Por Daniel López

Hermogenes (Joaquín Furriel) llega a Buenos Aires con la esperanza de encontrar una nueva vida alejado de los sembradios, un mejor futuro que le pueda otorgar a su esposa Gladys (Mónica Lairana). Las oportunidades para conseguir trabajo para un “obsoleto” se vuelven casi nulas, pero Armando (Germán de Silva) dueño de carnicerías con carne de mala calidad, le da la empleo a un precio casi mortal. Lo que el joven peón  no sabe es que su Patrón lo va a tratar igual que un esclavo. Mientras vemos la historia pasar Marcelo Di Giovanni (Guillermo Pfening) es el abogado de Hermogenes, en un caso casi insalvable.

“El patrón, radiografía de un crimen” Es la opera prima del Sebastián Schindel, en la cual muestra un mundo de esclavitud para los peones, aquellos hombres que vienen de las zonas lejanas hacia las grandes urbes para buscar un mejor futuro. Pero el precio por trabajar, soñar y esperar aquel futuro estará bañado de insultos, maltratos y quitarle el respeto al individuo.

La narrativa tiene cortes de tiempo entre pasado y futuro. Brincos en la historia que no confunden y los cuales poco a poco abren más el panorama de un caso. Apoyadas por las actuaciones extremas, entre la sumisión y la explosión. Furriel, luce majestuoso al ser callado, casi inexpresivo, inexistente pero ahí vislumbra su gracia. Mientras que De silva es preciso como explotador, una combinación en la pantalla que funciona con exactitud.

Schindel estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, su discurso es directo: la explotación laboral actual, la ausencia de valores y un mundo de manipulación para demostrar la bajeza de nuestra naturaleza y a su vez el tope de soportar éste mundo cruel. Algo huele mal durante toda la película, el olor está ahí como advertencia al acto, pero simplemente no lo queremos ver, es por ello que por momentos se puede creer que es un documental, pero en otro la ficción se vuelve realidad.

“El patrón, radiografía de un crimen” ha recorrido varios festivales; Festival de Busan, Festival de Varsovia, Festival de Guadalajara, donde ha ganado premios por dirección, actuación y guión. Una propuesta interesante por el director argentino, donde nos muestra una cara triste, un peón que busca a un patrón. ”Te habló como si tú fueras su patrón”, se escucha minutos antes de terminar, una frase que nos hace cuestionar ¿somos patrones o peones?