Pone Gael García acento político a primera jornada del FICM

Paulina Carrillo/Enviada

Morelia, Mich.- “En una elección gana quien vende una mejor imagen en un país, no necesariamente quien hace política”, afirmó Gael García durante la conferencia de prensa de “No”, filme que inauguró la décima edición de Festival de Morelia.
La cinta de Pablo Larraín en la que el astro mexicano da vida a un publicista contratado para llevar a cabo la campaña que acabaría echando del poder al dictador chileno Augusto Pinochet recibió buenos comentarios de la prensa especializada durante su estreno mundial en el Festival de Cannes, en mayo pasado.

En el encuentro con los medios, García Bernal delineó paralelismos entre la realidades chilena y mexicana que le sirvieron para interpretar uno de los mejores papeles de su trayectoria actoral, de acuerdo a la crítica: “lo que pasó en los dos países en 1988 es sintomático de lo que estamos viviendo ahora, nuestra derrota y su triunfo, ambos televisados, nos llevaron a una especie de introspección, a una organización de la sociedad civil para cambiar las cosas”.

“Hoy México y Chile son los dos países más desiguales en Latinoamérica pero en el 88 nosotros herimos de muerte a ese dinosaurio que nuestros padres creían inamovible, y en Chile los jóvenes se movilizan para pedir educación superior, hacen un reproche a esa promesa de la democracia que pregonaba: “la alegría ya viene”. Y si voy más allá, creo que eso está pasando en todo el mundo, la gente está aprendiendo de los errores y las trampas de la democracia”, agregó.

Por su parte, el director afirmó que su cuarto largometraje “es la historia de un triunfo, pero uno bastante paradójico pues por un lado, triunfó la democracia, la vida, y por otro lado, aunque en el plebiscito ganó el “no”, quedó algo del abusivo modelo económico que impuso Pinochet, y éste murió libre sin haber sido juzgado y con una cuenta de 25 millones de dólares en un banco de Nueva York”.

Sobre la decisión de que un publicista fuera el eje de la historia Larraín mencionó: “no es un accidente que lo hayamos elegido porque ese hombre, el hijo del mercado, cree que con la lógica de la publicidad se puede provocar un cambio muy importante, y lo logra; quisimos mostrar al mundo como un Dictador fue derrocado a través de la combinación de la comunicación política y la comunicación publicitaria porque eso implica sencillamente que las palabras significan cada vez menos”.

Finalmente, señaló que “fue un desafío encontrar las cámaras” de la época para filmar las escenas de la película, basada en la obra teatral “El plebiscito” de Antonio Skármeta, y cuyo metraje está compuesto por un 30 por ciento de imágenes de archivo.