Por Jon Apaolaza

Falta menos de una semana para los Goya, unos premios anuales del cine
español que llegan cargados de polémica por la dimisión de Alex de la
Iglesia, el presidente de la Academia que organiza el evento, ante su
oposición personal a la ley que permitirá clasurar webs con enlaces a
contenidos audiovisuales descargables, auspiciada por el Ministerio que
ahora ocupa su antecesora en la calle Zurbano, la guionista Angeles
González Sinde. Por si ello fuera poco, llegan a partir de las
mediciones de una empresa privada las pésimas cifras de taquilla del
año pasado, el peor para el cine español en una década: Sólo colocó
cinco títulos entre los 50 más vistos de 2010.

Las orejas se le empezaron a ver al lobo al principio del otoño,
cuando fracasaron de forma relativa o contundente cintas en las que
había depositadas bastantes esperanzas. Ya entonces avanzábamos los negros nubarrones que descargaron la tormenta: sólo un 10,8% de cuota de mercado: ninguna
película entre las 10 más vistas y sólo 4 de directores españoles entre
las 50 con mayores ingresos. El año pasado hubo una (“Agora”) entre las
10 campeonas de taquilla y cinco entre las primeras 25.

La
inmensa mayoría las películas nacionales estrenadas en 2010 fueron
incapaces de recuperar su costo en los cines. El diario La Razón
sostiene a partir de su analísis de los datos de la empresa privada de
medición Rentrak que todo el cine español no llegó a recaudar los 70
millones de euros, mientras el Ministerio de Cultura se gastaba en
diversas ayudas al sector más de 89 millones. Más vale no recordar -por
nuestro lado- que de esos ingresos de las películas nacionales hay que
descontar lo que se queda la exhibición y la distribución, por lo que
al final esa cifra se reduciría en más del 60%.

El caso es que
en los últimos diez años no se recordaba un panorama tan negro. Algunos
lo achacan a que no tenían película ni Almodóvar ni Amenábar, pero poco
dice eso de la viabilidad de una industria si tenemos que ponerla en
manos de sólo dos cineastas, de por sí no tan prolíficos.

En
2010, el film español más visto, “3 metros sobre el cielo” (que logró
su marca en apenas 4 semanas) quedó en el puesto 13 de taquilla en
términos absolutos, y el resto hasta los 50 primeros títulos fueron
“Los ojos de Julia” (puesto 25), “Que se mueran los feos” (26),
“Conocerás al hombre de tus sueños” (dirigida por Woody Allen en
Londres pero financiada por la española Mediapro, en el puesto 38) y
“Lope” (46).

Algunos “primeros espadas” del cine nacional, como
Alex de la Iglesia, Fernando León de Aranoa, Achero Mañas, José Luis
García Sánchez o Bigas Luna fracasaron con diversos matices y grados en
su encuentro con el público.

Este 2011 la cosa debería ir
bastante mejor, ya que al regreso de Almodóvar, se suma el de
Torrente/Santiago Segura y una adaptación al cine de la exitosa
teleserie “Aguila Roja”: Ello no quita para que en estos dos primeros
meses ya se hayan producido importantes decepciones con “La daga de
Rasputín” o “Carne de neón” y esperamos en unas horas saber qué pasó
con “Primos”, estrenada el viernes.

El domingo próximo se espera
escuchar protestas al paso de la ministra González-Sinde por la
alfombra del Teatro Real madrileño para los Goya, pero tal vez éstas
estarían tanto o más justificadas para ella y los productores no sólo
por el tema de las descargas de Internet, sino por lo poco productivo
del trabajo de unos y otros, que cada vez interesa a menos españoles.