Cine Mexicano S.A.
Por Juan Manuel Badillo
Regresaron los cines a precios populares. No son salas de segunda. Son complejos nuevos, con películas de estreno, incluso se podrán proyectar películas digitales y en 3-D, dijeron empresarios.
No es un acto de justicia social, aclararon. “Hay un mercado ahí y por eso es que hay que hacerlo”, declaró el director de Cinépolis, Alejandro Ramírez.
La primera sala popular de Cinépolis abrió a principios del año, pero el concepto está apenas en fase de prueba. “Es un work in progress”, dijo Ramírez.
Cinépolis tiene más de 2000 pantallas en el país y mantiene presencia en Centro América, Colombia, Perú y en la India.
El publicista, cineasta y productor fílmico, Simón Bross, y sus socios, abrieron la primera cadena de cine populares, Cinemagic, con 70 pantallas ubicadas en zonas economistamente deprimidas.
“Dejémonos de rollos y combatamos la piratería con precios bajos, para que la gente pueda ir al cine”, dijo Bross.
El cineasta Alfonso Arau, por su parte, presentó en el 2010 su proyecto de cines Cinelux, con entradas de menos de 20 pesos, en ciudades con menos de 2000 habitantes.
Arau propone sus cines como una franquicia, para que la compren
empresarios, gobiernos locales y la propia gente de la localidad. “Son cines para el pueblo”, dijo el cineasta.
EL CINE EN LA CANASTA BÁSICO DE LOS MEXICANOS
Hasta los años 70 el cine en México formó parte de los productos de la canasta básica del mexicano, igual que el consumo de frijoles y tortillas.
En los años 80 los cines, en manos del Estado, decayeron en todos los sentidos. Las películas ni se veían ni se escuchaban.
A partir de los años 90, luego de la desregulación de los complejos en todo el país, los cine se modernizaron y dejó de ser un entretenimiento barato.
Una boleto de cine hoy en día está alrededor de los 40 a 50 pesos, pero con palomitas, refrescos y una golosina adicional, una familia de tres miembros puede gastar en una noche más de 400 pesos. Lo que equivale a gastar en un solo día poco menos de la mitad del sueldo mínimo a la semana.
Aún así los mexicanos son de los que más van al cine, más de 4 veces al año, junto con los brasileños y los argentinos.
Las cifras oficiales de la Cámara Nacional de Cinematográfica y el Videograma (Canacine) presentan un panorama alentador. Dicen que 190 millones de mexicanos asistieron al cine en el 2010 y que hubo un incremento del 6.2 por ciento respecto al 2009.
Pero el presidente de la Sociedad Mexicana de Directores, Víctor Ugalde, dice lo contrario. “Si hablamos de asistentes y no de ingresos, la asistencia a los cines va a la baja”, dijo.
En la actualidad solamente poco más de 10 por ciento de los casi 108 millones de mexicanos tiene para pagar un boleto para ir al cine. “Son los pudientes, el resto de los mexicanos ni se acerca”, recalcó Ugalde.
El Anuario Estadístico del 2010 del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) confirma que a los mexicanos todavía les gusta ir al cine.
El anuario indica que el 63% de los mexicanos prefiere ver una película en un cine, frente al 36 % que se inclina por ver una película en su casa, en una copia ilegal.
SI QUEREMOS CINE GRATIS VAYÁMONOS A UN PAÍS COMUNISTA
“Hace 15 años que los distribuidores se decidieron a recuperar a la gente que dejó de ir al cine, lo que hicieron fue hacer cinemas cómodos, asientos dignos, pantallas buenas, sonido claro, nítido, espectacular, y por eso crecieron”, expresó Federico de la Garza, representante de la Motion Pictures of Associated (MPA), que representa a los grandes estudios de Hollywood en el país.
“Claro, si nos ponemos a buscarle el sentido social ya es otra cosa, pero si queremos que nuestros hijos disfruten de un teatro cómodo, unas palomitas sanas, hay que pagarlo, de lo contrario hay que irnos a un país comunista para que nos entretengan gratis”, dijo el representante de la MPA.
CINES PARA EL PUEBLO
Actualmente la cadena Cinemagic de Simon Bross tiene 70 salas y en los próximos años aumentará a 438 pantallas, con salas de 120 butacas, ubicadas en zonas populares, con películas de estreno, y con entrada desde menos de dos dólares.
Bross, un reconocido publicistas, cineasta y productor, abrió cines en las zonas populares como en Ixtapaluca, Chalco; en Ramos Arizpe, Coahuila, al norte del país; en Córdova y Orizaba en Veracruz; y en Atlixco, Puebla, entre otros.
“En lugar de estar echando rollos contra la piratería, deberíamos combatirla con precios económicos para que la gente pueda ir al cine”, dijo el director de la película Malos hábitos.
La primera sala de cine del realizador Alfonso Arau se empezó a construir en noviembre del 2010 en Teoloyucan, Estado de México, ubicado en los alrededores de ciudad de México, donde ha hasta la fecha no hay un cine.
El director de “Un paseo por las nubes” y “Zapata” con el cantante Alejandro Fernández como el revolucionario Emiliano Zapata, explicó que su cadena Cinelux tendrá 3,000 salas, una inversión de 5 millones de pesos en cada complejo y funcionará como una franquicia.
“La comprará la gente del mismo pueblo y generaremos empleos de la misma gente de la comunidad, que son los que lo van a administrar,”, declaró.
badillo685@hotmail.com