Desde Tlalpujahua, Mich.; Leticia Carrillo


“Lo que a mí me gusta es sentir la piel chinita de la gente” dijo Julio César Estrada, director del remake de El libro de piedra, que se estrenará el 3 de febrero, y quien asistió al festival Mórbido para charlar con el público y presentar Cañitas, su segundo largometraje basado en la obra homónima de Carlos Trejo.


“Mórbido es una plataforma para muchos cineastas mexicanos, de mostrar los trabajos hablando del género y para las generaciones que vienen que también traen buenos proyectos. Esto da una pauta a que exista una puerta abierta para un género dentro del cine mexicano, yo se lo aplaudo a Pablo [Guisa], es una excelente idea y creo que ya hay material y seguirá habiendo material para un rato para que esto crezca a un nivel de Guadalajara o Morelia” opinó el cineasta acerca de la realización del festival de cine fantástico y de terror, que se efectúa en Tlalpujahua desde el jueves 23 y que culmina mañana domingo 26.


Acerca de Cañitas comentó que es una película que hizo hace un par de años, a la cual le tiene mucho cariño a pesar de no haber tenido el control de la misma lo que provocó que no se le respetara el color ni la edición y que apareciera un rostro que él no tenía programado que saliera. Además la publicidad que tuvo la cinta, pegada al escritor Carlos Trejo “que nada tiene que ver con la película”, fue algo que le afectó a Cañitas. Sin embargo, dijo sentirse satisfecho con la parte que le toca y recordó que junto con Hasta el viento tiene miedo, -de la cual fungió como productor- fue una de las más taquilleras del año pasado en nuestro país.


“No sé aquí como vaya el público que es amante del género a recibirla pero me da gusto que Cañitas sea de los primeros trabajos que se muestran en este festival y espero que el próximo año esté también El libro de piedra” expresó Julio César Estrada.


Relató a Corrrecamara.com que la idea de adaptar el libro de Carlos Trejo surgió porque él quería hacer una película de terror con su socia Estrella Medina, estaban en la búsqueda de una historia, desde un principio los dos estaban interesados por El libro de piedra pero en ese momento los derechos estaban en manos de otros productores. Por esos días, se presentó con ellos el productor José Antonio Ríos Granados a proponerles filmar la historia de Cañitas y con la oportunidad y las ganas de hacer una película del género pudieron llevar a cabo el proyecto: “Es algo que la vida me pone en el camino, de la cual aprendo muchísimo”


Estrada resaltó el hecho de que antes de hacer Cañitas, él estaba interesado en hacer un documental sobre el tema, puesto que no creía en todo lo que se hablaba de los eventos ocurridos en esa casa; sin embargo, cuando iba a realizar dicho documental, nadie lo quiso acompañar, ese hecho llamó su atención y cuando José Antonio Ríos les llevó el guión a Estrella y a él, su interés creció.


El director indicó que el guión de Cañitas tenía muchos defectos, ya había pasado por muchas manos y decidieron hablarle a Xavier Robles, escritor de Rojo Amanecer, pues él les pareció la persona indicada para poder terminar de adaptar la historia que ya había sido trabajada por Gabriel González Melendez, escritor de Sobrenatural.


De su tercer largometraje Julio César expresó: “El libro de piedra se estrenó en Morelia y yo estoy todavía más contento porque hubo gritos, hubo brinquitos, hubo risita de nervios y eso me fortalece muchísimo como realizador, estoy contando bien mi historia, a la distancia en comparación con Cañitas sí hay bastante y eso me tiene muy contento. Se estrena en febrero con 200 copias, la distribuye Corazón Films”.


De los directores mexicanos, dijo admirar a muchos de ellos: “Fernández, Alejandro Galindo, Gavaldón, pero en México Taboada es el único al que le tengo su veladora. Me gustaban las películas del Santo, por ahí en alguna ocasión quería hacer un proyecto de luchas pero no lo concretamos pero también soy fan de todas las películas del Santo, el Piporro, de Tin Tán”. En cuanto a los extranjeros Chaplin –“porque me hace reir” y Tim Burton, son sus favoritos.


Acerca de Carlos Enrique Taboada, de quien Estrada ha sido productor y director respectivamente de los remakes de Hasta el viento tiene miedo y El libro de piedra, y el año entrante filmará El girón de niebla, del cineasta clásico del terror en México, opinó: “Carlos Enrique es un excelente realizador para mi gusto era adelantado a su época, sus historias son muy dialogadas, con un lenguaje muy propio de Taboada”.


Señaló la pertinencia de realizar las segundas versiones de la cintas de Taboada ya que en el caso de El libro de piedra, es una historia a la que Estrada le tiene mucho cariño y quiso hacerle sentir al público las mismas sensaciones que él experimentaba cuando vio la cinta del director de Veneno para las hadas. La historia de Hasta el viento tiene miedo, -consideró- “merecía ser contada con una narrativa actual” y por esa razón justificó los cambios al guión original de la cinta filmada en 1967 “es algo que exige el guión, ya no existen los internados o estas escuelas con señoritas, los lugares que existen son estas clínicas de rehabilitación”.


En torno al cine de género, Julio César Estrada apuntó que en México no ha sido mucho pero gracias al incentivo fiscal 226 que Hacienda otorga para que las empresas puedan ocupar el 10% del pago de impuestos para invertirlo en la producción de cine, nuevamente se está logrando hacer más cine y con ello abriendo espacio para la realización de películas del género.


Respecto a la animación en postproducción que requieren películas como Cañitas y la situación de esta labor en nuestro país comentó: “En México hay muy buenos animadores de efectos especiales pero de repente una película mexicana no puede rebasar los 2 millones de dólares porque va a ser más difícil que recuperes, entonces tienes que hacer una media como productor, en el caso de José Antonio Ríos era muy meticuloso con la lana y la pregunta era: ¿Hasta donde podía yo resolver con la cámara un efecto especial? Porque un solo efecto hubiera implicado mucho dinero y sí hay muy buenos animadores y muy buenas infraestructura pero todo cuesta, y ahí te cobran por segundo”.


Estrada no es entusiasta seguidor del cine hecho en video porque estima que todavía está un paso atrás que el cine convencional, además de que la imagen que da es muy limpia y a él le gusta sentir la textura que el negativo le imparte a la película.


El cineasta indicó que la ruta para poder filmar un primer proyecto es buscar los apoyos y tocar puertas pero más importante, es ser conocido por el trabajo propio. Compartió que tanto a Estrella Medina como a él, la gente ya los conocía pues había sido asistente y gerente de producción, respectivamente. Su ópera prima fue Espinas, y la hicieron con 200 mil pesos, la filmaron en 2 semanas e implicó un trabajo de oficina de 7 meses antes de llegar al rodaje. Después hicieron Cañitas y Hasta el viento tiene miedo, con lo que se ha facilitado la obtención de financiamiento para los siguientes proyectos.


Julio César Estrada advirtió que lo que hace falta para que el cine mexicano se consolide como industria es que el público sea más solidario, que si ve alguna película que no sea muy buena, no le retire el voto de confianza a los realizadores y sigan yendo a las salas a ver el cine nacional, que además es el que peor trato recibe de parte de los exhibidores con la proyección en los peores horarios de los filmes hechos en México.


Asimismo, explicó que es necesario bajar el costo del DVD para que las familias de bajos recursos no tengan que recurrir a la piratería para ver las películas mexicanas. Pero, observó, que en este sentido hay una profunda desunión entre los integrantes de la industria fílmica nacional, ya que todos quieren defender el cine mexicano pero no se acuerdan estrategias como ésta para hacer accesible la producción cinematográfica a la mayor parte de la población.


En este sentido, comentó que la piratería afecta gravemente al productor porque a pesar de que una cinta recaude en salas lo doble de lo que costó, el 60% se lo queda el exhibidor y el 40% el distribuidor para sacar los gastos de publicidad y copias. De esta manera el productor que es el que pone el dinero, recupera su inversión 2 ó 3 años después.


Finalmente, Estrada declaró que después de la filmación de El girón de niebla vienen proyectos “menos clavados” en el género y más comerciales: una comedia, un thriller y una cinta de acción son algunos de ellos.


Correcamara,com presente en Mórbido Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror Tlalpujahua 2008