Por Leticia Carrillo
La directora Nuria Ibáñez afirmó que “La cuerda floja”, que muestra la vida de una familia de cirqueros mexicanos, es una reflexión sobre el arte y los artistas y plasma características de la sociedad mexicana, como la importancia que en ella tiene la familia.
“Ves los números que los integrantes de esta familia ejecutan y los comparas con los de El Circo del Sol y te preguntas: ¿quién es más artista: quien lo hace mejor o quien sale todas las noches a dar función aunque tenga poco público? Tal vez los protagonistas de “La cuerda floja” no serán los mejores pero ellos se ven como artistas y sienten la necesidad de expresarse de esa forma”, comentó Nuria Ibáñez en conferencia de prensa.
“La cuerda floja”, de 85 minutos de duración, fue realizada en 2009 y contó con la Beca Gucci Ambulante que apoya a documentales mexicanos en la etapa de postproducción; luego de su recorrido festivalero, se estrena este viernes 15 en la Cineteca Nacional.
La directora del filme comentó que durante el rodaje del mismo, realizado en las inmediaciones de Texcoco, Estado de México, llamó su atención el tema de la familia: “el que muchas personas tengan que seguir los pasos de los padres; en este caso hablamos de una familia que ha vivido junta toda la vida y Jacqueline, la hija, se enfrenta a la decisión de hacer su camino y romper con la responsabilidad que tiene con sus padres; eso habla mucho de los mexicanos porque aunque en todo el mundo sucede lo mismo, aquí los lazos familiares son muy fuertes”, comentó Ibáñez, española radicada en México.
En este sentido, la realizadora de formación periodística indicó que tras la historia sencilla que cuenta en el documental se vislumbran asuntos complejos como el de “la marginación que ejerce la gente que se mueve en los márgenes de la ciudad y en los márgenes de la sociedad, como al novio de Jacqueline que es apartado por la familia por no ser descendiente de cirqueros”.
Y aunque “La cuerda floja” se desarrolla en un ambiente “paupérrimo”, la también autora del corto “Sopa de pescado” rechazó que la suya sea una película que hable sobre la miseria: “no tiene una visión lastimera ni invita a la compasión, nunca se habla de dinero ni los personajes se quejan por no tener que comer, no enfoqué así la historia porque a mi me interesaba hablar de la dignidad de su trabajo, de la necesidad que ellos tienen de realizarlo y de que su vida gira en torno a él”, señaló.
Nuria Ibáñez comentó que “todavía falta público para el documental, sin embargo, muchas ventanas se están abriendo para el género, en el que los mexicanos están produciendo propuestas muy interesantes gracias a la revolución digital que ha permitido a un número mayor de personas contar lo que pasa a su alrededor”.
Por otra parte, la cineasta adelantó que está preparando un documental en un hospital psiquiátrico infantil con el que buscará retratar parte de la realidad social de México.