miembros de la joven dos generaciones de directores de arte, varios dicen sentirse inspirados por su trabajo.

CC: Algo más que quieras comentar.

EL: Uno de los objetivos del libro es generar conciencia del valor de todos los oficios que convergen en el cine, y, hacer hincapié en la importancia de conservar y difundir los materiales originales para conocer a fondo las formas de producción. Por este medio hago una cordial invitación a los descendientes de los escenógrafos de la época de oro para que se acerquen y nos permitan conocer los materiales que resguardan.

Por último, dicen que para hacer las cosas bien hay que rodearse de los mejores, en este caso un equipo de investigadores destacados que hizo posible tener una visión completa del trabajo cinematográfico de Manuel Fontanals en México.

 

La presentación del libro “Manuel Fonatanals. Escenógrafo del cine mexicano” se llevará a cabo el domingo 8 de marzo, a las 12:00 hrs, en el Salón Degollado de la Expo Guadalajara, con la participación de Elisa Lozano, el productor Roberto Fiesco y Eduardo de la Vega Alfaro..