Por Jessica Oliva
@Pennyoliva

Este jueves, la directora y documentalista de origen costarricence, Guita Schyfter (“Novia que te vea”), presentó su cinta histórica “Huérfanos”, con la cual aborda la misteriosa vida de uno de los políticos e ideólogos mexicanos del siglo XIX que, a pesar de dar nombre a vías citadinas principales y ser autor de leyes y epístolas vigentes, queda frecuentemente olvidado: Melchor Ocampo.

Protagonizada por Rafael Sánchez Navarro y escrita por el novelista Hugo Hiriart, el filme narra 60 años de la vida de este liberal radical, autor de las Leyes de Reforma, al mismo tiempo que retrata un país recién independizado, el cual, tal como este personaje histórico, se había quedado huérfano. “México se logró independizar pero las estructuras el poder, casi medievales, quedaron intactas. No había un estado como tal ni un proyecto e nación. Éste era representado por la iglesia. Melchor Ocampo pensaba que lo que debía mandar era la ley. Por ello, es el fundador del Estado mexicano”, afirmó Hiriart.

La película, basada en las publicaciones de José C. Valadés, entrelaza la vida pública del que fuera íntimo colaborador de Benito Juárez, con todo lo que se conoce de su universo personal: su vida como huérfano en una hacienda, su enamoramiento secreto con su nana, así como todas las contradicciones de personalidad de un reformador que lo mismo cita el evangelio, limita los privilegios del clero, funge como gobernador y renuncia al poder a diestra y siniestra. “Es una vulgaridad sólo vivir para sí mismo”, le decía su madrina y dueña de la hacienda. Acto seguido, más por ética que por gusto, Melchor ingresó a la vida política.

“Interpretarlo fue un verdadero descubrimiento, porque en realidad sabemos tan poco de él. Fue una gran responsabilidad. Lo más importante de esta película es que su llegada en este momento de tanta violencia e impunidad es acertado, pues nos recuerda a los grandes mexicanos que han construido este país. Nos hacen falta líderes como los de antaño, cultos y comprometidos”, afirmó el actor Rafael Sánchez Navarro.

El elenco es una mezcla de jóvenes talentos con actores consagrados. Por un lado se encuentra Dolores Heredia, quien da vida a Ana, la nana de Ocampo durante su infancia y el objeto de su polémico amor a partir de la juventud. En una época de costumbres conservadoras, en la que la iglesia era vista como la única madre y guía de un pueblo en el completo desamparo, ser ilegítimo y adúltero era motivo de alienación social. Sin embargo, Ana permaneció como la compañera secreta de aquél que los conservadores llamaban “traidor” de una patria que aún no existía.

Por otro lado, el actor Alan Alarcón interpreta a un Melchor joven, atribulado por el olvido de sus padres biológicos y estudiante seminarista rechazado por el clero. Mientras que Fernando Becerril da vida a Benito Juárez, a punto de convertirse en el liberal que definiría finalmente el rumbo del país como una sola nación.

Para la fiel recreación en pantalla de este México herido por las continuas guerras civiles, golpes de estado y divisiones profundas entre liberales y conservadores, Schyfter contó con la asesoría de la historiadora Patricia Galeana. “A mí lo que más me gusta es la historia. Pero la función de un director es hablar y buscar gente que colabore con él. Yo quería retratar una época: el México de principios del siglo XIX. La forma en que vivían, se vestían, etc., sin las caricaturas de los personajes que de repente vemos”, comentó.