Por Hugo Lara Chávez
Desde Cannes
Dentro de la competencia oficial del Festival de Cannes llegó el turno de “The Homesman”, un estupendo filme que es la cuarta película como director del también actor Tommy Lee Jones, quien anteriormente había presentado “Los tres entierros de Melquiades Estrada”, ganadora del mejor guión, para el mexicano Guillermo Arriaga, y Mejor interpretación masculina para Jones.
El director-actor se sirve de un guión suyo coescrito con Kieran Fitzgerald y Wesley Oliver, inspirado en “The Homesman” de Glendon Swarthout. Es un western crepuscular, en la línea de “Los imperdonables” (1991) de Clint Eastwood, o “True Grit” (2010) de los hermanos Coen.
El filme narra la historia de Mary Bee Cody (Hilary Swank) una solterona que se ofrece a rescatar a tres mujeres que perdieron la cordura en medio de la nada, en las desoladas tierras de Nebraska de mediados del siglo XIX. La mujer, que viaja en un carromato acondicionado como jaula, consigue la ayuda de un bribón, George Briggs (Jones), a quien salva de la muerte. Una vez que recogen a las tres locas, estos personajes deambulan por los territorios salvajes y misteriosos del Medioeste americano decimonónico para entregarlas a la mujer de un predicador en Iowa, mientras experimentan sucesos que tocan sus sentimientos y los transforman.
Tommy Lee Jones se muestra como un director solvente, con dominio del lenguaje, del ritmo y de la dirección de actores, su especialidad. Se nota la confianza de su coprotagonista, Swank, estupenda en el papel de la solterona con prisa de conseguir un consorte para casarse, pero al mismo tiempo una mujer entera y admirable. También aparece brevemente Meryl Streep, como la esposa de un predicador, regalando una soberbia interpretación, así como James Spader, como un avaricioso empresario. Y Tommy Lee Jones está en plan garnde en su papel de un cínico al que se le descubre un corazón de oro.
Según dijo el director, “The Homesman” busca retratar “la historia de la migración hacia el oeste de los Estados Unidos (…), un tema primordial en su historia. No hemos pensado en un western, hemos querido simplemente mostrar esa época”.
Lo cierto es que el filme cumple más que satisfactoriamente con las reglas del western: el ambiente rudo y sucio del western; los personajes salvajes y violentos pero llenos de esperanza; los paisajes imponentes que hacen ver al hombre lo pequeño que es; la aventura como algo que le da sentido a la existencia, etcétera. Es un filme realizado con solidez, que podría optar por algún premio en esta edición de Cannes.