Por Leticia Carrillo


La Cineteca Nacional presenta desde el pasado 21 de marzo y hasta el 27 de abril, el ciclo Alexander Kluge compuesto por 17 largometrajes, 16 cineminutos y 120 programas para televisión –que se proyectan por primera vez en México- del que es considerado pensador, guía y vocero del Nuevo Cine Alemán.


CorreCamara.com asistió a la videoconferencia de medios que ofreció el autor de ‘Una muchacha sin historia’ a propósito de la retrospectiva en torno a su obra, que también se presentará en el mes de mayo en el Centro Cultural Universitario de Tlatelolco. A manera de cuestionario, presentamos lo que Kluge comentó sobre sus maestros, el filósofo Theodor Adorno y el cineasta Fritz Lang (‘Metropólis’), Hollywood, el cine alemán, México, los temas que le interesan, la televisión y el cine, así como las nuevas tecnologías.


¿En qué proyectos se encuentra trabajando actualmente?


Acabo de terminar una serie de películas sobre el frío porque Theodor Adorno, decía que debíamos trabajar sobre las corrientes de frío en el mundo. Vemos que los seres humanos venimos del frío desde la era glacial y se ve que lo más importante en nuestros sentimientos y emociones es esa distinción entre el calor y el frío, porque tenemos la sangre caliente. No aguantamos vivir en un mundo de corazones fríos y ese es el argumento de esas películas.


Además acabé un proyecto con el Nuevo Periódico de Zurich que aborda la manera en que la Primera Guerra Mundial provocó una ruptura de civilizaciones, es una guerra que inicia en 1914 y que en realidad terminó en 1945. Para Europa significó que el siglo se está descarrillando y algo que me preocupa mucho, por mis hijos, es que no sabemos si también este siglo se puede desencarrilar. Esa es la razón emocional de estas series de filmes.
¿Cuál es su opinión sobre el cine de Hollywood?


Creo que Hollywood tiene muchas lagunas pero nosotros podríamos tener respuesta a esas lagunas, este año vi varias películas que admiro mucho:’La cinta blanca’, de Michale Haneke, que no es hollywoodense; ‘Inglourious basterds’ (Quentin Tarantino), es una película que respeto y es de Hollywood; y una que me desconcertó mucho fue ‘Avatar’ (James Cameron). Tengo interés y siento respeto hacia las películas de Hollywood, sin embargo creo que hay más cosas que contar; Hollywood tiene para mi gusto, más lagunas que contenido.


¿Por qué se alejó del cine y empezó a hacer televisión?


Al trabajar en televisión o en internet no hago otra cosa que seguir haciendo películas, continúo de esa manera, mi desarrollo fílmico. Además, la mayoría de las películas que produzco también se exhiben en cine pero en una versión corta. Al hacer cineminutos, usted puede ser vanguardista pero sería absurdo hacer una película vanguardista de 90 minutos.


Cuando en Alemania (Rainer Werner) Fassbinder, (Werner) Herzog, y (Volker) Schlöndorff y aquí, (Arturo) Ripstein hacían cine de autor, para mi era natural trabajar en el cine. Si todavía estuviera (Roberto) Rosellini o (Jean-Luc) Godard fuera más joven, con mucho gusto trabajaría en él.


Pero ahora es más fácil para mí hacerlo con los que están haciendo internet; si yo tratara de identificar a un futuro genio fílmico, sospecharía que estaría ahí, en esos nuevos espacios. A mi me parece una lástima porque me encanta el cine, pero es posible que regresen buenas películas al cine alemán que continúen con la historia cinematográfica.


¿Cómo fue trabajar con uno de los grandes directores del cine como Fritz Lang?


Fritz Lang es un director al que admiro y valoro mucho, traté de aprender de él todo lo que él me quisiera transmitir, por ejemplo el amor al cine mudo.
Realmente me interesaría saber qué películas haría él hoy. Mi idea seria continuar las ideas de Fritz Lang pero con el espíritu actual, si yo hiciera una película dentro de la percepción emocional de Lang, saldrían muy diferentes a las que él hacía. Algunos temas que él abordó en sus películas son muy actuales, como Babilonia, o el viaje a la luna. Pero yo no haría una película sobre el viaje a la luna sino que buscaría comunicación con lunas nuevas, pertenecientes a sistemas extrasolares, donde se dice que hay vida.


¿Qué piensa de que, con la llegada de nuevas tecnologías, cualquiera puede hacer una película?


En teoría es cierto que cualquier persona que tiene una cámara puede hacer una película, y que pensemos de esa manera es un logro de la Revolución Francesa. Pero una cosa es muy cierta: para hacer una película se necesita mucho profesionalismo. Conjuntamente con otros profesionales, una persona sí puede hacer una película, pero esa persona novata necesita el contacto con otros directores que han hecho previamente una película. Yo creo en el profesionalismo antiprofesional.


¿Qué piensa de la muerte?


El trabajo que cuesta morir, es una cuestión práctica y muy difícil porque luego la vida no se quiere ir, yo haría una película respecto al hecho de que a nosotros no nos gusta morir. Por ese atributo, la naturaleza hizo que nosotros no hayamos desaparecido de la Tierra; nosotros como humanidad no existiríamos si, como se decía en la época del Romanticismo, fuéramos como moscos que buscamos la luz para luego morir. Es más difícil que nosotros nazcamos que un mosco y eso nos une a los elefantes; si hiciera una película sobre el tema, la haría sobre un cementerio de elefantes.


¿Cuál es su opinión del cine alemán actual?


Yo no soy crítico, tengo muchos amigos en el cine alemán. Por ejemplo, soy amigo de Tom Tykwer (‘El Perfume: Historia de un asesino’) y trato de trabajar mucho con él; hay excelentes directores con los que me gusta trabajar. No puedo emitir una opinión generalizada sobre el cine alemán pero si puedo decir que existe suficiente sustancia como para poder relacionarse con otros países; yo no creo que la cultura cinematográfica resida en el cine nacional.


¿Qué piensa de México en términos cinematográficos?


He hecho varias películas en Alemania con Arturo Ripstein. En Alemania no tenemos una idea muy completa de México pero en una breve película, traté de abordar y analizar la muerte del Emperador Maximiliano. También hice otra sobre una ópera compuesta por Wolfgang Rinh, ‘La conquista de México’, que tiene una música terriblemente buena.


Si yo estuviera en México, le daría prioridad a dos proyectos: conocer y filmar el país con los ojos y la óptica de Sergei Eisenstein cuando estuvo allá. Y el segundo sería tratar de captar imágenes, impresiones e ideas de esa gran urbe que es la Ciudad de México; a mi me fascina preguntarme ¿qué construcción tan grande es esa?, le mostraría a la Ciudad de México sus antecedentes: las ciudades grandes como Grecia, Babilonia, Roma, y los grandes lugares del renacimiento europeo.


EN LA IMAGEN: Alexander Kluge.