Por Hugo Lara Chávez

“Buscando a Sugar Man” se ha convertido en un suceso cinematográfico en virtud de la fantástica historia que relata y del entusiasmo que detona entre el público de diferentes latitudes, lo que le hizo ganar el Oscar como mejor documental en la ceremonia de este 2013. Precedida de otros premios importantes como  Mejor documental en los Premios BAFTA 2013 y  Critics Choice Movie Awards 2013, esta película llega a las salas comerciales en México este viernes 28 de junio.

Esta cinta es el primer largometraje del cineasta sueco Malik Bendjelloul (1977), que narra el curioso caso del músico, compositor y cantante Sixto Rodríguez, originario de Detroit de ascendencia mexicana que al inicio de la década de los setentas lanzó dos discos de folk rock — “Cold Fact” y “Coming from Reality”— que no tuvieron ningún éxito en Estados Unidos.

Azarosamente, uno de sus discos llegó a Sudáfrica, cuando el Apartheid (la política de segregación racial y supremacía blanca) se encontraba en plenitud. Las canciones de Rodríguez hicieron combustión en ese país africano, pues sus letras que llamaban a la rebeldía fueron apropiadas por una generación de jóvenes que estaban en contra del sistema dictatorial e intolerante. Un soplido liberador en medio de tanta opresión. Con los años, Rodríguez se convirtió en un ícono en Sudáfrica y su fama allí llegó a ser mayor incluso a la de Elvis Presley, como se asegura en el filme.  Sin embargo, nadie sabía cuál había sido la suerte de este músico incomprendido, al que la mayoría daba por muerto.

“Buscando a Sugar Man” está estructurada a partir del ángulo de dos individuos clave, los sudafricanos Stephen ‘Sugar’ Segerman y Craig Bartholomew Strydom. A través de sus testimonios, estos dos fervientes admiradores de Rodríguez describen la búsqueda que emprendieron para averiguar la verdad sobre la muerte del misterioso músico, al que algunos atribuían haberse suicidado en el escenario. Sus pesquisas los lleva a Detroit y, para su sorpresa, descubren que se encuentra vivo, empleado como obrero e ignorando por completo la celebridad que alcanzó del otro lado del mundo.

Durante los 86 minutos del filme se escuchan sendas canciones de Rodríguez, con su fuerte carga política y poética sobre el mundo de los marginados. También aparecen diversas personas que matizan con sus opiniones el retrato que se va formando sobre él: su productor Steve Rowland, el empresario musical Clarence Avant, sus compañeros de trabajo y hasta sus hijas Eva, Regan y Sandra. Por supuesto, el plato fuerte lo ofrece el mismísimo Sixto, con su figura underground e iconoclasta que alcanza el clímax con su primer concierto en Sudáfrica, un momento jubiloso e inolvidable, a fines del siglo pasado.

La película –realizada con sencillez pero eficazmente, mediante recursos como la entrevista a cuadro y la incorporación de imágenes de archivo– resulta muy emotiva y honesta, sobre la base de lo que supone un proceso de apropiación cultural y la paradoja de la creación artística contra las prácticas del consumo: un músico fracasado en su país cuya obra es revalorada y se inserta de una manera natural en otro entorno.

 “Buscando a Sugar Man” es además una película muy entretenida, que no hay que perderse. Cabe recordar que fue parte del 33 Foro de la Cineteca Nacional.

Productor:     Simon Chinn, Malik Bendjelloul     Director:     Malik Bendjelloul     Compañía de producción :     Red Box Films/Passion Pictures en asociación con Canfield Pictures, Hysteria Films AB y The Documentary Company     Sonido:     Per Nyström     Música:     Sixto Rodríguez     Fotografía :     Camilla Skagerström     Edición:     Malik Bendjelloul     Guión:     Malik Bendjelloul

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.