Cinecrítica: Amour, lo inclemente

Por Déborah Farjí

En la historia de los premios de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood, sólo cinco filmes han alcanzado la nominación al premio Oscar en la categoría de mejor película y mejor película extranjera. Este año, el honor corresponde a la cinta “Amour”, recién galardonada como mejor película extranjera en la última entrega de los Globos de Oro.

Escrita y dirigida por Michael Haneke (“La cinta blanca”, 2009), “Amour” competirá también por la estatuilla dorada en la rama de mejor director, actriz protagónica (Emmanuelle Riva/ Azul, 1993) y guion original -del mismo autor, quien también fuera distinguido, por segunda ocasión, con la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2012.

“Amour” cuenta la historia de una pareja octogenaria que reside en París y disfruta del tiempo libre que da la jubilación. Su pasión por la música clásica y su evidente buena relación comienza a disminuirse en el momento que la enfermedad entra a su hogar, seguida por el inevitable deterioro de uno de ellos.
Haneke retrata el día a día de Anne y Georges (Jean-Louis Trintignant/ Rojo, 1994) de manera pasiva, minuciosa, casi documental. 

La cinta se aleja de la sensiblería; en ningún momento se asoma la lágrima

El detalle en las acciones y los diálogos refleja una realidad más cruda de lo que el título sugiere, simplemente porque así se torna la vida en los momentos más difíciles. La cinta se aleja de la sensiblería; en ningún momento se asoma la lágrima, porque como bien dijera una espectadora con cuya reflexión coincido, no te da tiempo. “Es como si el director te diera una cachetada para no distraerte y sigas engullendo lo que estás viendo”.

El ritmo sosegado va cimentando un relato cuyo final se prevería lógico; no obstante, resulta imprevisible. La crónica de una película así como la vida de una persona va conformándose durante su trayecto, pero no se define hasta llegado el desenlace. Un sólo momento puede incidir en lo que se ha construido por años -por el impacto que provoca. Un final es como un sello rojo, inamovible.

Vale la pena dejarse afectar. Ya sea que gane una, las dos, o ninguna de las nominaciones, Amour es una experiencia cinematográfica obligada, pues al observar la vida ajena, sin maquillaje, música sentimental, ni periquetes para llorar, nos acercamos a la nuestra.

Amour
Dir: Michael Haneke.País: Francia-Austria-Alemania. Año: 2012. Guión: Michael Haneke. Fotografía en C.: Darius Khondji. Música: Franz Schubert, Ludwig van Beethoven y Johann Sebastian Bach, interpretados por Alexandre Tharaud. Edición: Monika Willi y Nadine Muse. Con: Jean-Louis Trintignant (Georges), Emmanuelle Riva (Anne), Isabelle Huppert (Eva), Alexandre (Alexandre Tharaud), Geoff William Shimell (Geoff). CP: Les Films du Losange, Wega Film, X-Film Creative Pool. Prod: Margaret Menegoz, Stefan Arndt, Veit Heiduschka y Michael Katz. Duración: 127 mins.

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