Por Leticia Carrillo


“Chicogrande”, es el personaje que le da título al más reciente filme de Felipe Cazals sobre la persecución que los estadounidenses hicieron del caudillo revolucionario Francisco Villa en territorio mexicano luego de que éste invadiera en 1916 la población de Columbus, Nuevo México.


Para el director, “Chicogrande” es un héroe anónimo que “no posee grandes ideas políticas, estrategias guerrilleras o una frase histórica que heredar; sólo tiene su pellejo y la gratitud a quien lo rescató de la esclavitud, del despojo y la miseria que él y su familia sufrieron durante generaciones. De eso se trata la película y mucha de la historia de México”.


“Chicogrande” es intepretado por el reconocido actor Damián Alcázar, quien en entrevista con CorreCamara.com expresó que la película que se estrena el viernes 28, le va a gustar al público joven “sensible” pues “revitaliza de una manera muy fresca los verdaderos valores que tenemos como ciudadanos; se dice que los jóvenes no tienen valores, lo que en realidad pasa es que la situación económica y política en que vivimos no abre los cauces para que estos se manifiesten, pero claro que los hay, por tu trabajo, por tu gente, por tu futuro”.


Interrogado acerca de si considera que en los tiempos actuales hay líderes a los cuales la gente pueda ofrendarle la misma lealtad que “Chicogrande” a Pancho Villa, Alcázar respondió: “sí hay mucha gente que trabaja por los derechos humanos, entre los indígenas, trabajadores y campesinos tenemos a muchos líderes sociales naturales, pero gran cantidad de ellos son desaparecidos, muertos o encarcelados”.


Y acorde con el tono de denuncia presente en buena parte de sus declaraciones, el ocho veces ganador del Ariel, abundó: “Ignacio del Valle (campesino que se opuso a la construcción de un aeropuerto en Atenco, Estado de México) defendió una causa, sus derechos, su dignidad y a su gente y a cambio, se le aplicó un castigo de más de cien años, es absurdo”.


“Si a mi me preguntas yo te digo que “El Peje” (sobrenombre del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador) porque es un hombre directo y claro, nos puede parecer empecinado pero él sabe que en México hay mucha injusticia, que la repartición de la riqueza no es equitativa y que la impartición de justicia es nula; él lo expone y lo dice”, agregó.


Alcazar relató que originalmente el director les dijo que la historia de ‘Chicogrande’ se iba a estructurar a la manera de un western, con un villano y un héroe enfrentándose pero gracias a que el cuento de Ricardo Garibay que dio vida al guión del filme era muy bueno, “y a la complejidad que le dio el maestro Cazals a la historia, construimos un personaje de carne y hueso, a un hombre cabal, que tiene esperanza en la justicia y ofrece la vida por otro porque aquel es el símbolo de la esperanza y la libertad”.


El protagonista de ‘De la infancia’, ‘Crónicas’ y ‘La ley de Herodes’ aseguró que sus directores favoritos son Felipe Cazals y Luis Estrada (‘Un mundo maravilloso’) “son el extremo el uno del otro en cuanto a personalidad en el set pero con los dos se disfruta el trabajo de una manera formidable”.


Y dijo no estar de acuerdo con el adjetivo de “ogro” que muchos le han puesto al realizador de ‘Canoa’ y ‘Los motivos de Luz’ aunque aceptó que en ocasiones el cineasta “estalla” en el set: “pero tiene toda la razón, él es un creador, está concentrado y pone toda su experiencia en la filmación, por lo tanto todos deben estar listos para hacer su quehacer al mismo nivel y tiempo que él, todo funciona como una maquinaria de precisión. En el rodaje de ‘Chicogrande’ nunca tuvimos horas extras y el día que el maestro dijo que se acababa la filmación, así ocurrió; a pesar de que estaba convaleciente de una operación él siempre fue el que tenía más energía y el más puntual de todos, es un hombre maravilloso, muy cálido, magnánimo, te regala y te enseña”.


Damián Alcázar señaló que todos los intérpretes “después de trabajar con el rigor de Cazals se vuelven actores de verdad; fue lo que pasó con José María Yazpik (Sólo quiero caminar’), Jorge Zárate (‘Dos abrazos’) y Mario Zaragoza (‘Desierto adentro’) en ‘Las vueltas del citrilllo’. Yo, por ejemplo, nunca había visto a Daniel Martínez y a Juan Manuel Bernal (los coprotagonistas de ‘Chicogrande’) en unos papeles tan complejas y bien realizadas”.


Alcázar destacó que al elegir un proyecto no piensa si va a interpretar a un corrupto, asesino, luchador social o padre de familia golpeador sino que los trabajos deben ser “buenas historias, necesarias y que inviten a hablar de una realidad”.


Sobre las películas que filmará próximamente mencionó a las colombianas ‘La sargento Matacho’ y ‘La 26’, además de la boliviana ‘Carga sellada’, cuyo rodaje se retrasó para finales de este año.