Por Javier González Rubio I.

Después del batidillo, incluso grosero, exhibido en el Festival de Cine de Morelia de 2011, con una nueva edición mucho más seria, llega a las pantallas el documental ¡De Panzazo! producido por la Fundación Mexicanos Primero.

En aquella primera versión exhibida, el reportaje empezaba con un plagio directo de Esperando a Supermán, de Davis Guggenheim, el documental que critica severamente la educación en Estados Unidos y se lanza abierta –aunque injustamente- contra el magisterio sindicalizado de ese país. Ambos principios mostraban a los niños a cuadro diciendo qué querían ser de grandes. Era tal la similitud que hasta la narración parecía meramente una traducción.  El plagio fue enmendado, afortunadamente.

Dirigido por Juan Carlos Rulfo, responsable de la fotografía, y codirigido por el periodista Carlos Loret de Mola, responsable de la narración, ¡De Panzazo! pretende dar una explicación crítica de los problemas de la educación en México, principalmente la pública, contra la que está dirigido el embate.

No estamos ante un documental profesional como el de Guggenheim o, mejor aun, como Inside the Job, el realizado por Charles Ferguson y narrado por Matt Damon sobre las causas y los responsables de la crisis económica que estalló en Estados Unidos en 2008 y que se llevó a Europa de panzazo. 

Se trata no de un documental sino de un largo reportaje de una hora 15 minutos en el que se proporciona información parcial y carente de contexto a fin de lograr un efecto de crítica compartida en el espectador. No estamos, tampoco, ante el mejor Rulfo, el de En el Hoyo o Los que se quedan, sino ante un documentalista que cumplió con un encargo y las indicaciones del codirector.

En su muy peculiar estilo, Loret de Mola apunta que durante décadas la verdad de la educación ha sido ocultada por “personajes muy poderosos”, pero que ahora va a ser descubierta. Le faltó añadir que descubierta de acuerdo a otros personajes también muy poderosos y con objetivos muy claros.

El presidente de la Fundación Mexicanos Primero es el indiscutiblemente talentoso Claudio X. González, quien en su espacio en el periódico Reforma el pasado  21 de febrero dijo claramente, como los voceros del neoliberalismo que están combatiendo la educación pública en España, Chile, Estados Unidos, etc, .que había que acabar con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y con su presidenta, Elba Esther Gordillo. Más claro que eso sólo el agua de tamarindo.

Estamos ante un trabajo singular, manipulador, de verdades a medias, carente por completo de ingenuidad política, con objetivos muy claros de descrédito a la educación pública, al SNTE e incluso al propio Secretario de Educación.  Hay un programa sostenido, por parte de diversos sectores, de ataque sostenido a la educación pública, gratuita y laica. A pesar del tono motivador de sus últimos momentos el reportaje contribuye a preparar los ánimos para un debate próximo, muy severo, sobre el rumbo de la educación mexicana.

El reportaje señala que la causa de la deserción escolar, en particular a partir de la secundaria, se debe a la mala calidad de la educación y a los malos maestros. Lo que no dice nunca, pues es algo que no aceptarían sus productores, es que el problema central de la deserción escolar es la terrible desigualdad social que hay en México donde 7 deciles de la población se reparten el 30 por ciento del ingreso nacional per capita, y los otros tres deciles el 70 por ciento restante, de ahí que tengamos 52 millones de pobres, muchos de los cuales, por cierto, desertan de la escuela para contribuir al ingreso familiar.  

El reportaje insiste también en compararnos con los resultados en educación alcanzados por Corea del Sur, un país con 47 millones de habitantes y un ingreso per cápita de 20 mil dólares anuales, el doble del de México y donde, efectivamente, la educación es una indiscutible prioridad nacional.

Tampoco indica, al referirse a la población que asiste al bachillerato y a la educación superior, que esos datos –apenas el 60 y 30 por ciento respectivamente-, obedecen a que no hay más cobertura y no a que los jóvenes no quieran seguir estudiando.  Esa información simplemente aparece como deserción, falta de conocimientos, etc. y la culpa recae, según el reportaje, en los maestros.

Las imágenes también amañan  el ausentismo de los maestros y se muestra a una escuela de Morelia que fue parte de un conflicto magisterial que se vivió en Michoacán en 2010; efectivamente los alumnos estuvieron sin clases, los padres de familia se indignaron con toda razón, pero esas imágenes aparecen como si fueran la vida cotidiana de las escuelas de México.

El reportaje habla de que todo es culpa, a fin de cuentas, de un sistema, pero no dice cuál, no come lumbre. Efectivamente es parte de un sistema político-económico absolutamente inequitativo; la educación pública, con todas las carencias que el reportaje muestra, es parte de ese sistema complejo en el que predominan los intereses económicos de importantes grupos de poder aliados, además, con la iglesia católica, enemiga histórica de la educación pública sobre todo porque es laica.  Pero al menos es todavía un esfuerzo democrático de valor incalculable que ha formado en sus aulas – aunque a Loret no le guste y lo use para decir sin fundamento alguno que el SNTE pretende impedir la exhibición de su reportaje- a incontables médicos, ingenieros, científicos y humanistas de este país, como dice el mensaje del SNTE que también se exhibe en el cine.

La tragedia mostrada se magnifica cuando el narrador Loret de Mola dice que hace 200 años México inició la lucha por la educación. Sin duda fue una aspiración, pero no hubo logros sobresalientes en un siglo, el XIX, particularmente convulso con dos invasiones extranjeras, con un Santa Ana que ocupó 11 veces la presidencia de la República, y luchas constantes entre liberales y conservadores. La situación es grave, pero reconozcamos que el verdadero esfuerzo educativo mexicano empezó, si se quiere incluso a principios del siglo XX, aún con Díaz en el poder, y adquirió forma y proyecto de nación en 1921.

Checa el trailer:
De Panzazo” – Documental Trailer (Carlos Loret

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