Por Germán Sánchez.
Con la participación musical del compositor nominado tres veces a los Oscares y ganador en los Globos de Oro y el Festival de Cannes, Philip Glass, llega el 23 de octubre a los cines de la Ciudad de México el documental Niño Fidencio…de Roma a Espinazo de Juan Farré.
“Es difícil llegar a la gran cantidad de gente que quisiera pero yo digo que el niño Fidencio es muy milagroso y a ver qué pasa” dijo el director sobre el hecho de que su película se estrene con sólo siete copias, pero confió en que los espectadores hagan la recomendación “de boca a boca” para que cuando inicie su recorrido por el interior de la República haya expectativa entre el público.
Niño Fidencio…de Roma a Espinazo trata la historia de un hombre que fue rechazado por la jerarquía católica mexicana y venerado por gran cantidad de personas por sus supuestos poderes curativos. José Fidencio Sintora Constantino (1898-1938) vivió como un curandero y sanador espiritual en Espinazo, Nuevo León. Sus acciones fueron capturadas en imágenes históricas, de las cuales se pueden apreciar algunas en el filme de Farré.
Juan Farré contó a los asistentes a la función de presentación de su documental, cómo es que se fue construyendo el mito del niño Fidencio en los años veinte: “El espiritismo era una moda y políticos de aquella época como Plutarco Elías Calles y Francisco I. Madero fueron espiritistas, Madero tiene dos obras sobre el tema. Esto hace que germine el fenómeno de Fidencio y su espiritismo se vuelva una leyenda, pues la creencia es que el espíritu del niño sigue vivo en otras gentes”.
El documental contiene un fragmento de cuatro minutos de la filmación de Nicolás Echevarría: Niño Fidencio, el taumaturgo de Espinazo. “Yo conocía su película y considero que Echevarría fue fundador de la corriente documental en México. Le pedí la autorización a la Cineteca y al IMCINE para poder ocuparlo pero me dijeron que ese material se había quemado en el incendio de la Cineteca en 1982”, señaló el cineasta. Al final, Farré pudo conseguir un rollo con Echevarría y lo restauró para que apareciera en el filme.
Niño Fidencio se estrenó en 2008 en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara en el que obtuvo una mención especial. De ahí fue exhibida en el FICA, Expresión en Corto, en el FICM de Morelia, en el Festival de la Memoria y en DOCS DF.
También estuvo en Brasil, en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, y en marzo de este año en el Festival de Málaga, España. “fue una experiencia muy padre porque yo no sabía si en el extranjero la iban a entender pero fue muy bien aceptada, al público le encantó, se rieron y eso para mí es una forma de sentir que ya hay una forma de retroalimentación” mencionó Juan Farré.
Esta producción se inició en 1995 y concluyó en 2006, con el apoyo del CONARTE y el IMCINE: “El transfer de video a cine cotizado en los Estudios Churubusco era de 750 mil pesos, yo lo tuve que hacer en Estados Unidos, me costó casi la mitad y pude tener más recursos para viajes, para filmar y hacer un montón de cosas”, explicó el director acerca de la estrategia para que los recursos con los que contó –dos millones de pesos- se aprovecharan de mejor manera.
Juan Farré deseó que la gente vea más cine mexicano y en particular que perciban a Niño Fidencio…de Roma a Espinazo como “una investigación seria, un trabajo profesional que necesita público para que haya una recuperación y que podamos hacer más filmes”.
Por último, el realizador se mostró a de que el cine mexicano permanezca más tiempo en exhibición y aplaudió la iniciativa de difusión de Simón Bross, el director de Malos hábitos, quien abrió cines “económicos” en la zona metropolitana de la Ciudad de México. “La alternativa es hacer otro tipo de cine, como Simón Bross y sus hermanos que han hecho un nuevo concepto de salas en lugares donde no hay estos grandes complejos, se cobra 15 pesos la entrada, la dulcería cobra la mitad y la gente está yendo”.