Los colaboradores de Corre Cámara hicieron una selección de películas como recomendación para estos días, que muchos pasarán la mayor parte de su tiempo resguardados en casa, a causa de la emergencia sanitaria derivada de la epidemia del coronavirus.

Las recomendaciones se asocian a temas tratados en el cine como las pandemias, el encierro (físico o psicológico), el apocalipsis o los mundos distópicos, entre otras. Igualmente, en ellas se deslizan reflexiones que nos permiten aproximarnos a esta circunstancia no solo de manera sombría y amarga, sino incluso, en ciertos casos, con sabiduría, humor y esperanza. En seguida, las 40 recomendaciones de Samuel Lagunas, Lorena Loeza, Sergio Huidobro, Alí López, Miguel Ravelo, Lía Rueda, Pedro Paunero, Adriana García y Hugo Lara.
 

¿Qué ver en la cuarentena del COVID-19?

Por Samuel Lagunas

Hace poco leía en redes sociales a algunos amigos científicos lamentándose agriamente al ver cómo los mexicanos estamos viviendo la pandemia del COVID-19 como si se tratara de una película, en vez de atenernos estricta y confiadamente a las voces autorizadas de los hombres de bata blanca. Algo hay de cierto en ello: Hollywood bien podría ostentar el título de pedagogo de las catástrofes. Por eso, en vez de reproducir esa mirada, me gustaría recomendar a las y los lectores tres películas cuyas miradas, si bien también pueden señalarse como apocalípticas, se desvían un poco del modelo hegemónico norteamericano.

1. “Los perros de la plaga” (Martin Rosen, 1982)

No sólo los humanos tenemos aventuras intensas que bordan la catástrofe y el aniquilamiento. En esta dolorosa cinta de animación británica, acompañaremos a un par de perros, Snitter y Rowf, que logran escapar de un laboratorio en el que eran torturados en nombre de la investigación científica. A la caza de una mejor vida, los perros no tardarán en descubrir la hostilidad de los humanos, que acabará por orillarlos a uno de los finales más lacrimógenos del cine animado.

2. “Seoul station” (Yeon sang-ho, 2016)

Precuela de la exitosa cinta surcoreana “Tren a Busan” (2015), esta película animada de zombis se construye sobre la tosquedad de su animación y la crudeza de su argumento. Una adolescente peleada con su padre tiene una discusión con su novio y, en el camino a casa, se verá atrapada por una horda insaciable de muertos vivientes. La cinta es mucho más pesada que “Tren a Busan” y ése es su principal atractivo: los zombis, más que dar miedo, generan una incomodidad que remite no sólo a la anterior “King of pigs”, sino también al malestar provocado por el acosador de “Perfect Blue” (Satoshi Kon, 1997). No obstante, al igual que “Tren a Busan”, “Seoul station” es una emotiva lección de paternidad, filiación y de cómo las catástrofes nos ayudan a purgar nuestro ser desde las entrañas.

3. “La tortuga roja” (Michael Dudok de Wit, 2016)

La última película hasta ahora de Ghibli cuenta la historia de un náufrago, quien conoce a una misteriosa tortuga que parece salida de su imaginación. Sin una sola palabra, la cinta es una poderosa alegoría sobre la relación de los humanos con su entorno. Una película apocalíptica en el sentido de que revela, tras la intimidad y el carácter absoluto de la catástrofe, lo frágil que es la vida de una persona, lo ínfimos que somos en el tiempo cósmico que habitan los seres que nos rodean. Los seres humanos somos, nunca hay que olvidarlo, un episodio pequeño en la historia del universo. El más desastroso, desde luego, pero nos acabaremos. Y ésa es la mejor noticia de una película como “La tortuga roja”, y quizá un buen recordatorio para estos días de encierro.

 

Recomendaciones para la cuarentena

Por Lorena Loeza

Desde el encierro el mundo se piensa y se vive desde una reflexión profunda. A veces desoladora y terrorífica, pero en ocasiones también esperanzadora.

4.- “12 Monos”. T. Gilliam, 1995.

Un gran clásico y cinta pionera en conjuntar el tema ambientalista con la distopía biológica. Gilliam logra además una fantasía vertiginosa con viajes en el tiempo, locura y obsesión, que además nos regala una de las mejores actuaciones de Brad Pitt antes de convertirse en super estrella.

5.- “Repulsión”. R. Polanski, 1965.

La oscura trilogía de Roman Polanski sobre locura y encierros inicia con esta cinta, en donde una obsesión personal, combinada con una situación de soledad y enclaustramiento, es el hilo conductor de una historia cuyos elementos aterradores juegan tanto en contra del protagonista como del espectador/a.

6.- “Arriety y el mundo de los diminutos”. H. Yoenbaash, 2010

Si, también hay encierros esperanzadores. Este cuento animado por el legendario estudio Ghibli, nos cuenta como la solidaridad, la empatía y el amor, permiten superar barreras traspasando mundos opuestos en incomunicados. Muy recomendable para ver en familia.


Mis filmes para el encierro

Por Alí López

7. “La ventana indiscreta” (“Rear window”, Alfred Hitchcock | USA | 1954)

Un clásico que nos remite al voyerismo innato del paisajismo urbano. El encierro puede permitir que alucinemos a los vecinos, pero también que analicemos nuestra posición en la maquinaria social; después de la crisis ¿seguiremos siendo espectadores o nos convertiremos en partícipes? Por otro lado, Hitchcock nos otorga aquí su mejor versión, el más excéntrico y maniaco, poco menos que Norma Bates, pero más que cualquiera de las muchas imitaciones.

8. “The Breakfast Club” (John Hughes | USA | 1985)

Que mejor que estar encerrados para encontrarnos a nosotros mismos, conectar con los sueños perdidos, las fantasías cotidianas y salir adelante ante nuestros miedos. Comprender que quienes nos rodean son entes pasajeros de quienes hay que aprender, pero la verdadera trascendencia siempre vendrá de adentro.

9. “The Cremaster Cycle” (Mathew Barney | USA | 1995-2002)

Con tiempo suficiente para digerir el cine (lo que sea que eso signifique) habrá que apostar por una serie de filmes contemplativos y poco claros, donde la naturaleza de ser hombre se expone ante los místico del cine de autor. En época de cuestionar masculinidades, nada mejor que un debate en torno a la obra de Barney.
 

Mis películas sobre el encierro

Por Sergio Huidobro

10.- Temporada de patos (Fernando Eimbcke, 2004)

La adolescencia como encierro. En el mismo cuadrante habitacional en el que los personajes de “Rojo amanecer” vivieron en clausura por varias horas, la tarde de bildungsroman de Flama (Daniel Miranda) y Moko (Diego Cataño) sigue siendo el mejor registro hormonal de lo fue ser púber, clasemediero y estar confundido en los primeros años de este siglo.

11.- El ángel exterminador (Luis Buñuel, 1962)

La clase alta como encierro. La primera película plenamente surrealista de Buñuel desde “La edad de oro” (1930) es también una comedia negra sin paralelos en el cine nacional. Hombro a hombro con Gustavo Alatriste (productor) y Silvia Pinal (actriz), casados en ese momento, Buñuel dirigió la crónica más punzante y agria de la lucha de clases en el México que se creía modernizado, aunque solo estaba atrapado entre cortinas.

12.- La tarea (Jaime Humberto Hermosillo, 1991)

El deseo como encierro. Hermosillo, el fotógrafo Toni Kuhn y el sonidista Nerio Barberis tejieron una de las películas técnicamente más complejas del cine mexicano de su tiempo, aunque parezca todo lo contrario. Su mérito mayor, sin embargo, está en la libertad con la que explora el deseo como motor de las relaciones humanas en un México que se pensaba urbano y cosmopolita, pero que seguía lleno de tabúes.
 

Cine para el fin del mundo

Por Miguel Ravelo

Quedarse en casa para evitar el avance y propagación del COVID 19 es una de las medidas más eficaces que cada persona debe tomar para enfrentar una de la más terribles crisis con las que la humanidad se ha encontrado en años recientes.  Por supuesto, el cine será un compañero invaluable durante las horas por venir, por lo que a continuación van tres recomendaciones para asomarnos a la ventana que nos ofrecen las películas y ver cómo tres grandes directores abordaron varios de los temas que hoy nos aquejan y ante los que el mundo aún no encuentra una salida.

13. “Pánico en las calles” (Panic in the streets, 1950), de Elia Kazan.

No es muy común que el film noir, acostumbrado a los crímenes y a las mujeres fatales, aborde una historia acerca de la propagación de un virus; sin embargo, el extraordinario Elia Kazan consiguió con ésta una de sus películas más inusuales, arriesgadas y plenamente angustiantes. El cadáver de un hombre asesinado a balazos aparece flotando en los muelles de Nueva Orleans. La policía no le da mayor importancia y lo ve como un crimen más, hasta que un médico descubre que el cuerpo es portador de una cepa virulenta de peste bubónica. A continuación, cientos de oficiales son movilizados para encontrar a las personas que mataron a este hombre y a todos con los que tuvo contacto antes de morir para evitar la propagación del virus antes de que sea imposible detenerlo. Kazan desarrolla una historia de paranoia y desesperación en la que cada minuto es esencial y poco a poco el pánico va esparciéndose entre las autoridades y los habitantes del lugar. El clímax es antológico y se encuentra entre los momentos más logrados, pero curiosamente menos recordados, dentro de la gran carrera del director.

14. “La cosa” (The thing, 1982), de John Carpenter.

“La cosa” no solamente es uno de los más sólidos argumentos al momento de hablar de la valía de los remakes y las puestas al día de historias conocidas y previamente exitosas. Es también el que podría considerarse el momento cumbre dentro de la inigualable carrera de Carpenter, quien tuvo la brillante idea de volver al clásico de la ciencia ficción “La cosa del otro mundo”, dirigida por Christian Nyby y producida por Howard Hawks, actualizándola y construyendo una de las películas de suspenso, claustrofobia y terror fundamentales dentro de la historia del cine. En la Antártida, un grupo de investigadores se enfrenta con un parásito extraterrestre capaz de imitar la forma de todo organismo al que invade. Mientras la historia avanza y cada uno de los miembros de la expedición comienzan a morir, se vuelve imperativo encontrar quién de ellos es en realidad el parásito utilizando un cuerpo ajeno. Con extraordinarios efectos visuales a cargo de Rob Bottin y un enervante score firmado por Ennio Morricone, la secuencia en la que el grupo revisa la sangre de cada uno de los integrantes para descubrir al impostor consigue deshacer los nervios de cuanto espectador se enfrente a esta película. 

15. “12 monos” (Twelve monkeys, 1995), de Terry Gilliam.

Corre el año 2035 y el convicto James Cole es enviado al pasado para investigar el origen de un virus que mató a 5 billones de personas en 1997 y obligó a los sobrevivientes a abandonar la superficie del planeta y vivir bajo tierra. Terry Gilliam, el brillante director tras obras maestras como Bandidos del tiempo (Time bandits, 1981) y Brasil (Brazil, 1985), nos da su visión de un hombre fuera de su tiempo, declarado esquizofrénico y que sin saberlo, se vuelve parte dentro de la compleja trama que terminaría con el fin de la humanidad. Gilliam analiza la forma en la que la información se va deteriorando hasta volverse en contra de la propia sociedad que la genera y replica, alejándolos cada vez más de la verdad y convirtiendo al enigmático ejército de los 12 monos en los principales sospechosos del fin por venir. El destino y nuestra propia existencia, nos dice Gilliam, es uno de los hielos más quebradizos en los que estamos parados, y a veces una sola persona puede terminar con la realidad como la conocemos hasta ahora. Pieza fundamental del cine de ciencia ficción, 12 monos es una de las grandes películas del director miembro de Monty Python.


Cinco películas contra la plaga

Por Lía Rueda

16. “Hasta que la muerte los juntó” (This is Where I Leave You, Shawn Levy, 2014)

Jane Fonda protagoniza una comedía dramática en medio de un duelo donde la familia caótica saca los trapos al sol, que a más de uno los sorprenderá.

17. “No estoy loca” (Nicolás López, 2018)

Una divertida comedia chilena, donde una mujer la ingresan por equivocación a un hospital psiquiátrico, por intentar suicidarse, tras darse cuenta de los secretos de su marido.

18. “Cuando el destino nos alcance” (Soylent Green, Richard Fleischer, 1973)

Un clásico protagonizado por Charlton Heston y Leigh Taylor Young, cuyos personajes nos trasladan al futuro (2022), donde la humanidad sigue igual, pero harán cualquier cosa para obtener lo que realmente necesitan. Eso es solo el principio de un gran final.

19. “Así pasa cuando sucede” (Whatever Works, Woody Allen, 2009)

Una comedia escrita y dirigida por Woody Allen que garantiza pasar una tarde agradable y reflexiva acerca de un neoyorkino maduro, divorciado y misántropo, quien comienza a una nueva relación. Actúan Evan Rachel Wood, Larry David y Henry Cavill.

20. Cuando los hijos regresan (2017)

Un matrimonio de jubilados que disfrutan de su vida en pareja (Carmen Maura y Fernando Luján, en su última película), tienen que recibir a sus tres hijos adultos que vuelven a casa no sólo con sus problemas, sino con los nietos, la nuera, la mascota y sus fracasos encima. La familia se ve forzada a convivir pero la situación resulta insoportable, así que los dos padres urden un plan para hacer que su querida prole se largue de una vez por todas. Una película para que pasen un buen rato a lado de sus seres querdos con los que hayan decidido encerrarse en esta cuarentena.  Puede verse en Amazon Prime.

 

Epidemia: metáfora oscura

Por Pedro Paunero

Se trata de un cliché pero, no por serlo, resulta menos cierto: los estados de excepción prueban la humanidad de cada quien, haciendo aflorar lo “mejor y lo peor” de todos, como suele decirse. Las siguientes películas, cuyas historias se sitúan durante epidemias, lo prueban.

La epidemia como una dictadura:

21. “El castigo del dictador” (aka. La peste blanca; Bílá nemoc; Hugo Haas, 1937)

Adaptación de una obra de teatro escrita por el checo Karel ?apek (quien introdujera, igualmente a través del teatro la palabra “robot”), trata del descubrimiento, por parte de un médico, de la cura de una epidemia que pone en jaque a su país, pero que se verá obstaculizado por un dictador a quien no le interesa el avance de la enfermedad, sino el de la guerra próxima a hacer, situando, de esta manera, a la epidemia, como una metáfora del fascismo creciente. El médico se las arregla para salvar sólo a los inocentes y más necesitados de la sociedad pero, de pronto, el dictador mismo cae enfermo, todo en medio de una atmósfera opresiva y realmente lograda en una de las primeras películas que rompen con el género de la Ciencia ficción.
 
La belleza en peligro:

22. “Muerte en Venecia” (Morte a Venezia; Luchino Visconti, 1971)

Visconti, en pleno uso de sus poderes como realizador, adapta la hermosa novela corta del Nobel alemán, Thomas Mann, sobre un compositor decadente que, escapando de la realidad, se refugia en Venecia, en la cual descubre el ideal estético personificado en un efebo inalcanzable, distante. Mientras, las autoridades ocultan una epidemia de cólera para no perder al turismo. La hermosa ciudad de los canales se convierte, así, en un telón de muerte en una trama sostenida por el Eros y el Tánatos. Detrás de cámaras hubo atrocidades, pero Visconti creó una de las películas más bellas de la historia, y una de las mejores adaptaciones al cine de una obra literaria jamás realizadas, proeza para la cual se había preparado ya, en 1954, con su “Senso”, adaptación de otra novela corta extraordinaria, esta vez del escritor italiano Camilo Boito.   

El juego de la corrupción:

23. “Todo Modo” (Todo Modo; Elio Petri, 1976)

El escritor Leonardo Sciascia tomó de una cita de San Ignacio de Loyola el título de su novela, misma que Petri adaptaría, con igual título, de forma magistral. Conocemos el cine comprometido de Petri y lo que sucede –precisamente, en Italia, durante una misteriosa epidemia que pone de rodillas al país-, cuando un grupo de políticos de la alta esfera (de la Democracia Cristiana) y miembros, así mismo, de la alta curia romana, se encierran en un búnker, al tiempo que el país se desmorona fuera de sus paredes. Cínicamente, esta élite egoísta se prepara para edificar un Nuevo Orden, político y religioso, una vez que la epidemia haya pasado. Claro, surgirán las obvias diferencias entre todos y, lo más grave, irán siendo asesinados uno a uno en forma por demás enigmática, como símbolo de todo poder corrupto y caduco que no se alzará al próximo amanecer. Una película rompedora con la Ciencia ficción como género.

Cuando la indiferencia mata:

24. “Todo es por amor” (It’s All About Love; Thomas Vinterberg, 2003)

Vinterbeg manda al diablo el célebre “Dogma 95”, demostrando que era más un capricho que una verdadera propuesta, y se pone a dirigir de forma más convencional esta parábola sobre la indiferencia. Recuerda, en parte, a “Ceguera” (Blindness, 2008), la película que Fernando Meirelles adaptara del libro “Ensayo sobre la ceguera”, que describe la súbita aparición de una pandemia de ceguera –“como un mar de leche”-, del Nobel portugués, José Saramago, película que emocionara al escritor y que, en un paralelismo forzado, podría situarse al lado de “Epidemic”, la película que dirigiera Lars Von Trier, su compañero de “Dogma”, en 1987, como segunda parte de su Trilogía europea. Mientras en Nueva York la población es víctima de una epidemia que mata por falta de amor, por contraste, en Uganda una anomalía gravitatoria pone a flotar a la gente, a la vez que cae nieve en pleno junio neoyorquino. Esta rareza, que hace juego con la película de Petri, puede leerse de varias maneras, pero no podemos permanecer ajenos a su belleza, mientras contemplamos el viaje de un avión, que se niega a aterrizar, desde el cual un personaje atestigua cómo la mitad del mundo colapsa y la otra se beatifica.

 
Mis películas contra el Coronavirus

Por Adriana García

25. Mad Max (George Miller, 1979)
26. Strange  Days (Kathryn Bigelow,1995)
27. Guerra Mundial Z  (Marc Forster, 2013)
28. Armaggedon  (Michael Bay, 1998)
29. La profesía (Richard Donner, 1976)
30. Somos lo que hay (Jorge Michel Grau, 2010)
31. Niños del hombre (Alfonso Cuarón,2006)
32. Cuando el destino nos alcance (Richard Fleischer, 1973)
33. Guerra de los mundos (Steven Spielberg, 2005)
34. Soy leyenda (Francis Lawrence, 2007)


De los cautiverios a la solidaridad

Por Hugo Lara

Mi breve selección no sólo se refiere a los cautivos, las plagas y sus contagios, sino a la posibilidad que se detonan en situaciones críticas, indeseables o que nos toman por sorpresa, cuyos desenlaces a veces son trágicos, pero a veces esperanzadores.

35. “Carneros”  (Hrútar, 2015)

“Carneros” es la segunda película de Grímur Hákonarson (1977) y está situada en la campiña islandesa. Gummi (Sigurður Sigurjónsson) y Kiddi (Theodór Júlíusson) son dos hermanos sexagenarios y solitarios que se dedican a la crianza de ovejas, cada uno en su propia granja, una frente a la otra, aunque no se hablan desde hace cuarenta años. A raíz de una competencia de carneros en la que triunfa un semental de Kiddi, su hermano descubre que el animal es portador de “tembladera”, una enfermedad contagiosa y devastadora que provoca el sacrificio de todas las ovejas de la región. Para los dos hermanos aquello supone una tragedia, porque deben exterminar a los últimos descendientes de una estirpe de ovejas campeonas, cuyo valor sentimental es muy grande para ambos. Todo esto funciona como una metáfora y un pretexto para que los dos hermanos puedan cambiar su hostilidad por empatía.  “Carneros” tiene el mérito de construir una historia profundamente humana, sobre el resentimiento y la solidaridad, sobre la posibilidad de los reencuentros y la reconciliación. Está disponible en Eyelet.com

36. El Puente sobre el Río Kwai (The Bridge on the River Kwai,1957)

“El puente sobre el Río Kwai” (1957) fue la primera superproducción que dirigió el británico David Lean financiada por Hollywood. Basada en el libro de Pierre Boulle, la trama se sitúa en la Segunda Guerra Mundial y narra los conflictos del flemático coronel británico Nicholson (Alec Guinness), que debe hacer frente a las duras condiciones que su tropa padece en un campo de prisioneros japonés. Allí mismo, se cruza con un oficial estadounidense (William Holden), cínico y sarcástico, que resulta una especie de antípoda de los valores que respresenta el riguroso coronel británico. En este caso, las condiciones del cautivero y la adversidad de unos prisioneros de guerra, ponen a prueba su valor, su honor y su integridad, quienes son capaces de sacar lo mejor de sí mismos en esas circunstancias. Un clásico imprescindible.

37. El motín del Bounty

En 1789 tuvo lugar el célebre motín del navió HMS Bounty de la Marina Real Británica. Los rebeldes fueron encabezados por el ayudante de maestre Fletcher Christian, quien se alzó contra su capitán, el teniente William Bligh, por su severidad e intolerancia, a quien dejaron a la deriva a la mitad del oceáno. Fletcher y sus hombres se establecieron en Tahití, mientras que Bligh hizo la hazaña de navegar 6500 km hasta llegar a tierra, para después iniciar un juicio contra los rebeldes. Las circunstancias de ese suceso fueron retratados en el cine en tres versones, Mutiny on the Bounty (Frank Lloyd, 1935), con Clark Gable y Charles Laughton; Mutiny on the Bounty (1962) Marlon Brando y Trevor Howard, y “The Bounty” (1984), con Mel Gibson y Anthony Hopkins, donde estos dos catores protagonizan un duelo de actuaciones memorable. Es una película que describe al Bounty como un mundo aislado en medio de la nada, desde el cual es posible empezar un futuro idílico, la utopía que representa Fletcher Christian y sus hombres que se rebelan contra un tirano y se establecen en un paraíso.

38. El nuevo nuevo testamento (“Le tout nouveau testament”, 2015)

“El nuevo nuevo testamento” del director Jaco Van Dormael, es un filme que juega con ciertos conceptos del cristianismo, con humor mordaz y socarrón. Dios (Benoît Poelvoorde) vive en las alturas de Bruselas junto a su dócil mujer a la que maltrata (Yolande Moreau) y su hija puberta Ea (Pili Groyne), quien constantemente lo desafía porque cuestiona que su principal divertimento sea hacer sufrir a los humanos a los que creó y a los que manipula desde su computadora con reglas absurdas. En cierta ocasión, Ea recibe mágicamente el consejo de Cristo, su hermano ausente, para que baje a la Tierra y encuentre a otros seis apóstoles y complete así un equipo de béisbol, deporte al que es aficionada su madre. De esta forma, Ea sabotea la computadora de su padre, hace saber a todos los humanos la fecha de su muerte y escapa para perderse en las calles de Bruselas. Al darse cuenta, Dios también baja a la Tierra para perseguirla y ambos por su cuenta experimentan curiosas aventuras. “El nuevo nuevo testamento” es una comedia superior, que no sólo va en búsqueda de la risa fácil, sino que se eleva a un rango mayor de pensamiento. No sólo funciona a partir de mofarse de la idea cristiana de Dios, sino del vacío existencial, del fracaso de la humanidad que sólo puede ser salvado por la bondad, por el hallazgo del misticismo en lo cotidiano. Esto es decantado por las sensaciones femeninas. Allí reside el gran valor de esta comedia.

39. Alien, el octavo pasajero (Alien, 1979)

Una de ciencia ficción, el clásico “Alien, el octavo pasajero”, imprscindible cinta de terror donde la tripulación de una nave espacial se enfrenta a una monstruosa criatura depredadora e indestructible, que se ha filtrado abordo. Ridley Scott inauguró con ella una saga fílmica llena de adrenalina y suspenso, donde brillan especialmente la monstruosa criatura y la oficial Ripley (Sigourney Weaver), en un duelo por la supervivencia.

40. La habitación (Room, 2016)

El irlandés Lenny Abrahamson cuenta la historia basada en la novela y guión de Emma Donoghue. El pequeño Jack (Jacob Tremblay)  y su madre Jolie (Brie Larson) viven en una pequeña y caótica habitación, donde el pequeño juega o ve televisión, mientras la madre cocina, convive con su hijo de larga cabellera y espera la noche para acostar al pequeño en su cama dentro del clóset. Cuando él está allí, supuestamente dormido, el viejo Nick (Sean Bridgers) visita a su madre, a quien ha mantenido secuestrada por siete años. Para Jack, el mundo se reduce a esas cuatro paredes, donde cada objeto tiene un nombre propio y un lugar en armonía con lo demás. Pero esa circunstancia cambia cuando su madre se da cuenta que es el momento de hacerle saber la verdad para escapar de allí. Con varias posibilidades de lectura acerca de la condición humana y su vulnerabilidad, de la crueldad pero también de la esperanza, “Room. La habitación” es un filme de gran categoría, que tiene potencia y sensibilidad para estremecer y sacudirnos la conciencia.

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.