Por Edurne Sarriegui
Noticine.com-CorreCamara.com
En este empeño de Disney por desempolvar sus éxitos más o menos viejos y darles una nueva vida, le toca ahora a “El Rey León / The Lion King” (2019) que vuelve a la pantalla pero con un remozado aspecto gracias al “live action” digital, sin que apenas haya cambios en el guión.
La nueva versión del éxito de 1994, recauchuta la anterior sin tomar riesgos, yendo a lo seguro y contando la misma historia, básicamente sin cambios. Y lo peor es que, en esta aparente mejora tecnológica que sustituye a la animación clásica por la generada por CGI, se pierde gran parte de su atractivo.
El logrado realismo de los animales en esta versión les hace perder esa ternura que humanizaba sus gestos en la primera. La apariencia tan bien lograda de perfección cercana al documental, resta expresividad a los personajes que pierden así su capacidad para provocar la empatía en el primer plano. Es magistral el uso de los nuevos recursos, pero tal vez no sean la herramienta adecuada para contar esta historia.
Jon Favreau, que dirigió el premiado remake de “El Libro de la Selva” (2016), tiene a su cargo la realización, que ejecuta sin ponerle demasiada creatividad. Los “homenajes” a la original son tantos, son tantas escenas calcadas, que parece más bien un “copia y pega”. Seguramente es una decisión del estudio Disney ofrecer una copia tan exacta que exige poco de los guionistas, Jeff Nathanson y Brenda Chapman.
El conocido argumento lleva al pequeño león Simba lejos de su manada cuando su tío Scar le hace sentir culpa por la muerte de su padre, el rey Mufasa. Durante su autodestierro, Simba crece con alegre despreocupación acompañado de Timón y Pumba, hasta que asume su responsabilidad como heredero y vuelve para tomar las riendas de la situación y sacar a su reino del caos en que lo sumió su malvado tío.
Son los secundarios Timón y Pumba los que dan un poco de relieve a la cinta. Ellos, que son los que ponen el humor en este drama, sobresalen un poco de la chatura general de los personajes.
Y uno de los caracteres principales, el villano Scar, es el menos convincente de todos ellos. Su apariencia de león viejo, maltrecho, flaco y desmelenado, no hace mucho para hacernos creer que ha conseguido hacerse con el control de la manada y de la sabana africana.
La banda sonora reproduce algunos de los temas ya clásicos, que cobraron fama y autonomía con la primera versión y la convirtieron en una exitosa pieza de teatro musical, pero no hace nuevas contribuciones destacables.
Este “El Rey León/ The King Lion” es posiblemente el más prescindible de los remakes de Disney. Sigue siendo una bonita historia y su valor técnico es innegable. Pero ya la vimos…. Y en una versión más tierna con personajes bastante más carismáticos.
Y si hay que buscar una justificación para esto, ya se sabe: “Poderoso caballero es Don Dinero…”.