Por Lorena Loeza
Stephen King es sin duda uno de los narradores de terror y suspenso más famosos que existen en el mundo. También es un curioso caso de diversidad creativa que le ha permitido con sus historias llegar a públicos extensos usando para ello todo tipo de formatos. Prácticamente no hay ningún género literario que le sea ajeno: cuentos, novelas, novelas por entregas, series, y por supuesto guiones para películas, series de TV, programas unitarios y sagas, se cuentan en su lista de numerosos éxitos y ganancias millonarias.
Sus historias han sido llevadas a la pantalla de grande de la mano de directores de todos tipos, demostrando que son muy afines a la cinematografía, y a producir horror visual, un talento que no todos los escritores poseen.
Es así que si hay alguien conoce a fondo el oficio de escritor, esa persona es Stephen King. Sin ánimo de dar cátedra King tiene la enorme generosidad de hablar del oficio que le ha dado de comer todos estos años, y del cual sin arrogancia, afirma que sabe un poco.
“Mientras escribo” es una lectura obligada para todos aquellos que vemos en las letras un modo de expresión y arte. También para los fanáticos que se cuentan por millares y que quieren saber de dónde surge la imaginación que ha creado algunas de nuestras pesadillas colectivas contemporáneas.
El libro está divido en dos partes. La primera prácticamente una biografía de los primeros años del escritor hasta la publicación de “Carrie” su primer gran éxito literario y el trabajo gracias al cual se convierte en un escritor profesional. De primera instancia, pareciera que King no puede evitar la soberbia de hablar primero sobre sí mismo- un mal que pareciera frecuente en todo tipo de creadores artísticos- pero una lectura más cuidadosa nos hace entender el motivo: la fuente de inspiración de un escritor siempre es la vida misma. Y para ser un escritor que se ha dedicado a encontrar el lado más aterrador de la adolescencia, resulta indispensable asomarse a la suya, además de conocer el principio de sus adicciones y el descubrimiento de su vocación como narrador.
King además nos cuenta los pasajes de su vida que de algún modo están presentes en sus primeras historias, y las verdaderas metáforas que se esconden sobre algunas de las novelas (después películas) que más han impresionado al público.
Es así que sabemos que Carrie si existía y que en realidad es una personalidad dividida entre dos chicas que fueron compañeras de King en la secundaria. Que la enfermera de “Misery” representa el carcelero en que se convierten el alcohol y las drogas en la vida de un adicto y que Jack P. de “The Shinning” es el propio King llevando a su familia al desastre por el alcoholismo.
Lo demás es fácil de comprender. Las historias aterradoras que conocemos de King son en realidad las crónicas de un hombre contra sus propios demonios. “La vida no está al servicio del arte, sino al revés” afirma el escritor contundente y categóricamente al final de esta primera parte. Y es imposible no estar más que de acuerdo.
La segunda parte es una serie de consejos generosos para todos aquellos que alguna vez han tenido la aspiración de escribir. Y no sólo consejos, en realidad. De forma clara, se convierte en una amena charla sobre las herramientas útiles y las opiniones personales sobre asuntos del oficio que evidentemente King domina con maestría. Quizás no sea un escritor exquisito, o candidato al premio Nobel de Literatura pero sin duda es un hombre que ha descubierto la llave que hace que la industria funcione y no solo eso, sino para que sus historias funcionen en múltiples formatos.
Si bien el libro está pensado desde el arte de escribir, y se hacen pocas referencias a las adaptaciones cinematográficas, la verdad es que muchas de las historias de King son recordadas por su versión cinematográfica y por las caracterizaciones que actores de la talla de Sissi Spacek, Jack Nicholson, Johnny Depp, Edward Furlong o Kathy Bates, dirigidos por Stanley Kubrick, Brian de Palma, David Cronenberg o John Carpenter, entre una larga lista; hicieron de sus aterradores personajes.
Si, puede que no sea un escritor exquisito… pero hay algo que seduce a miles fans en todos el mundo. Quizás la descarnada maestría que describe de manera aterradora y diferente a cada uno de nosotros, con todas nuestra virtudes y nuestros siniestros defectos.