Por Hugo Lara

La relación entre México y Estados Unidos es como la de un viejo matrimonio que pasa de súbito del amor al odio, una relación siempre compleja y objeto de asuntos profundos y sensibles más allá de la política y el comercio, sino de carácter humano como la migración, que tiene que ver con la identidad, la cultura y los lazos familiares. Solo por mencionar un antecedente: en 1848, cuando México fue despojado de más de la mitad de su territorio por Estados Unidos, hubieron 17 familias de Laredo que cruzaron el Río Bravo para fundar Nuevo Laredo y seguir siendo mexicanos; pero no solo eso: ¡se llevaron a sus muertos para enterrarlos acá!. Esto refleja la carga cultural y de identidad que efervece en la frontera y que, a lo largo de más de siglo y medio, ha permeado a uno y otro lado.

Estos son los temas de “Home is Somewhere Else”, largometraje documental de animación dirigido por Carlos Hagerman y Jorge Villalobos, un emotivo y poderoso tríptico que acopla historias contemporáneas de diferentes migrantes que narran su experiencia con su propia voz, pero reconstruidos por medio de diferentes técnicas de animación.
 
La primera anécdota gira en torno a Jasmin, una joven nacida en Estados Unidos pero con padres mexicanos ilegalmente residentes. Ella sufre su paradójica condición de ser ciudadana de Estados Unidos pero con padres ilegales, sobre todo a partir del momento en que su padre es detenido por una falta menor de tránsito. Entonces, ella decide alzar su voz para defender la causa de los “dreamers”. La segunda historia nos cuenta el caso de dos hermanas que viven separadas por la frontera y que evocan, por medio de llamadas telefónicas, su vida juntas en la niñez y los sueños que quieren alcanzar. La última historia es la de un joven mexicano que vive en UTAH y que es encarcelado por un incidente menor, víctima de los prejuicios raciales, por lo que es deportado a México.

Debe notarse que cada una de las tres historias tiene su propia estética, del dibujo infantil a imágenes de mayor elaboración, lo que entraña un ejercicio de creatividad y de reflexión. La música de Javier Álvarez y el diseño sonoro de Pablo Lach son otros componentes que redondean el planteamiento artístico-narrativo de este relato, apoyado por un personaje que funge como presentador y que hace la introducción a cada episodio.

El formato de documental animado cubre distintos propósitos. A nivel narrativo, hace posible reconstruir historias y anécdotas que no se pueden recrear ni filmar con facilidad y dejar de depender de “cabezas parlantes”, que puede ser monótono para la audiencia. La animación puede convertir los testimonios verbales en imágenes y acciones, es decir, que tengan la viabilidad de verse y sentirse más allá de la voz de los protagonistas. “Home is Somewhere Else” magnifica estas posibilidades.

Otra ventaja del documental animado es la libertad creativa y el gramaje poético que se le aporta. En ese sentido, Villalobos, Hagerman y todo su equipo de animadores, hacen una labor notable en calidad de realizadores, pues encuentran los resquicios apropiados para imaginar y proponer, a veces a través de la metáfora, a veces con base en la crudeza del testimonio directo.

Hagerman ya tiene experiencia  como director de documentales que vale la pena ver, como “Vuelve a la vida” (2010), mientras que Villalobos debuta como director de largometraje con “Home is Somewhere Else”, pero tiene una trayectoria importante experimentando con la animación y el cine, por lo que su tenacidad debe saludarse en esta incursión.

“Home is Somewhere Else”  nos deja mucho en qué pensar sobre el tema de la migración, un fenómeno de la humanidad que data desde el antiguo momento en que el hombre salió de África para poblar el resto del mundo y que nada va a detener en el futuro, ni fronteras ni muros. Es algo con lo que debemos vivir y, por eso, tratar de entender y ser sensibles, en especial bajo la lógica de que México no solo es país de migrantes, sino que es paso y recibe migrantes en abundancia.

Claro que siempre hay gente necia. Esta semana John Kennedy, senador por Louisiana —que no hay que confundir con John F. Kennedy—, afirmó que sin Estados Unidos, México estaría comiendo comida para gatos. Un comentario así de racista, soberbio y tonto solo refleja lo mucho que debemos seguir discutiendo sobre la migración, para elevar el nivel y alcanzar a comprender con lucidez. En este sentido, “Home is Somewhere Else” aporta su grano de arena que vale oro. Se exhibe actualmente en Cineteca Nacional y otras salas.

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.