Redacción. “Pocos, muy pocos quieren ser guionistas y punto. Yo soy una de esas. Y quiero ser guionista porque creo fundamentalmente que el cine es arte y, por ello, la escritura del guión no puede ser un oficio mercenario y obscuro”, expresó la escritora de cine Paz Alicia Garciadiego luego de recibir la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico 2013, la noche del jueves 26 de junio.
En su discurso de agradecimiento, la creadora de cintas como “La reina de la noche” y “Profundo carmesí” reflexionó sobre su oficio y el papel de los guionistas, un gremio –dijo- acostumbrado a las sombras, de acuerdo al boletín de Conaculta enviado a Corre Cámara.
Consideró que los guionistas forman parte de un equipo abigarrado y diverso comandado por el director, una especie de capitán de navío, por lo que deben reconocer que su trabajo es una etapa en la travesía, por lo que debe llegar a un puerto: la película.
“Tenemos que aceptar que el guión desaparece para que nazca la película, esa es la paradoja de nuestra profesión. Lo específico de mi oficio radica en que es necesariamente perecedero”.
Sin embargo, destacó que la grandeza de su oficio radica en su fugacidad, donde el guión vive tan sólo para que la película exista, y agregó: “Yo no elegí ser guionista, la profesión me eligió. Hoy por hoy es lo único que sé hacer, es mi trabajo, mi quehacer, mi oficio, me encanta, es un lujo, mi lujo. Deseo a los compañeros del gremio que puedan, contra viento y marea, gestar universos de celuloide y construirse una carrera.
“Los que escribimos cine podemos, queremos, debemos, aspirar al ARTE, con mayúsculas, porque la creación está en el enamoramiento del autor por su obra, un amor obsesivo, absorbente, venenoso, peligroso; es gestar un universo y ahogarte dentro de él”.
Para la presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), Blanca Guerra, Paz Alicia Garciadiego es una guionista con un sello y personalidad inconfundible: “Crea guiones literarios que dan elementos para hacer un trabajo que trascienda, que lleve al actor a tener personajes inolvidables en toda su carrera”.
Por su parte, Rogelio Martínez Aguilar, presidente de la Fundación Carmen Toscano, aseguró que el guionista es el arquitecto de la película, por lo que este reconocimiento es un justo homenaje que se une a muchos más.
En tanto, el director de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, señaló que la guionista con 28 años de carrera, y en mancuerna con Arturo Ripstein, ha dinamitado las convenciones del melodrama clásico.
“Sus filmes en común son crónicas de amores echados a perder que marchan hacia la destrucción sin remedio”, dijo sobre la creadora considerada por Gabriel García Márquez como la mejor escritora para cine de habla hispana.
La Cineteca Nacional exhibirá un ciclo dedicado a Paz Alicia Garciadiego con la proyección de 14 filmes, el cual arrancará el martes 1 de julio con la cinta El imperio de la fortuna y culminará el 16 de julio con Las razones del corazón.
También formarán parte del ciclo películas como La reina de la noche, El evangelio de las maravillas, La perdición de los hombres, La virgen de la lujuria y Así es la vida.
La Cineteca Nacional, la Fundación Carmen Toscano y la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) otorgaron la Medalla Salvador Toscano a Paz Alicia Garciadiego como reconocimiento a su carrera y contribución al séptimo arte.
Desde 1983 la Cineteca Nacional instituyó este galardón como “estímulo a aquellos hombres y mujeres que, con su arte y su técnica, han contribuido, en cualesquiera de los campos del quehacer fílmico, a la historia y evolución del cine mexicano”. Alejandro Galindo, Vicente Leñero, Jaime Humberto Hermosillo y Roberto Gavaldón, son algunas de las personalidades que han recibido esta presea.