Por Leticia Carrillo
Raúl Padilla López, Presidente del Patronato del Festival Internacional en Guadalajara, aseguró en el Festival de Cine de Chihuahua, que aunque “el panorama del cine mexicano es un poco mejor que en años anteriores, todavía es una industria muy débil, lejos de protagonizar los grandes momentos de la producción de la Época de Oro donde se producían más de cien películas al año”.
El promotor cultural dijo que el reto es hacer cine igual de entretenido, bien hecho, y tan competitivo como el de Hollywood, que sea atractivo para el gran público. Estimó que sí es posible lograrlo “porque en México tenemos mucho talento, una Historia muy importante, grandes productores, extraordinarios directores y estupendos actores”.
Y agregó que la vía será la instrumentación de más políticas y estrategias de apoyo la producción, distribución y exhibición del cine mexicano, “lo que en nuestro país no se ha hecho de manera integral”.
Padilla López señaló que es necesario ser autocríticos a la hora de analizar la situación de la industria fílmica nacional y rechazó catalogar lo que ha ocurrido en los últimos años en el país como un “resurgimiento del cine mexicano como muchos lo han declarado”.
Esto, porque mencionó que en la última década las películas nacionales sólo han ocupado un cinco por ciento de las pantallas mexicanas; sin embargo, aceptó que esta cifra ha mejorado con respecto a los años ochenta y noventa en los que la presencia de estos filmes en las salas “difícilmente sobrepasaba el tres por ciento”.
El también director de la Feria Internacional del Libro mencionó que en el terreno de la exhibición, los problemas de la mayoría de las cinematografías en el mundo es que las películas de las majors hollywoodenses “invaden todas las pantallas”, apoyadas en su enorme aparato de promoción y difusión.
“Sólo los países que llevan a cabo medidas especiales para apoyar a sus industrias cinematográficas logran arrebatarle un poco de terreno al cine hollywoodense” afirmó el Raúl Padilla.
Puso como ejemplo los casos de Francia, Argentina, Brasil y España en los que se han aplicado desde gravámenes a la producción extranjera hasta se ha obligado a las televisoras a invertir en su cine, con lo que han logrado hasta un 25 por ciento en el terreno de la exhibición.
El representante del festival en Guadalajara opinó que las medidas tomadas en México “no son los suficientemente sólidas para que tengan el efecto adecuado”. Y recordó la iniciativa del “peso en taquilla” a través de la cual se pretendía recaudar un peso de cada boleto vendido en los cines, pero que no prosperó en los tribunales.
En cuanto al estímulo fiscal conocido como EFICINE o Artículo 226, señaló que a las autoridades hacendarias no les gusta y por eso le han puesto varios candados como el de que una película no puede obtener más de veinte millones de pesos por esta vía.
Finalmente, Raúl Padilla mencionó algunos datos sobre las majors hollywoodenses para poner en perspectiva el estado del cine en México: en conjunto, estas productores hacen entre ochenta y cien películas al año; éstas tienen un costo promedio de 60 millones de dólares mientras que el de las cintas las mexicanas es de un millón; por cada dólar en taquilla, un productor americano recibe 65 centavos, en contraste un productor mexicano obtiene, a lo sumo, 25 centavos por cada peso que ingresa a las salas.