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El viejo amigo de Italia y de la Mostra George Clooney resultó el anfitrión ideal para levantar el telón de la 68 Mostra de Venecia. ¿Qué más se podía pedir?: El propio actor director presentando en estreno mundial su película “The Ides of march” respaldado por la mayoría de los espléndidos actores que la protagonizan, una cinta que enfrenta al mundo de la alta política con su falta de ética. Acida sin llegar a ser corrosiva, la cuarta realización del actor más carismático de su generación acaparó los primeros aplausos.
  

Ryan Gosling, el único ausente de la presentación de este miércoles, es el principal protagonista de “Los Idus de Marzo”, adaptación a seis manos (entre ellas las del autor original), de una pieza teatral de Beau Willimon, “Farragut North”, basada en su propia experiencia durante el intento del exgobernador de Vermont Howard Dean para alcanzar la nominación demócrata a la Casa Blanca en 2004.
  

A su alrededor hay un elenco de conocidos y reconocidos actores: Clooney como el gobernador aspirante, Paul Giamatti, Marisa Tomei, Philip Seymour Hoffman y Evan Rachel Wood, al servicio de esta historia sobre la trastienda de la lucha por el poder, una guerra entre el compromiso, la ética y la ambición donde la segunda cae rapidamente derrotada.
  

Al público, especialmente el norteamericano, no le gustan las películas políticas, así que el guión de Willimon, Clooney su socio y amigo Grant Heslov realza una trama tipo “thriller” para seducir a espectadores menos críticos con la “Cosa Pública”, aunque es evidente que el retrato que hace “The Ides of March” está marcado por la acidez.
  

Precisamente por eso, la producción de la película se retrasó, ya que cuando compraron los derechos de la obra Obama acababa de llegar a la Casa Blanca aupado por las esperanzas de buena parte del país. Ahora, tres años después, el desencanto hace más viable una visión crítica del mundo político.
  

En rueda de prensa, sin embargo, Clooney ha subrayado que por encima de la etiqueta de película “política” para él es ante todo sobre lo “moral”, y por ello podría haber funcionado una trama parecida en el mundo de Wall Street, donde se manejan códigos y trampas similares con el fin de alcanzar objetivos.
  

Una vez más, los periodistas le plantearon al elegante y bienhumorado actor/director preguntas sobre sus ambiciones políticas, y él insistió en que no le interesa para nada, simplemente porque ya vive muy bien, y citó el ejemplo de Obama: “Hay un buen tipo en la Casa Blanca, y brillante… pero le es casi imposible gobernar. ¿Por qué iba a envidiarle. Yo tengo un buen trabajo -que me gusta-, hacer películas, ¿quién querría el suyo?”.
  

Más adelante, añadió al asunto otro elemento por el cual no se siente seducido por el poder político: “Mi ventaja es que no me veo obligado a tomar decisiones que significan vida o muerte, que afectan al día a día de muchas personas. Y no me interesa tener ese poder, prefiero seguir haciendo películas”.
  

Tras presentar “The Ides of March” en el Lido, Clooney volará a Toronto para su “première” norteamericana. La cinta tiene previsto su estreno comercial en Estados Unidos el 7 de octubre.