Un nutrido grupo del gremio cinematográfico acudió este martes al Senado para pedir a los legisladores el fortalecimiento de los apoyos para la industria fílmica, toda vez que, a raíz de una mala interpretación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se han visto frenados los beneficios de la llamada Ley 226 que procuraban una serie de estímulos para la inversión en el cine nacional.
A la cita acudieron los actores Diego Luna, Irene Azuela y Daniel Giménez Cacho, así como la productora Mónica Lozano y el presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, Pedro Armendáriz, entre otros, quienes intercambiaron sus puntos de vista con las Comisiones Unidas de Radio, Cine y Televisión y de Cultura del Congreso, formadas por los legisladores priístas Francisco Arroyo, Manlio Fabio Beltrones,
Francisco Arroyo Vieyra y Armando Báez Pinal, presidente de la Comisión
de Cultura de la Cámara de Diputados; los perredistas Carlos Navarrete
y Carlos Sotelo, y el panista Marco Cortés.
Este jueves, el Senado votará el paquete fiscal, razón por la cual la comunidad cinematográfica intentó sensibilizar sobre la necesidad de apoyar esta industria en tiempos de crisis, que supone una fuente de trabajo para miles de personas, además de que se trata de una de las industrias culturales de mayor tradición en México. Ante ello, el presidente del Senado, Carlos Navarrete, anunció que en la revisión incluirá un dictamen para reformar el Artículo 226 del ISR para otorgar estímulos hasta por 500 millones de pesos a la industria cinematográfica.
Al tomar la palabra el actor y productor Diego
Luna señaló que de la industria cinematográfica dependen muchas
personas, mismas que se encuentran en un momento crítico, como sucede con todo el país y que hoy sobreviven gracias a los estímulos
fiscales y el subsidio del Estado.
El actor y productor Pedro
Armendáriz señaló que el Estado tiene la obligación de facilitar a
todos los cineastas la posibilidad de que haya un financiamiento fácil,
incentivos fiscales y que también está obligado a proporcionárselos, pues advirtió que si
estas garantías no se cumplen el cine podría desaparecer.
A
este argumento se sumó el de Juan Carlos Lazo, representante de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), quien dijo
que la implementación del artículo 226 no debe convertirse en un
lastre, sino representar para los productores una verdadera solución.
El hecho de malinterpretar este incentivo y complicar su
implementación, sería prácticamente el fin del cine nacional.
Legisladores
del Senado de la República reconocieron que las reglas de operación del
artículo 226 del ISR generan complicaciones para aplicar los estímulos
fiscales.
Al respecto, el senador Marko Cortés Mendoza (PAN)
dijo que la Secretaria de Hacienda la interpretó de forma diferente, por
lo que se tendrá que hacer la corrección legislativa para que se pueda
avanzar con el interés plural, y agregó que también podría apoyarse la difusión y
el marketing, como una de las misiones que se tengan desde la
Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía.
El Senador
Francisco Arroyo Vieyra (PRI) refirió que el artículo 226 del ISR está
solamente contemplado para la industria cinematográfica, pero expuso la pertinencia de ampliarlo a algunas otras áreas de la
creación, como pueden ser las series de televisión, lo que asumió como
un compromiso a nombre del grupo parlamentario del PRI.
El
presidente del Senado de la República, el senador Carlos Navarrete Ruiz
(PRD), se comprometió a que en el marco de la aprobación del Paquete de
Ingresos para 2010, precisar con claridad el tema de los estímulos
fiscales para que no haya duda de estos apoyos.
Finalmente, se expuso que la industria cinematográfica aporta el uno por ciento del PIB
nacional y de aclararse el conflicto del estimulo fiscal, se
iniciaría una segunda época de oro del cine nacional.
En 13 de diciembre de 2005, el Congreso de la Unión aprobó
modificaciones al artículo 226 del ISR, a fin de estimular fiscalmente
a quienes invierten en la industria cinematográfica, sin embargo, la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público lo considera inoperable y por
lo tanto no se ejerce dicho estímulo, de ahí que la comunidad
cinematográfica acudió al Senado de la República para resolver este
conflicto.
Del 2007 a la fecha se han filmado más
de 140 películas mexicanas; se tienen 33 millones de espectadores;
es una industria que genera alrededor de dos mil millones de pesos en
taquillas y que además significan cerca de 25 mil empleos directos e
indirectos. (Con información del Canal del Congreso)